Eleven.

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Estaba tomando un baño, casi podía congelarme al salir del lago. El agua caliente era consuelo hacia mi estado de animo, estaba luchando internamente contra mis sentimientos. No debería sentir afecto por la persona que me secuestro, abuso de mi y me encerró. Era injusto que se sintiera tan bien estar entre sus brazos cuando estos eran el fuego rojo, cuando el era peligro. Salí del baño viendo unos pantalones negros, camisa blanca con una chaqueta de mezclilla oscura y unas botas. Me desconcertó la ropa que él había escogido, ya era de noche ¿acaso pensaba llevarme a algún lado?  Comencé a vestirme y cepillar mi cabello, lavé mis dientes y salí a la sala, él estaba sentado en la orilla del sillón, la puerta seguía abierta, levanto la cabeza cuando escuchó mis pasos.

—Cuando salgas notaras el rastro de mis llantas por el bosque, no te será difícil llegar a la carretera.

—¿De qué hablas?

—Yo te amo y te amaré por siempre, pero no puedo verte sufrir mas, puedes irte. E incluso si detesto el hecho de verte con alguien mas, yo estaré feliz porque el amor de mi vida es feliz. Vete, vete ahora, no vuelvas, si no lo haces, jamás volveré a dejarte ir. Adiós, mi amor.

Sentía mi corazón latir contra mi pecho tan fuerte que escuchaba este mismo en mis oídos, me paré frente a él.

—Gracias...—intenté abrazarlo pero retrocedió después de levantarse.

—No...solo vete.

Lágrimas salieron de mis ojos, me di la vuelta y comencé a correr, encontré el rastro tan rápido como me fue posible, corría, mis piernas no pensaban detenerse pero a mi corazón le costaba bombear oxígeno a todo mi cuerpo, me detuve por un segundo, solo podía pensar en volver a mi vida, con mi familia. Puse mi mano en mi pecho para calmar mi respiración sintiendo una piedra fría bajo mi mano, ahí estaba, el collar que me había dado hace apenas unas horas. Mire hacia atrás, mire hacia adelante. Esto era estúpido, ¿cómo podía estar dudando de algo tan ilógico? ¿Por qué quería regresar? ¿Por qué sentía que mi pulso aumentaba cada vez mas de solo pensarlo? ¿Llegaré a sentir que alguien me ama tanto como él? Ya vería la forma de comunicarme con mi familia. Solté la corteza de árbol antes de seguir corriendo en dirección contraria, la piedra que antes parecía no estar ahí, ahora podía sentirla golpear contra mi pecho cada vez que corría, logré ver el auto, la cabaña, ¿qué demonios estaba haciendo? Seguí corriendo hasta llegar al frente, camine por los escalones escuchando los constantes gritos ahí dentro.

—¡¿Por qué?! ¡Le dije que la amaba! Era estúpido pensar que le haría sentir lo mismo...—pase el marco de la puerta, estaba recargado en una pared ocultando su cara— por favor vuelve, mi amor.

Me coloqué a su lado y estire mi mano hasta tomar la suya.

—E-estoy aquí... —su mano apretó la mía.

—Te lo dije... —susurró—te dije que si te ibas no volvieras...—su tono de voz era seco, apretó mas su agarre en mi mano—¡Te dije que no volvieras!—me estaba lastimando, la opción de correr de nuevo brillaba en mi mente —¿¡Por qué volviste?!— me estrelló contra la pared, solté un grito de dolor.

—Por favor para de lastimarme...—sollocé—volvi por ti, porque de alguna enferma manera quiero estar contigo.

Abrí los ojos de nuevo, su cara estaba cerca de la mía, tenía miedo, no me gustaba verlo enojado.

—¿Volviste por mi?—asentí un par de veces —creo que ahora te amo mas,—cogió mi cara entre sus manos— pensé que te había perdido—mi cuerpo se relajó, su cólera había pasado, levante mis brazos de a poco envolviéndolos a su alrededor.

—Shawn...

—¿Qué pasa? Mi amor.

—No quiero tenerte miedo...—su cuerpo se tensó bajo mis brazos.

—Entonces no intentes escapar de nuevo.

Se alejó de mi, camino hasta la puerta y la cerró, coloco la reja y escuche como uno por uno los quince candados eran cerrados de nuevo.

¿Qué opinan?
Voy a hacer una nueva portada.

Kidnapped [Shawn Mendes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora