#75

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-Nate.- dije mientras lo golpeaba en el brazo.

Se había dormido nuevamente mientras estabamos viendo Netflix acostados en su cama, pero para mí mala suerte él se dormía cada cinco segundos, igual de todas maneras era malditamente adorable. Era muy tierno verlo con su cabeza arriba de mí hombro, mientras que sus manos se encontraban arriba de las mías dándole calor.

Skate se despabilo de repente haciendo que una gran carcajada, y a la vez un poco de susto, saliera de mí.
Él me miro con una sonrisa en su cara para luego darme un beso en la mejilla, pero unos segundos después sus mejillas se quedaron un poco rojas, ¿qué le pasaba? Hace ya unos tres o más días Nate esta actuando raro conmigo y la verdad no entiendo, tal vez tengo hace ya una semana una hoja de lechuga en los dientes. Raro.

-Hola, dormilón. Ya esta por terminar la película, niño.- dije mientras me acostaba en si pecho.

-¿Cuántas veces más te tengo que decir qué esa película ya la vi mil veces?- suspiró.

-Las que sean necesarias.- rodeé mis ojos.- ¿Si sabes cuanto amo esta película para qué me invitas a tú casa para ver una película?

-Porque pensé que ibas a elegir otra.

-¿Sabes qué? Elegí una vos ahora.

-Sabes que la que voy a elegir no te va a gustar, ¿por qué mejor no vamos a comer algo?- preguntó mientras se levantaba y se sacaba la camiseta.

Mí mirada se quedo fija en sus tatuajes, el arte era parte de él, estaba en cada parte de su pecho y eso me enloquecía.
Skate me miro, pude sentir como mis mejillas se empezaban a poner cada vez más calientes y rojas, de seguro era una manzana.
Intente quitar mí mirada de ahí, pero no podía, era algo tan hermoso.

-¿Te gustan?- preguntó mientras se reía.

-Me encantan.- respondí mirándolo apenada.

Él se puso una camisa, ¿por qué el mundo tiene qué ser tan injusto? Dios, ¿unos segundos más no podía esperar?
Bufé, quería seguir viendo esa preciosura.

-¿Vamos?- dijo agarrando las llaves del auto.

-Sí, si eso es lo que quieres.- dije mientras me paraba de la cama de mala gana.

-Por mí pedimos comida, pero tengo ganas de salir un poco.

-Vamos entonces, yo no te voy a quitar tú sueño. Pero- alargue la "e".

-¿Que quieres, E?-preguntó mientras agarraba mí mano para irnos antes de que seguro me arrepintiera.

-Un helado.- dije con voz de niña pequeña.

Él me agarro de la mano más fuerte y me sacó de la casa, sentía como el Sol me daba de frente en la cara y la forma en que este me molestaba, parecía cono que hace más de un año no salía de ahí.
Caminamos un rato, no importaba sí había un silencio entre nosotros, en realidad lo único que en este momento se ganaba mí mente era la hermosa vista que había hacía la playa. Era tan hermosa.
Pero todo se arruinó cuando llegamos a la heladería, parecía que le dijeron que veníamos hasta aquí. Pude sentir como Skate se enojaba ya que agarro con más fuerza que antes mí mano, pero esta vez me acerco más hacía él, yo lo miré fijamente. Era demasiado obvio que lo estaba.

-Tranquilo. No va a pasar nada.- dije mientras que le acariciaba el brazo.

-Es un maldito idiota.- susurró.

-No le tomes importancia. Si quieres nos vamos a otro lado.

-No, nos vamos a quedar aquí. No quiero que este pendejo nos arruine todo.- dijo y se puso en la fila.

-Voy a buscar un asiento, ¿dale?- dije.

Skate asintió.

Baje un poco la remera que tenía puesta, siempre hacia eso cuando estaba nerviosa, ¿por qué lo estaba? Podía sentir la mirada de Shawn fija en cada movimiento que hacía, eso me molestaba demasiado, y para ser sincera me daban ganas de pegarle en la cara.
Le envíe a Nate un mensaje de lo que quería, me había olvidado de decirle, pero de todas formas  él me conoce muy bien y debe de saber que iba a pedir unas ricas papas fritas con una hamburguesa. Cada vez que decía esa dos palabras me daba más hambre.

Sentí la mirada de alguien clavada encima mío, miré para aquel lugar y era él, se encontraba con Charlie  Puth, su hermoso amigo. Nuestras miradas cruzaron por un rato, sentí como los sentimientos que Shawn sentía ahora se  apoderaban de mí cuerpo. La tristeza más que nada.
Corrí mí mirada cuando mí celular vibro. Era mí madre, no le tome tanta importancia y empecé a jugar con mí pelo de los nervios.

-Que lindos tus nervios, babygirl.- dijo Skate dejando la bandeja sobre la mesa y sentándose a mí lado.

-Callate, no quieto que sé de cuenta.- dije agarrando una papa y llevándola a mí boca.

-Si no sé dio cuenta es un pelotudo.

-Espero que lo sea.

Agarré unas dos papas en mí mano, luego mire a Skate por un rato y cuando se dio cuenta sonrió. Creo que el verdadero pelotudo acá es él. Metí la hermosa comida en su boca sin previo aviso.

-¿Por qué las chicas bonitas son tan malas?- preguntó cuando término de tragar las papas.

-Porque los chicos nos prefieren así. Mira esto.- dije dándole un sorbo a mí gaseosa.

Me subí arriba de la mesa para luego agarrar su mano y subirlo aquí conmigo, él me agarró de la cintura para luego ponernos a bailar el vals. ¿Que sucedía? Ni idea, pero esto era tan gracioso que no me podía aguantar la risa.
Nate se encontraba con una gran sonrisa en su cara, era algo tan dulce. Vi hacía su cuello, aunque tenga una remera podías ver sus tatuajes. Skate era arte por todos lados.

Pero esta escena fue seguida de un portazo provocado por Shawn. Él de había ido.

Instagram Girl || Old MagconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora