Instagram Girl || Old Magcon

#23

Me senté en el sillón de Skate, él me había dicho para venir a visitarlo ya que hace mucho no lo veía, y era verdad. La última vez que la vi fue hace un mes, creo.

-¿Qué sucede, Babygirl?- preguntó entrando a la habitación con dos vasos de cerveza en la mano y un cigarro en la boca. Genial, cuando me vaya voy a tener que matar mí pelo para que se vaya el olor.

-¿En serio tienes que fumar ahora?- pregunte girando mis ojos.

-Sí, porque es mí casa y no hay una regla para eso.

-Tendrías que poner una, solo digo.

-Dejame pensarlo...¡No!

-Ay, bueno, señor, no se me enoje.- dije levantándome y yendo a abrazarlo.

Skate me miro, paso sus por arriba de mis hombros para que los vasos de cerveza no se caigan. Se escuchó el ruido de la puerta abrirse, ambos nos soltamos y vimos hacia ahí. Era Sam, ¿qué quería? Rápidamente corrí a esconderme, lo conozco, sé que va a pensar y eso no es bueno. Puede ser que haga que mí relación con Shawn termine y en realidad no quiero eso. Soy muy feliz con él, más de lo una persona común llegara a pensar. Pero, ¿como fue que nuestra relación no termino con los conciertos, fans súper lindas que se acercan a él, las chicas que me odian, sabiendo que yo soy nueva en esto de la fama? No me importan. Él es feliz con sus fans y dando conciertos para ellas, pero detesta que muchas de sus "fanáticas" odien nuestra relación diciendo malas cosas de mí. Recuerdo una vez que íbamos caminando tomados de la mano, creo que era nuestra primera cita, no importa, y una chica vino pudiendo que le sacará una foto con él, yo acepté amablemente pero no lo hubiera echó sí hubiese sabido que habría pasado después. Ella agarró su celular y digo: "Espero que lo puta no se me pegue porque agarraste tú celular." "Tendrás cara de santa, pero en realidad era una perra, cariño." Cuando ella se fue y subí al auto de Shawn me puse a llorar, cada palabra que había dicho me dolió. En ese momento fue cuando me di cuenta que Mendes era el mejor chico para mí, porque en seguida se preocupo, hizo de todo para sacar una sonrisa en mí cara. Lo amo.

Me puse en un pequeño closet que Skate tenía en el living, bueno, no se como decirle a algo que esta lleno de bebidas alcohólicas y una planta de marihuana. En serio este chico me preocupa, se esta arruinando la vida de esta forma.

-¿Sam?¿qué haces aquí?- preguntó Skate tranquilo.

Yo no tendría esa tranquilidad.

-Es que estoy borracho, no sabía que hacer, bruh.- dijo Sam.

Su voz, como extrañaba escucharla todos los días del año. Dios, no, Elizabeth, no pienses eso.

-¿Por qué no te fuiste a tú casa?

-No me acuerdo de la dirección, solo recuerdo la tuya y la de Elizabeth. Maldición-golpeo supongo que la madera.- La extraño, Nate, no puedo estar sin ella. ¡Ya va casi un mes! la extraño, la necesitó. Nate, ayudame.

-Dude, no sé. Ella esta feliz con Shawn.

Sentí como algo caía sobre el piso, no era un objeto porque el ruido era demasiado fuerte como para poder ser eso, pero...podía ser una persona. Capaz que era Nate. Tenía que salir de aquí adentro, necesitaba saber si era él, no me podía quedar aquí sabiendo que en este momento Skate podría estar tirado en el piso sangrando por culpa de un Sammy borracho. No me importaba perder la dignidad por él.
Tomé un poco de aire. Chau, dignidad. Abrí la puerta bruscamente, pero al hacerlo mis ojos se abrieron como plato. Tenía razón, estaba Nate tirado en el piso con una mano en su nariz. Me avalanche a él. Miré a Sam por un minuto, él no entendía nada. Tenía sus ojos llenos de lágrimas. Le había pegado a su mejor amigo.

-¿¡Qué mierda hiciste, Wilkinson!?- grite mirando a Skate con lágrimas en los ojos.-¡Respóndeme!

-Yo sólo.... No sé.- dijo mirándome con sus ojos cristalizados.- Mejor me voy.

-¿¡Como qué te vas a ir!?¡Llama a emergencia, imbécil!-

Skate se retorcía de dolor, Sam le había pegado demasiado fuerte al parecer. Él es un imbécil.

-Adiós, Elizabeth. Te amo.- dijo Sam al lado de la puerta.

-¡Eres un desgraciado!- grité con los ojos llenos de lágrimas.

El sonido de una puerta sonó al mismo tiempo que mí corazón se rompía. Se había ido.