Parte XII

1K 60 5
                                    

En la última semana de noviembre, Nico y Michael se estaban preparando para un proyecto de Ciencias, así que parte del tiempo juntos la pasaban leyendo libros y artículos en internet, eran la única pareja gay “oficial” del Instituto, pero después de unos pequeños incidentes en donde Nico se las arregló para que los tipos que tuvieron la brillante idea de molestarlos terminaran con algunos golpes sin testigos que pudieran señalarlo como la persona detrás de eso, además de unas semanas de pesadillas con esqueletos saliendo de callejones oscuros; de ahí en fuera nadie se metía con ellos.

Cuando llegó el viernes ya tenían todo listo, así que decidieron salir por un café como celebración, eran un equipo de trabajo muy bueno, los profesores les gustaban los trabajos y siempre recibían buenas calificaciones.

-¿Qué quieres hacer mañana?- Michael se veía increíble con la cazadora de Nico, se la había prestado y no tenía problemas al ver a su novio con la chaqueta.

-Tenía pensado ayudar a Percy con un trabajo en la mañana, ¿qué tienes pensado?

-Podríamos ir a la playa- Nico comenzó a negar- Bueno, la playa no, podríamos ir a Central Park…

-Me gusta esa idea, quiero tomarme un tiempo sin preocuparme por la tarea.

-¿Qué tal va Percy?

-Pues, ya va a terminar sus clases, se va a graduar al mismo tiempo que nosotros, eso y su trabajo en el zoológico lo mantienen ocupado. Creo que si se está animando a estudiar biología marina, pero la dislexia no ayuda mucho…

-Podría buscar podcasts, o videos, digo, para que no tenga que leer mucho.

-Se lo diré, no quiero que se desanime. Tal vez en el campamento romano esté esa carrera, así podría ver a su novia.

-¿Cómo se llama?- Michael siempre sentía curiosidad, y cada vez que podía le hacía preguntas a Nico sobre los demás semidioses.

-Anabeth, es hija de Atenea. Una cerebrito.

-¿Te cae bien?

-Sí, Percy podrá ser el hijo de Poseidón, pero las ideas que han salvado a todos vienen de ella.

Siguieron hablando hasta que el café cerró, así que Nico acompañó a su novio al departamento, la noche era fresca, de todos modos Nico no tenía frío, había estado en lugares en donde en verdad hacía frío, así que una fresca brisa no lo hacía sentirse incómodo.  Cuando estaban cerca del departamento, Nico sintió un leve cambio en la noche, inmediatamente se puso en guardia, no traía su espada, así que tuvo que buscar disimuladamente un cuchillo que había tomado del palacio de su padre.

-Michael, cuando diga que corras lo haces, no mires atrás, quiero que llegues al departamento tan rápido como puedas.

-¿Por qué? ¿Qué pasa?

Antes de que Nico pudiera responder, aparecieron frente a ellos dos figuras desconocidas, pero el instinto del hijo de Hades le decía que tenía que tener mucho cuidado.

-¿Quiénes son?- la voz de Nico sonó firme.

-Nico di Angelo, el pequeño hijo del inframundo, ¿dónde está tu padre para que te cuide?- el tipo de la derecha fue el que habló, parecían dos hermanos pero sus rostros advertían peligro.

-No sé quiénes sean, pero será mejor que se vayan. Si saben quién soy, sabrán de lo que soy capaz.

-No tan rápido, apenas nos estamos conociendo- los ojos del tipo de la izquierda comenzaron a brillar de una manera que no le gustó a Nico.

-Después de todo, estamos en familia- dicho esto el tipo de la derecha comenzó a cambiar, Nico se sorprendió al tener enfrente a su padre, tenía la túnica que usaba en los juicios, es decir, la más terrorífica de todas.

El ascenso y caída de Nico di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora