Parte XVIII

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El hecho de que Jason había crecido en un campamento lleno de reglas y disciplina había ocasionado que su método de entrenamiento dejara a Michael agotado la primera semana, pero Nico tenía que reconocer que su novio tenía agallas, a pesar de que se le veía cansado no faltó nunca a las clases de Jason. Percy y él, por su parte entrenaban a parte en otra área del parque, Nico era muy bueno con la espada y Percy le pidió que lo ayudara a mejorar, así que todas las mañanas los cuatro chicos se veían en el parque en una zona que los sátiros custodiaban y que tenía un toque extra de Grover para que ningún mortal se acercara, a menos que algún semidiós lo invitara a pasar.

Después de la primera semana, Michael comenzó a verse más atlético, sus músculos se marcaban cada vez más lo que Nico encontraba irresistible, tenía que agradecerle a Jason el que su novio se viera más sexy, lo que hacía que cada que estuvieran solos no se pudieran quitar las manos de encima, por lo regular, cuando Nico regresaba al departamento después de ir a dejar a Michael al suyo, tenía marcas de uñas en la espalda, además de que regresaba con una sonrisa que delataba lo que había estado haciendo.

Cuando regresaron a clases Michael y Nico tuvieron que hacer unos ajustes a su rutina de entrenamiento, la recorrieron más temprano para que ambos pudieran llegar a clases, mientras que Percy y Jason estudiaban un poco, luego iban al trabajo que Percy también le había conseguido en el zoológico, y cuando Nico llegaba para comer, Percy se tenía que ir a sus clases. Todo iba bien, como una rutina ensayada durante años, que Nico no sentía pasar los días, hasta que Jason le dijo que mañana era su cumpleaños y que Leo, Hazel y Frank vendrían al departamento.

-Se me olvidó por completo que mi cumpleaños es mañana

-Ya dile a Michael que te dé un poco de tiempo de pensar en otras cosas- Nico le aventó una almohada que Jason atrapó.

-Calla, ¿por qué no invitaste a Piper?, ya sé que no somos amigos ni nada, pero…

-No he hablado con ella en mucho tiempo, además no quería que Percy se sintiera mal, Anabeth tampoco viene.

-Es una pena, deberían arreglar las cosas.

-Lo sé, Hazel dice que la ha visto muy ocupada con cosas de la universidad

-¿La ha visto?

-Sí, ya regresó de su viaje y está como siempre metida en una pila de libros.

-¿Todavía quieres a Piper?

-No sé Nico, creo que sí, pero me dolió que ella no confió en mí cuando pasó lo del malentendido, si ella quisiera que volviéramos tendríamos que arreglar eso primero.

-Podrías decirle a Leo que la traiga, Percy entenderá… O podrías ir a verla durante el verano.

-¿Ir al campamento mestizo? No sé Nico, ¿qué tal si no me quiere ver?

-¿Qué tal si sí? Creo que este verano te mandaré al campamento y a Percy a que vaya a ver a Anabeth, así tenga que llevarlos a rastras.

-Ya quisieras Nick, no puedes conmigo.

Nico se lanzó sobre su amigo y Jason trató de esquivarlo, pero Nico se las arreglaba para tener bajo control al hijo de Júpiter. Cuando Percy llegó encontró a Nico sentado sobre la espalda de Jason que estaba inmovilizado.

-¿Qué pasa?

-Nada, quería probar mi punto. Jason no puede conmigo. Y Percy… no dudes que también puedo vencerte.

Dicho eso se paró y fue a ducharse, mañana iba a ser un día muy ajetreado, vendrían personas, y Nico sabía que no era el mejor cuando se trataba de relacionarse con personas, pero al menos vería a Hazel, ya se imaginaba el reclamo de su hermana por tantos meses de no comunicarse con ella.

El ascenso y caída de Nico di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora