Two.

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Eres tan hermosa.

No puedo dejar de observarte, tu
piel debe de ser muy suave.

Vine a verte a ti, no a las estúpidas
de tus amigas.

Owww, me estas buscando con la
mirada.

Me gustaría besarte en estos
momentos.

¿Quién eres?
¿Cómo sabes mi numero?

Yo se todo sobre ti, mi amor.

Se que el idiota de tu ex te pidió
fotos desnuda. Se que no lo hiciste.

Se que el imbécil te robo a una de tus
mejores amigas.

Se que mañana debes volver antes de
las nueve.

Se que no te gusta el café negro.

Amas escuchar musica.

Se que te tocas a ti misma todas las
noches, y no sabes como me pone
eso.

Y no sabes como me pone furioso
que me ignores.

(...)

No había recibido mas mensajes se aquel desconocido, realmente es inquietante, sabe demasiado, seguro es el estúpido de mi ex novio queriendo gastarme una broma.

Seguí atendiendo pedidos por la ventanilla de autoservicio, escuche el sonido de la campana y atendí.

—Buenas noches, ¿puedo tomar su orden?—el silencio del otro lado se hizo presente, una voz aterciopelada comenzó a hablar, el motor de su auto hacia demasiado ruido.

—Quiero ordenar unas papás fritas y un café...

—De acuerdo, serian $25 dolares, siga adelante donde se le entregara su pedido... —el motor del auto seguía sonando por la bocina, de pronto este se apago y aquella voz con un tono molesto volvió a sonar.

—Dije gracias.

—Oh, lo siento, no logre escucharlo...es un placer.

Aún aturdida por el encuentro anterior tome la orden del hombre y fui hasta la ventanilla para entregársela, pude visualizar parte de su rostro, una gorra que le cubría hasta los ojos y una sonrisa blanca en mi dirección causando escalofríos.

—Aquí tiene...

—Gracias...Lexy, linda trenza—. Tomo la bolsa y su mano se extendió hasta mi brazo casi jalandome hacia el, tienes una piel muy suave, Lexy.

—Que tenga buena noche...—me retire sutilmente cerrando la ventanilla.

Cuando regrese al mostrador por mi teléfono, pude verlo en parado en los ventanales de afuera, al verme su sonrisa apareció.

—¿Qué se le ofrece?—pregunte por el otro lado del cristal.

—Derrame mi café en mi regazo, ¿podrias darme servilletas, Lexy?

Después de una pelea conmigo misma, le pase las servilletas por debajo de la puerta y el hombre se retiró volviendo a decir gracias.

Al finalizar mi turno, ya en los vestidores comencé a retirar mi camisa, cuando observe esta un escalofrío recorrió mi columna vertebral. Había olvidado colocar la placa con mi nombre esta mañana, no había manera de que alguien supiera mi nombre. Y el lo sabía.

Era él.


Edite este capítulo. :0

Kidnapped [Shawn Mendes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora