Instagram Girl || Old Magcon

#89

Me tire en la cama. El viaje había sido demasiado largo, no sé cuento tiempo estuvimos en la ruta hasta llegar por fin a Omaha, pero además hizo de mi cabeza un gran lío.
En el camino Sam y yo no parábamos de hablar, parecía que no nos hubiéramos visto por demasiado tiempo y que hasta teníamos confianza nuevamente.
Había olvidado ya lo que era estar sola en un auto con Sam, bueno, no estábamos solos, sino que también estaba Skate dormido en la parte de atrás que es similar a la nada.

-¿Puedo pasar?- preguntó Gilinsky abriendo un poco la puerta.

-Yep.- agarré mi celular.

Jack se sentó al lado mío y se quedó pensando con cuidado lo que iba a decir, parecía que fuera algo sumamente importante y delicado así que el miedo se empezó a apoderar de mí.

-¿Qué sucede?-pregunte dejando el celular en la mesa de luz.

-¿Como fue tu viaje con Sam?

-Estuvo bueno, ¿Por qué?

-E, acuérdate cómo es Sam. Vos lo sabes mejor que nadie.- me miró fijamente a los ojos.

-¿De qué hablas?

Jack parecía que intentaba alejarme de Sam, ambos sabíamos las consecuencias que nuestra amistad podría tener pero no nos importaba. Yo realmente extrañaba pasar rato con él y no lo quería volver a perder, no lo quería hacer por anda en el mundo y no pensaba hacerlo ahora cuando reconstruimos nuestra amistad.

-¿Recuerda la vez en la casa de Skate?-negué con mi cabeza mintiendo, porque si lo hacía perfectamente.- ¿En serio? ¿No recuerdas cuando vino la emergencia qué vos estuviste con él todo el rato mientras llamabas a Sam sin que él te diera corte?

Negué.

De igual forma recordaba todo. Recuerdo haber llamado a Sam más de un millón de veces de mí celular y el de Skate. Recuerdo cuando él me dejó sola sin saber que hacer con Nate. Recuerdo todo, absolutamente cada segundo de la situación.
Mis ojos se llenaron de lágrimas al recordar aquel día, estaba demasiado asustada aunque el daño que tuvo Skate fue muy leve.

-Lo recuerdas.- dijo Jack abrazándome.

Asentí.

-No quiero perderlo.-susurré.

-Elizabeth, él no es bueno para ti, ni como amigo o novio.

-¿Por qué no? ¿Quién dijo qué es mal amigo?

-Ambo lo conocemos y sabemos la verdad, sabemos cómo se va a aprovechar para poder tenerte en su cama o algo.

-Yo me puedo cuidar, G.

-Lo sé, pero Sam es muy bueno conquistando chicas.-asentí por la experiencia- ¿Vas a poder?

Pensé. ¿Sería capaz de no caer en sus bazos? No sé, pero me tengo un poco de esperanza. Quería intentarlo, ya no me importaban las consecuencias. Necesitaba que alguien me hiciera sentir un poco de adrenalina en mí vida como lo hacía Sam. Él le daba una mezcla de colores en la escala de rojo a mi vida, ¿Por qué rojo? Cuando era chiquita recuerdo a mí madre diciéndome que el rojo era el color que señalaba peligro, no sé bien porque pero según ella eran esos.

-¿Me podes tener confianza?-pregunte agarrando sus manos y mirándolo a los ojos fijamente.

-Elizabeth, yo te quiero demasiado, más de lo que te imaginas. Sabes que yo te tengo demasiada confianza y soy capaz de hacer de todo para que estés bien, pero esta vez es diferente, Sam también es mí amigo y no soy capaz de lastimarlo porque te dañó. Yo los quiero bien a ambos.-suspiró- Por eso te suplico para que te alejes de él.