Maratón 1/2

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Entonces le dijiste que si.- pregunto mi cuñada un poco ¿molesta?

M-así es, no creo haberlo pensado bien en ese momento.- Pamela puso los ojos en blanco.- pensé que te gustaba para mí.

P- Si, me gustaba, abaa.- recalcó.- ahora me gusta alguien más para ti.- ahora yo puse los ojos en blanco.- no me vengas a decir que no te gusta más Valentino.- ¿¿¿QUÉ???

M- Shh, que te va a escuchar Uccio, ¿de donde sacaste eso?.

P- Crees que soy idiota verdad, veo cómo se miran, no hace falta que les preste mucha atención.

M- Y ¿crees que Uccio se dio cuenta?.-

P- touché querida, te agarre, si te gusta.- me cruce de brazos intentando parecer seria, algo que no logre porque Pamela empezó a reír.- tranquila, los hombres no se dan cuenta de nada.

M- Si se entera me muero.

P- El también.- no sabia si se refería a vale o a Uccio.- ¿Que vas a hacer con Mauro?.-

M- Obviamente nada, creo que sería bueno ver si funciona otra vez.

P- Pero si te gusta Valentino, ¿como vas a salir con Mauro?.-

M- Valentino me lleva 16 años, es el mejor amigo de mi hermano y además un mujeriego de categoría. Pamela, lo conoces y me conoces, no hay nada más que un calentón de por medio, con Mauro es distinto, si lo ame una vez creo que puedo volver a intentarlo, y fin de la charla, me voy a preparar que Mauro viene por mi.-

Que demonio pretendía Pamela, yo queriendo arreglar mi cabeza y ella desordenando lo poco que tenía claro.
Hacía frío, y el día estaba horrible, no tenía ganas de moverme de mi cama y mucho menos de ver a Mauro. Así que le mande un mensaje diciéndole que me sentía mal y me quede toda la tarde en mi habitación.

Estaba arreglando mis libros cuando la puerta se abrió.

Nos vamos a cenar a Urbino, ¿Vienes?.- me dijo Pamela apoyada en el marco de la puerta.
M- No gracias, prefiero quedarme, nos vemos después.- me saludó y se fue.

Casa sola, eso significa comida chatarra y peli.
Primero me duche y me puse mi bata de baño, no me iba a vestir. Ventajas de estar sola.

Baje a prepararme algo para comer y cuando estaba por el pasillo se corto la luz, genial, no pensé que había tanta tormenta.
Solo me senté en el sillón a esperar que vuelva pero en vez de eso escuche unos ruidos fuera, mierda mierda mierda, tendría que haber ido.- penso mi yo más infantil.- no sé si era mi imaginación que ya me estaba jugando en contra, pero sentía pasos, agarre mi celular pero llamar a Uccio no me servía de nada, estaba muy lejos, así que marque a Mauro, nada, nada, no me contestaba.
Creo que fue la desesperación del momento lo que me hizo llamar a Valentino, que milagrosamente me contesto en un segundo.

V- Estaba pensando en ti.
M- Que bonito.- dije rápido.- necesito que vengas a casa de Uccio, yayayayaya.
V- paso algo.- dijo exaltado
M- Valentino ven ya.-

Siete minutos después, y digo siete porque los conté, Valentino estaba en la puerta de la casa.

V-Le tienes miedo a la oscuridad o que.- dije apoyado en el marco de la puerta.
M- Ya cállate y entra.- lo agarre del brazo y lo hice entrar en la casa.

Nos sentamos en el sillón.

M- Juro por dios que escuche unos ruidos horribles.
V- Y te asustaste.- dijo en un susurro. Asentí.- yo te cuido.- me abrazo, tan dulcemente que me sentí en el mejor lugar del mundo.

Y me beso, me beso con pasión con desesperación.
Poco a poco fui desabrochando los botones de su camisa.
V- Aquí no.- dijo vale separándose.

Me pare y le estendi mi mano, la que tomo sin vacilar.

Ella Si |Valentino Rossi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora