Ultima Ilusión (Diario De Una Adolescente) #PGP2018

30.-¿Qué ha pasado conmigo?

Me mira a los ojos con una rabia excesiva. Tanto así como si desearía en este momento asesinarme y continuar con su vida de asesina. Sin embargo, sé que por algo se contiene a hacerlo.

Quizás aun exista algo de amor entre nosotros.

Tengo que poner fin a esto, no podemos pelear como gente inculta. Tengo estudio, educación y valores y por ende, no debería participar en esta clase de problemas.

-Quiero que te vayas-digo intentando no gritarle- no quiero tener a una asesina en mi casa.

-¿Me pides que huya?

-No... Ya es tarde para que huyas. Solamente quiero que no vuelvas a poner un píe en mi casa, hablaremos en otro lugar, por favor vete...

-Pero Harry yo...

-¡Que te vayas dije!.

Su rostro me revela que acabo de ofenderla, pero no me da importancia. Ella lo busco. Lentamente camina hacia la salida arrastrando la poca dignidad que le queda aún.

Sale sin articular palabra.

Dejó caer mi cuerpo con pesadez al sofá.
Ni siquiera sé que es lo que realmente siento por Eva.
Pero quisiera poder rescatar lo nuestro y es que aunque la probabilidad sea baja, es lo que mas quiero ahora mismo.

Cierro mis ojos he intento no pensar en Eva ahora.

Sujeto nuevamente el diario de Itzel y continuo leyendo...

“ Querido diario...

Estoy decidida a acabar con todo esto.
¡Esto es demasiado para mi!
¡No puedo! En verdad ¡no puedo! ¡no soy fuerte! ¡No soy valiente! ¡soy una tonta! ¡No merezco respirar! ¡No puedo! Dios... No puedo...

Necesito terminar con esto ahora.

Ya no espero tu ayuda...
Ya no espero la ayuda de nadie...

Ahora solo quiero desaparecer...
Quiero irme con papá.
Quiero estar con Drake.

Esta bien...
Angeline a ganado...
Ella nos gano a todos...
Ella nos derroto.

El amor no es fuerte...
El amor no rompe barreras...
El amor no lo es todo...
El amor traiciona a las personas...

Me acerco a Angeline con la actitud de un débil animal con miedo e indecisión. La miró sintiéndome basura a su lado y ella solo se limita a darme una sonrisa arrogante. Mis manos se me ponen frías y mi corazón se acelera.
Pienso dos veces lo que estoy apunto de decir, pero me doy cuenta que no tiene sentido analizarlo tanto y con un tono de voz débil y apagado le digo