Parte XX

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Tres días después del cumpleaños de Nico di Angelo los problemas comenzaron, Nico y Michael estaban en clase cuando se escuchó una fuerte explosión, con una mirada Nico le advirtió a Michael que tuviera cerca su espada-navaja, por suerte esta vez sí llevaba su espada de hierro de Estigio que los mortales creían que era un palo de lacrosse. Sus compañeros se asustaron y gritaron, por lo que el profesor les pidió que salieran del salón de clases, Nico y Michael hicieron lo mismo, cuando salieron al pasillo se vio a toda la escuela corriendo hacia la salida, no sabía lo que los otros estudiantes veían, pero Nico fue el primero que lo distinguió en el fondo del pasillo: Deimos, haciendo lo mejor que sabe hacer, los rostros de los chicos denotaban terror puro.

-Michael, sal de aquí, ve al departamento y dile a Percy y a Jason lo que está pasando- trató de decirlo de la manera más calmada que pudo, pero no fue suficiente, Michael ya lo había visto.

-No te voy a dejar solo- el corazón de Nico se aceleró, tenía que sacar a Michael de ahí.

-Haz lo que te digo, estaré bien, solo es él.

-¡No!, lo prometiste, siempre juntos, ¿recuerdas?

-Estaré contigo cuando acabe con él, ve- Nico hacía un esfuerzo enorme por calmar su voz.

Michael salió de la escuela y Nico se sintió más tranquilo, cuando volvió a ver a Deimos, su hermano Fobos ya estaba junto a él. Al parecer esto iba a ponerse interesante, toda la escuela estaba desierta, así que no habría testigos, lo que facilitaba todo para Nico.

-Los perdedores vuelven a dar la cara… gracias por sacarme de clases, por cierto.

-Hijo de Hades, es momento de que pagues por lo que nos hiciste- dijeron al unísono, le recordaron a Nico las gemelas de la película el resplandor.

-Me parece que hoy no será ese día- Nico sonrió y se preparó para atacarlos.

Ambos se lanzaron y comenzaron a pelear con espadas enormes, Nico logró mantenerlos a raya hasta que Percy y Jason llegaron, entre los tres lograron reducir a los hermanos. El hijo de Hades se sentía emocionado, eso había sido demasiado fácil. De pronto unos pasos alertaron a los semidioses que tenían compañía, se acercaba un grupo de telekhines y  lestrigones, Nico sabía que era el momento de hacer su truco.

-Padre, por favor dame fuerzas- dicho esto atravesó el pasillo con su espada y a partir de la rajadura comenzaron a salir guerreros esqueleto, por un minuto Nico se sintió débil, pero después de unas respiraciones volvió a la carga. Era increíble pelear junto a Jason y Percy, entre los tres mantenían a raya a los dioses al mismo tiempo que los guerreros atacaban a los demonios y gigantes.

Después de muchos intentos de los hijos de Ares, Percy y Jason lograron herirlos, Nico quería cobrarse lo que le habían hecho a su novio, así que espero el momento idóneo para también hacerles daño, ese momento llegó pronto y con su espada le hizo un corte a Deimos, pudo ver como la energía salía del cuerpo del dios y se dirigía a su espada, era difícil describirlo pero parecía que la espada vibraba y eso emocionó más al hijo de Hades.

De pronto, Fobos apareció de la nada frente a Nico con una espada dispuesta a atravesarle el corazón, Jason y Percy trataron de correr, pero era demasiado tarde, Nico cerró los ojos pensando que tal vez la muerte estaba en su destino, después de todo era hijo de Hades, sin embargo el dolor nunca llegó y escuchó un grito demasiado familiar, abrió los ojos y vio a su novio atravesado por la espada de Fobos. Los hermanos sonrieron y desaparecieron al mismo tiempo, dejando a los tres semidioses solos en el pasillo con Michael sangrando en el piso.

-No, no, no, Michael, te dije que no... ¡¿por qué?!- la respiración de Michael se volvía lenta y Nico se acercó a su novio y lo abrazó, no entendía que estaba pensando su novio, él era quién tenía que estar herido.

El ascenso y caída de Nico di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora