Instagram Girl || Old Magcon

#88

Elizabeth.

Estábamos divididos en dos autos, no era debido a la cantidad de personas porque ya de por sí éramos pocos, sino que era por la gran cantidad de equipaje que llevábamos y los demás chicos, o sea los ex-integrantes de Magcon iban a venir.
Este tiempo iba a ser demasiado bueno.
Mire a Sam que estaba demasiado concentrado en el camino. Tengo que admitir que un poco lo extrañaba, cuando estaba con él siempre iba a haber un poco de diversión pero ya no quería pensar en eso. Ahora me encontraba con la persona que necesitaba para poder ser feliz sin que me lastimara.

-Elizabeth.- dijo Skate poniendo sus brazos en el espacio que había entre ambos asientos.

-¿Qué?

-¿Cuanta falta?- preguntó recostando su cabeza en mi hombro.

-Eso le tendrías que preguntar a Sam.-dije encogiéndome de hombros.

-Mejor tomó una siesta.

Skate se acosto a lo largo de los asientos y cerró fuertemente sus ojos.
Volví mi mirada a Sam, me hacía tanto acordar a viendo estábamos juntos que ya no entendía en qué momento de mí vida me encontraba.
Agarre mí celular y le mande un mensaje a Shawn explicándole cuanto lo iba a extrañar hasta que nos volviéramos a ver.
Dirigí mí mirada a Skate quien realmente se había dormido.

-Eli.- dijo Sam parando enfrente de una estación de servicio.

-¿Qué?

-¿Bajamos a comprar algo mientras le ponen gasolina?- preguntó mientras abría de a poco su puerta.

Yo asentí con mí cabeza mientras agarraba mi bolso.
Sam me accedió el paso como todo un caballero que supuestamente es, yo le agradecí con una de mis sonrisas falsas. Tengo que admitir qué aunque me acuerde de lo bella y verdadera que fue nuestra relación también recuerdo la vez que me lastimó.
Aún recuerdo aquel portazo que dio a la vez que mí corazón se rompía en pedazos.

-¿Llevamos nachos?-preguntó mientras agitaba una bolsa de nachos enfrente de mi cara.

-Dale, ¿Pepsi?- preguntó abriendo la heladera de las bebidas.

-¿Si mejor llevamos Corona?

-No quiero emborracharme contigo al lado, sé que suena demasiado estupido pero necesito controlarme.- dije agarrando dos botellas de Pepsi y yendo hacia la caja.

Sam se adelantó y pagó todo él, me sentí mal por no haber pagado aunque sea un caramelo pero me agarro del brazo y me guió hacia un pequeño banco que quedaba al lado de la estación. Puso todas las cosas en el medio de nosotros dos y empezó a comer los nachos con una gran libertad.

-¿No vamos a seguir?-pregunte llevándome un gran nacho hacia mi boca.

-Falta mucho para llegar, es mejor hacer una parada.- dijo tranquilo mientras me miraba a los ojos.-Maldición, eres hermosa.

Sentí como me empezaba a sonrojarme .
¿Por qué me decía esas cosas? De seguro debe de ser parte de su juego para ilusionarme. Lo conozco.

-Están ricos los nachos.- dije agachando mí cara mientras seguía comiendo.

-¿Por qué me ignoras? Siento que ya no quieres saber nada de mí.

-No lo hago, solo que no te quiero hablar aveces. Ya sabes. Todo lo que nos pasó no fue lo mejor.

-¿Todo? Eli, estuvimos juntos por poco tiempo, no me diste ninguna segunda oportunidad como hiciste con Shawn.

-Tú me dejaste por ese maniquí andante, no sé qué te dice.

-¿Cuantas veces te engaño Shawn? Como tres o por ahí, yo solo una y fue sin querer, después me terminaste y te fuiste de la nada. No sé.

Me quedé muda, él tenía razón. A Shawn lo había perdonado un millón de veces pero a él sólo una, parecía que tenía preferencia por Mendes y lo hacía, tal vez era por todo lo que pasamos con Shawn, fuimos amigos de toda la vida y ya estaba acostumbrada a lidiar con sus problemas amorosos y a Sam lo había conocido hace poco.
Tuve que haberlo perdonado.

-Nunca lo había pensado así.- susurré.

-¿Te puedo pedir un favor?- asentí.- Podemos olvidar todo y hacer como que nada pasó, como empezar de cero. Volver a hacer amigos y dejar que el destino actúe en todo este tiempo.

Analice su propuesta, no era tan mala. Es más, me atraía demasiado lo que propuso, volver a ser amiga de Sam era algo tan bueno, algo que anhelaba demasiado. Pero, ¿si vuelvo a caer en sus encantos? No sé, sabia que era algo demasiado probable debido a que él sabe como enamorarme. Me conoce como la palma de su mano.

-Acepto.- dije sonriéndole.

Sam se levantó de su asiento y se paró enfrente mío estirándome su mano como para que me levantara de mí lugar.

-Hola, me llamo Sam Wilkinson, un placer conocerla, bella damisela.- le dio un beso a mí mano.

-Hola, me llamo Elizabeth Dallas. Un placer.

Y así volvió a empezar todo otra vez...