Capítulo 17-

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Selena Smith-
Llego a casa llorando, ignoro las preguntas de mi familia y me encierro en el baño.
Las lágrimas caen por mis ojos como si fuesen dos enormes cascadas.
Me miré fijamente al espejo y vi como se había corrido todo mi maquillaje, mis manos y mis labios estaban temblorosos. Sollozos continuos salían de mí mientras una inmensa tristeza pero a la vez ira invadían cada parte de mi cuerpo.
Apreté los puños y mordí más fuerte que nunca mi labio inferior, provocando así que este comenzase a sangrar.

Quería dejar de llorar, pero no podía. Él había roto mi corazón, me había ilusionado, pensé que él estaba dispuesto a hacerlo todo por mí, al igual que yo por él. Pero no, claro que no. Él es el "bad boy" Ethan Jenner. ¿En qué estabas pensando Selena?
Él no te quería, seguramente nunca te quiso, tan solo fuiste una distracción para él. Tal vez la única idiota que se enamoró fui yo...

Ya habían pasado dos horas desde que me encerré en el baño, todos se habían ido a sus habitaciones, así que sin dejar de llorar salí en silencio del cuarto y fui al mío.
Me tumbé en mi cama sin encender las luces y de repente algo se apoderó de mí.
Era una sensación extraña, entre impotencia y tristeza. Lloraba y lloraba sin parar, y no podía hacer nada para evitarlo.

Intenté dormir pero no lo conseguía, solo pensaba en ese maldito idiota. Ese que cambió toda mi vida y luego la rompió...

Durante la semana que quedaba de vacaciones no salí de mi habitación, no hablaba con nadie y mucho menos dejaba que nadie me hablase.
Únicamente tenía la mirada perdida, algo había cambiado en mí, algo me había hecho cambiar de una forma tan radical que ya no sentía que yo fuese Selena Smith.

Decidí que ya era hora de dar alguna explicación, al menos a mis padres.
Bajé las escaleras como un alma en pena y mordí fuertemente mi labio, el cual cada vez tenía más heridas.
-Selena... Por favor... Dinos que te pasa...- La voz de mi madre indica que está preocupada.
-Tranquila mamá, ya estoy bien, problemas de la adolescencia.- Miento y le doy un abrazo.
-Sabes que puedes hablar con nosotros.- Mi padre aparece por la puerta.
-No os preocupéis, estoy mucho mejor. Será mejor que me vista, hoy empezamos la clase.- Sonrío falsamente y vuelvo a subir a mi habitación.

Sinceramente no intercambié ningún tipo de palabra o mirada con nadie. Roxy había faltado a clase así que no pude hablar del tema con la única persona que podría hacerme sentir mejor.
Y Toni... Si le cuento esto a Toni no tardaría en montarle un espectáculo a... No se merece ni que pronuncie su nombre.
Mientras yo estuve llorando en mi habitación aislada del mundo durante una semana, él ni siquiera se dignó a mandarme un triste mensaje. Incluso yo le llamé alguna vez, pero nunca contestó, lo cual confirmaba mi teoría.
Él nunca me amó.

-¿Se puede saber que te pasa?- Alguien me agarra del brazo.
-Nada.- Le digo a Toni.
-Venga, no me la cuelas. Eres como un zombie viviente Selena. No hablas, no ríes... En serio, ¿Estás bien?- Suelta mi brazo suavemente.
-Si.- Respondo cortante.
-No te voy a dejar irte hasta que me cuentes que es lo que te pasa.- Vuelve a cogerme del brazo y me lleva al cuarto de limpieza.
-Toni, tienes cinco segundos para dejarme salir o juro que grito.- Le amenazo.
-Y tú tienes cinco segundos para contarme que te pasa o si no despídete de salir de aquí.- Dice mientras cierra con llave.
-Oh, vamos, no pienso quedarme aquí retenida contra mí voluntad por nada, porque no me pasa NADA, por sexta vez.- Paso la mano por la frente frustrada.
-Desde que estás con Ethan no confías en mí.- Entonces mis ojos se llenan de lágrimas y vuelvo a morder mi labio para impedir que salgan.
-¿Estás llorando?- Yo niego con la cabeza y tapo mi cara con el pelo.
-No, ¿En serio? ¿Ese idiota te ha dejado? No me lo puedo creer, sabía que no era de fiar, se va a enterar cuando salga de aquí...- Parece estar más enfadado que nunca.
-No me ha dejado, he sido yo.- Susurro y me mira anonadado.
-¿Por qué?- En seguida su mirada cambia a preocupación.
-Me mintió... Nunca me quiso.- Mi voz se quiebra, y no puedo evitar llorar todavía más.
-Ven aquí.- Me abraza y yo apoyo mi cara en su pecho.
Esto era lo que necesitaba, consuelo...

Tras unas dos horas ahí encerrados, la de la limpieza nos sacó y fuimos a tomar un café.

-¿Estás segura?- Me pregunta mientras nos paramos frente la cafetería a la que iba con Ethan.
-Es momento de superar a ese imbécil.- Digo decidida y abro la puerta.
Como siempre todas las miradas vuelven hacia mí, sin embargo está vez nadie habla, únicamente me miran como si hubiesen visto a un muerto.
No le doy mucha importancia y nos sentamos en la mesa del fondo que había ocupado durante estos meses.

-¿Que les pasa?- Pregunta refiriéndose a todos los presentes en el bar.
-Terminarás acostumbrándote.- Digo y él mira confuso a su al rededor.
-¿Has vuelto a saber de él?- Me pregunta.
-Ni lo he hecho, ni quiero. Y parece que él tampoco. Nunca me responde, ni a llamadas ni a mensajes.- Intento hacerme la dura, sin embargo, por dentro estoy destrozada.
-Sabes que vas a tener a tu mejor amigo aquí para lo que sea.- Acaricia mis manos.
-La verdad es que quería pedirte algo...- Digo mientras sonrío.
-¿El qué?- Pregunta confuso.

-¡Me niego en rotundo!- Da un grito y las miradas se vuelven a posar en nosotros.
-Venga, Roxy no está y necesito ayuda, estoy muy desolada.- Digo fingiendo que me han disparado en el pecho y río.
-La última vez quisiste irte sin pagar después de estar ahí cinco horas, no pienso volver a pasar por eso.- Dice enfadado.
-Solo te he pedido dos veces en mi vida que me acompañes a comprar ropa, y te juro que esta va a ser la última.- Pongo ojos de corderito.
-Te he dicho que n...- Le interrumpo.
-Está bien, si me acompañas, iré contigo a ese estúpido evento de ciencia ficción al que querías ir, pero necesitabas un acompañante.- Le miro desafiante.
-¿Lo juras?- Extiende el meñique.
-Lo juro.- Y pactamos así una pinkipromess.

Lo cierto es que creo que Toni lo pasó peor esta vez que la anterior, habíamos ido a todas las tiendas del enorme centro comercial. Me había probado todas las prendas posibles y finalmente solo me compré un cinturón.
Se veía la desesperación a quilómetros en su mirada.

-Vaya tarde más desperdiciada.- Dice y le doy un pequeño golpe en la cabeza. Los dos reímos.
-Gracias por quedarte conmigo esta tarde, la verdad es que lo necesitaba.- Le sonrío y nos abrazamos...

Este capítulo es algo más corto, pero porque es así un poco de relleno, ya que hacía mucho que no hablaba de Toni!!
<3

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