Parte X

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Después de una siesta de 16 horas, Nico salió del departamento en busca de Michael, cuando llegó encontró una ambulancia frente al edificio, dio unos pasos hacia el lugar antes de sentir un tirón en las costillas, esa era una mala señal, algo no estaba bien, cuando sentía eso significaba que la muerte estaba a punto de llevarse a alguien cercano… En eso salió una camilla con Michael en ella, Mon se mantenía cerca de su hermano, cuando se dio cuenta que Nico estaba ahí, no necesitó decir nada para comprender lo que había pasado, pero aun así, vio las muñecas de Michael y un escalofrío recorrió la espina vertebral del hijo de Hades.

“Padre, por favor, él no…”, fue lo único que pensó Nico cuando vio a la ambulancia alejarse. Por un momento se quedó en la acera en shock, ¿por qué ahora?, tenía que encontrar a Michael, pero había muchos hospitales hasta donde sabía, sin embargo confiaba en su instinto, volvió al callejón y desapareció. Cuando volvió a tomar forma, Nico di Angelo se apresuró a entrar al hospital y supo que había acertado cuando vio a Mon en la sala de espera, tenía la cara hinchada de tanto llorar e iba despeinada.

-¿Qué pasó?- Mon ni siquiera lo miró cuando le habló- Mon, por favor háblame, dime qué paso.

La hermana de Michael mantuvo su silencio hasta que se aclaró la garganta para poder hablar.

-Lleva días así, creí que podría soportarlo, pero dejó de asistir a terapia y pasaba más tiempo encerrado, a veces hablaba en sueños y decía tu nombre… no te culpo, Nico, sólo quiero que mi hermano esté bien, pero no puedo soportar otra cosa así. Por lo que te pido que no te le acerques de nuevo, sabes que la vida de mi hermano ha sido difícil, y que no maneja muy bien las despedidas- la voz de Mon sonaba rota, sin pizca de emoción, debieron ser días difíciles.

-No planeo decirle adiós a tu hermano, si tuve que irme fue por mi primo, tenía que encontrarlo, no creí que Michael empeorara cuando no estuviera.

-Nadie lo esperaba- Mon se soltó a llorar y Nico la abrazó.

Entendía la preocupación por alguien querido, podría no ser la persona más expresiva, pero siempre se preocupaba por sus amigos, y ahora por la vida de Michael. El resto de esa noche, Michael permaneció en observación, había perdido mucha sangre, al parecer lo que quería esta vez era terminar en la morgue, no eran las cortadas de siempre.

Michael permaneció dos días más en el hospital para ser trasladado al área psiquiátrica y las visitas no estaban permitidas para personas que no fueran familiares directos, eso no detuvo a Nico de estar cerca del hospital, merodeaba cerca todo el tiempo, Percy lo había encontrado después de tres días sin aparecer en el departamento, trató de convencer a Nico de que regresara a dormir, pero él se negó, dijo que tenía que estar cerca del hospital hasta que Michael saliera. Después del quinto día, Nico sabía de memoria las tiendas que estaban a tres manzanas a la redonda, una de ellas era una tienda de instrumentos musicales, después de pensarlo un poco Nico entró y compró una guitarra, tenía algo en mente. Por lo que Mon le había comentado, Michael permanecería ahí un mes, así que no tenía caso estar todo el día ahí, fue entonces que decidió regresar al departamento con su guitarra nueva, aunque Paul y la señora Jackson le dijeron que fuera a la escuela, Nico permaneció encerrado en su cuarto tomando clases de guitarra online, después de un mes, había logrado aprender cinco canciones, todas ellas hacían que pensara en Michael, y en todo lo que quería decirle.

El día que iban a dar de alta por completo a Michael, Nico se bañó y fue directo al departamento, cuando llegó Mon y Michael salían del taxi, por un momento creyó que Mon no lo dejaría acercarse a su hermano, pero no dijo nada cuando lo vio caminar hacia ellos. La mirada de Michael era una mezcla de felicidad, vergüenza y enojo, no lo culpaba, sabía que irse sin avisar no había sido muy bueno para Michael.

-Hola- Nico estaba preparándose para el reclamo de Michael, pero él solo lo miró sin decir nada. El silencio estaba matando a Nico, pero Mon intercedió.

-Será mejor que subamos, ven Nico- al parecer Mon en serio no culpaba a Nico, lo cual era un alivio.

Nico siguió a los hermanos sin decir nada, cuando entraron al departamento Mon fue directo a la cocina a preparar algo para su hermano y Michael fue a su cuarto, Nico lo siguió pensando en lo que le diría, probablemente le gritaría o le diría que no querría volver a verlo.

-¿Cuándo llegaste?- la voz de Michael sonaba muy tenue.

-Cuando…- Nico no sabía cómo continuar.

-Ah, me viste en la ambulancia- Michael se sentó en la cama y Nico se quedó de pie, cerró la puerta y siguió mirando a Michael.

-Sí, acababa de llegar a la ciudad.

El silencio era incómodo, pero Nico no sabía que decir, o como empezar a explicarse.

-Fui a buscar a mi primo, era el único que podía hacerlo entrar en razón.

Michael seguía callado, ahora ni siquiera lo miraba, estaba dirigiendo su vista a la ventana.

-Mientras buscaba a Percy me di cuenta de lo idiota que he sido… Me di cuenta de lo que siento por ti.

Michael volteó a verlo, en sus ojos había sorpresa, Nico tenía que seguir.

-No había momento en que no pensara en ti Michael, cada que cerraba los ojos podía verte sonreír, cuando creí que estaba solo, recordé que tú me hacías sentir más fuerte, regresé por ti… Regrese a decirte que estoy perdidamente enamorado de ti Michael Evans, fui un estúpido en no darme cuenta antes.

Michael se quedó mirándolo, Nico sentía que sus piernas se doblaban, tal vez Michael no sentía lo mismo por él, tal vez esto había sido un error. Cuando Nico dio la vuelta,  dispuesto a irse del departamento, sintió que Michael lo tomaba de la mano, antes de que diera un paso más fuera del cuarto.

-De los dos, soy el más listo.

-Siempre lo supe- Nico no pudo esperar más y besó a Michael, había estado nervioso al respecto, jamás había besado a alguien. Cuando se separaron, Nico sentía que su corazón iba a mil por hora.

-Podría acostumbrarme a esto- Michael por primera vez sonaba alegre, incluso sus ojos brillaban.

-Yo creo que habrá más momentos así, si es que así lo quieres.

-Claro que quiero, no he estado esperando meses por nada.

Esta vez Michael besó a Nico, que le respondió el beso mientras enterraba los dedos en el cabello de Michael, al mismo tiempo que  las manos de Michael subían por su abdomen, hasta llegar al cuello de su playera y jalarlo más hacia él.

Cuando la mano de Michael llegó a donde estaba su nuevo tatuaje, bajó la mirada para verlo.

-Regresaste con un tatuaje.

-Es una promesa

-Me gusta, te ves sexy

Nico se sonrojó, las olas en su piel ya no dolían, después de todo lo que había vivido, una aguja no iba a significar gran problema. Nico volvió a besar a Michael, en verdad esto era lo más cercano al cielo, lo tomó del cuello para acercarlo más, por su parte Michael iba caminando hacia la cama, hasta que ambos estuvieron sentados.

-No puedo creer que esté pasando esto

-No pienses más Michael, sólo bésame.

El ascenso y caída de Nico di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora