Nineteen.

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D:

Bajamos del auto, paso su brazo alrededor se mi cintura para mantenerme a su lado, cruzamos el inmenso jardín hasta llegar frente a la puerta principal, se escuchaban voces del otro lado, sobre todo masculinas, creo que sólo eran masculinas. Abrieron la puerta y me estremecí al ver un hombre fornido de la misma estatura de Shawn, llevaba tatuajes y un cigarro en su boca.

—Mendes...—así que se apellida Mendes, Shawn Mendes. Mendes Shawn —te estábamos esperando, también a ti —su mano se acerco a mi cara.

—Aleja tu mano si no quieres que te la corte y después te obligue a tragarla —el hombre sonrió retrocediendo.

—Parece que Cameron tenía razón, eres alguien importante.

Entramos a la casa que tenía un aroma a marihuana y alcohol, fruncí el ceño ante el fuerte aroma que esta poseía, caminamos por un pasillo obscuro que llegaba hasta la mesa donde todos estaban jugando lo que parecía ser pocker.

—El es Cameron — susurró en mi oído señalando al moreno en el final de la mesa tomando de una copa mientras gritaba al haber ganado.

—¿Por qué estas con esta clase de personas? —susurre tratando de alejarme pero su agarre no se aflojó.

—Creeme que no es por gusto...

—¡Shawn! ¡Ven aquí, juguemos una partida!— Cameron rugió al final de la mesa sonriendo en mi dirección —¡El premio es tu chica!

Shawn sonrió sin gracia, antes de responder.

—Y al perdedor le cortamos las pelotas, si yo fuera tu no entraría a la partida.

—Era una broma, ven toma asiento.

—¿Silla o mi regazo?— volvió a susurrar en mi oído.

—T-tu regazo... —beso mi mejilla antes de caminar hasta la silla a un lado de Cameron y acomodarme entre sus piernas, creo que estaba agradecida de que me haya arrancado esos shorts, todos aquí parecían una jauría de perros.

—Hola, linda, escuche que traías a este hombre llorando como marica — Shawn rodó los ojos ante el comentario del aperlado que se encontraba riendo — pero dejame decirte que el chico no se acostó con aquella muñeca plástica, ese fui yo— sonrió ¿orgulloso?

Después de unas cuantas palabras todos comenzaron a jugar, por alguna rara razón Shawn había ganado en la mayoría de partidas, solía hacer el pocker o juntar tercias con pares. Sentí una sudorosa mano deslizarse por mi muslo, Shawn sostenía sus cartas con ambas manos, Cameron me miraba con un dedo en sus manos indicando que guardara silencio, me removí entre las piernas de Shawn y este se quejo.

—Mi amor, no hagas eso o pronto sentirás algo presionar contra ti... —dejo un beso sobre mi barbilla volviendo al juego.

La mano del moreno no se movía, apretó esta provocando que saltara y todos me vieran.

—¿Estas bien?

—Necestio ir al baño...

—Arriba al fondo, la puerta color verde, linda —dijo Cameron para después guiñarme un ojo.

Subí las escaleras jadeando, comenzaba a entender porque Shawn no había querido traerme a este lugar. Llegue a donde la puerta y al abrirla pude ver a una pelirroja con un hombre en la bañera, di un salto en mi lugar cerrando la puerta de inmediato. Estaba mareada y aturdida gracias a la estúpida marihuana que todos fumaban allá abajo y aún podía respirar se aquí arriba. Un hombre se sentó a mi lado y trate de alejarme pero su voz me detuvo.

Kidnapped [Shawn Mendes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora