Parte IV

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Pasar el resto del verano en el Campamento no iba tan mal como Nico esperaba, Percy lo acompañaba todo el tiempo, incluso se había dado cuenta que el hijo del dios del mar era responsable de que los murmullos de los otros campistas disminuyeran cada que Nico ponía un pie en cualquiera de las clases, eso lo agradecía, desde que había hablado con su padre Nico se había propuesto encajar en algún sitio, y esperaba que ese lugar fuera el campamento, sin embargo el verano iba a terminar por lo que Nico tendría dos opciones: quedarse en la cabina 13 o ir a otro sitio, la pregunta era: ¿quién estaría dispuesto a tener a un hijo de los tres grandes, que por cierto asustaba a todo aquel que se acercara?, las opciones eran muy pocas y el tiempo se agotaba.

La última semana de verano Nico estaba armándose de valor para pedirle a Percy que lo dejara vivir con él en NY, aunque dudaba que eso fuera una buena idea, por lo que rápidamente pasaba a la siguiente opción: quedarse solo en el campamento, esperando que los campistas que quedaran fueran lo mínimo para no tener que volver a empezar con los murmullos.

Era el último lunes del campamento, esa noche Nico había tenido un sueño en donde volvía a tener 10 años y veía a Percy por primera vez, ver a su héroe en acción había significado mucho para él, en ese entonces Percy era mucho más alto que Nico y parecía más imponente, desde ese día supo que quería ser parte de ese mundo, sin embargo no tardó mucho en darse cuenta que eso significaría mucho dolor, aunque ya pasaron 8 años, en ocasiones Nico volvía a sentirse como ese niño junto al gran Percy Jackson, lo cual era ridículo porque ambos estaban de la misma altura. Cuando ya estaba listo para ir a desayunar, Nico se propuso que hablaría con Percy, esperaba que todo saliera bien.

Fue directo a desayunar esperando ver a su primo ahí, sin embargo se llevó una sorpresa al ver a su otro primo sentado junto a Percy.

-¡Jason! ¿Qué haces aquí?

Nico se acercó a su primo y este se levantó al verlo junto a él, por un breve momento se quedaron viendo, hasta que Nico abrazó a Jason, éste pareció sorprendido pero le respondió el abrazo de manera efusiva. Podía ver la cara de los campistas al ver a los dos primos saludarse, pero no le importó en lo más mínimo.

-Ya puedes soltarme Jason

-Ni creas, un momento como este debe durar para la eternidad

-Es en serio Jason, ya suéltame

Parecía que estaba atrapado en el abrazo de Jason, él siempre había sido más musculoso que Nico, por lo que no podía hacer mucho para alejarse. Después de un rato, Jason lo soltó mientras reía al ver la cara enojada de Nico.

-Me da gusto verte Nick

-¿Nick? ¿Desde cuándo lo llamas Nick?, la cara de Percy estaba llena de curiosidad

-Así es como los amigos de Nick lo llamamos, ¿cierto?

Nico no sabía si reír o tirar a Jason al lago, por lo que mejor se sentó frente a sus primos y Jason le pasó fruta para que desayunara.

-Gracias, pero ahora dime ¿qué haces aquí Grace? Se supone que estabas en el campamento Júpiter siendo todo un romano.

-Pensé que me extrañabas así que decidí venir a ver a mi primo Nick

-¿Te peleaste con Piper?

Jason casi escupió el jugo de naranja que estaba tomando, por la cara que puso Nico adivinó que había acertado.

-¿Por qué lo dices?

-Sólo adiviné… Lo siento.

Percy dirigía la mirada a uno y a otro con los ojos abiertos.

-¿Nick? ¿Por qué te dice Nick? Dimeeeeeeeeeeeeeeeeee

-Jackson, compórtate, tenemos a un amigo con un problema

-Pero díganme, porque yo también soy tu amigo Nico. ¿Quieres que también te diga Nick?

Nico suspiró, no sabía qué era más incómodo, que Percy le dijera Nick o tener que hablar con Jason sobre su vida amorosa, pero hacía mucho que no hablaba con Jason así que decidió hablar con él mientras caminaban por el bosque. A Percy no le agradó la idea, pero Nico insistió en que alguien tenía que hablar con él.

Al parecer todo había sido un malentendido, por lo que Nico le aconsejó a Jason esperar a que Piper se calmara y se decidiera arreglar las cosas.

-¿Desde cuándo te volviste un experto en esto de las relaciones de pareja?, le dio un codazo amistoso a Nico, a pesar de que estaba preocupado por Piper, Jason se veía tranquilo.

-No empieces

-¿No le has dicho nada a Percy?

-Por supuesto que no, ¿por qué lo haría?

-Para pasar página, llevas con eso años, es hora de que Nico di Angelo haga algo con su vida.

-¿Cómo qué?

-Podrías salir con alguien, ¿no lo has pensado?, te podría acompañar a un bar gay, estoy seguro de que harían fila para salir contigo.

-Sabes que no soy así…

-Vamos Nick, me preocupas, siempre estás solo cuando no estamos Hazel, Percy o yo cerca, y además con él tienes ese asunto que no te deja en paz.

Nico se quedó callado, era verdad lo que le decía su primo, sin embargo se había jurado que nunca le diría a Percy al respecto.

-¿Sabes qué?, no te voy a presionar Nico, pero deberías hacer algo. No me gusta verte así, tan…

-¿Resignado a morir solo?

-No, tan triste. Eres un gran chico, a Bianca no…

-No menciones a mi hermana Grace.

Toda esa conversación había puesto sensible a Nico, por lo que dio media vuelta y se dirigió a su cabaña dejando a su primo solo. No quería pensar en lo que le había dicho Jason, aunque sabía que tenía razón, había que pasar página, pero no sabía cómo.

Apenas se había acostado en su cama cuando escuchó los pasos de Percy entrando a la cabaña, ¿por qué no podía tocar la puerta?, ni siquiera volteó a verlo y siguió contemplando el techo.

-¿Ya puedes decirme desde cuando tú y Jason son amigos?

-Eso no importa Percy

-Pero creí que yo era tu amigo

-Lo eres, sólo que Jason…

-No quiero escuchar más, si prefieres ser amigo de Grace es tu decisión…

Nico no pudo evitar sonreír al escuchar eso, volteó a ver a Percy y vio que estaba haciendo gestos como niño pequeño y se había cruzado de brazos, era imposible resistirse a esos ojos.

-¿Estás celoso?

-Cállate di Angelo…

-No lo puedo creer, Percy Jackson está celoso de Jason Grace

Percy mantenía su postura de berrinche, lo que hacía que Nico quisiera acercarse a él. No tenía idea cómo alguien podía negarle algo.

-Vamos Percy, sólo paso, no es gran cosa.

-Claro que es gran cosa, no dejas que nadie se acerque, pero llega Jason y eres el señor abrazos y te conviertes en su terapeuta.

-Yo no lo describiría así. Cuando decidas de comportarte como un niño, quiero hablar contigo sobre algo.

Percy trató de mantenerse digno, sin embargo su curiosidad fue más grande, tal vez el momento de que el hijo de Hades comenzara a tomar las riendas de su vida había llegado.

El ascenso y caída de Nico di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora