Parte XIV

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Durante buena parte de diciembre Nico, Percy y Jason pasaron mucho tiempo rodeados de libros y aunque no les gustaba la idea, tuvieron que usar las laptops de Sally y de Paul, primero para ayudar a Jason en su examen, el cual aprobó con la máxima calificación; luego vinieron unos exámenes de Nico en donde Michael también se pasó por el departamento. Cuando Jason conoció a Michael lloró de felicidad, lo abrazó lo cual sorprendió al novio de Nico, pero en seguida se volvieron amigos, aunque a Nico no le gustara reconocerlo en voz alta, Jason era muy carismático y las personas se sentían atraídas por él. Así fue como las últimas semanas de clases Michael se la pasaba muy seguido en el departamento y Sally Jackson estaba encantada de tenerlo también por ahí, aunque ahora Nico tenía que comprar comida como para un ejército ya que su novio adoptó fácilmente el nuevo estilo de comer de Percy, y Jason no se quedaba atrás, entre los cuatro comían lo que era para 10 personas.

Quirón se había mostrado interesado ante la teoría de los tres sobre que los ataques no habían sido coincidencia, así que les prometió hablar sobre el tema en el Olimpo, pero no se había vuelto a comunicar después de eso.

Cuando hubieron terminado las clases los tres semidioses pasaron a la siguiente fase del plan, buscar una universidad o universidades que estuvieran cerca que tuvieran las carreras que buscaban, todo parecía estar yendo muy bien, pero como Nico ya no viajaba por las sombras no estaba lo suficientemente cansado como para evitar las pesadillas, así que comenzaron a presentarse, al principio eran simples vistazos del Inframundo, a veces veía a su padre enojado, más de lo normal, lo cual era demasiado terrorífico, no entendía como pudo soportar pasar demasiado tiempo allá abajo, pero hubo una vez que era su hogar, el único lugar en donde lo recibían. Ese lugar en donde una diosa como Perséfone se debilitaba, era el lugar donde Nico creció y aprendió sobre sus poderes. Con el paso del tiempo las pesadillas dejaron de mostrar a su padre, ahora lo mostraban en un carro parecido al que Hades utilizó en la guerra contra los titanes, Nico estaba conduciéndolo, solo que costaba creerle que la persona que estaba sobre el carro era él, ya que se notaba una mirada diferente, muy parecida a la de su padre y eso asustaba a Nico, ya que esa figura no tenía nada de humanidad, se veía despiadada y sin un toque de sentimientos. Aunque quiso convencerse que no era él, reconoció el anillo que su padre le dio; cabe decir que Hades podría tener mala fama, pero le había hecho regalos a Nico, entre ellos el anillo y la espada de Estigio, la espada podía absorber la energía vital de sus enemigos, mientras que el anillo había pertenecido al mismo Hades, pero por alguna razón se lo había heredado a su hijo.

Cada vez que se veía en sueños, Nico pasaba por diferentes ciudades y a su paso dejaba un paisaje totalmente diferente al que había estado antes de que llegara, reconoció Venecia y le dolió verla triste y sin vida cuando pasó por ahí; no sabía que significaba eso, no entendía cómo es que él podría hacer algo semejante, estaba demasiado confundido pero sobre todo enojado, no sabía con quién debería enojarse, pero creía que se merecía un momento de felicidad con sus amigos y su novio, así que trató de olvidar esos sueños y no habló con nadie de ellos.

El ascenso y caída de Nico di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora