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Al despertar junto a YoonGi, me levanté suavemente para no despertarle, me senté en la esquina de la cama para evitar sonaran los resortes de esta. Pero fué imposible, abrió un ojo gruñendo por averle despertado, me tomó del brazo para decirme con aquella voz ronca que tanto hace vibrar mi cuerpo.

—Buenos días, Jimin–susurró tallando sus ojos y bostesar con pereza.

—Buenos días, mi señor–dije mostrandole una sonrisa.

—Donde me trajiste? –miró confundido el cuarto. —Es un hotel?–entrecerró los ojos mirandome con sospecha.

—No, es mi casa...–susurré

—Porque ya no estás en la mansión? Vives con alguien aquí? –frunció el ceño.

—Porque usted no estaba ahí y no, no vivo con alguien más–le miré confundido. —Pero, iré a hacerle el desayuno...¿Quiere algo en especial? ¿Algo delicioso?. – como usted –pensé.

—En especial te quiero a ti y algo rico es lo que te voy a dar – se levantó un poco quedando de rodillas en la cama y colocarse sobre mi espalda, voltee hacia el frente para evitar contacto visual ya que me ardía un poco la cara. Hacercó su rostro a mi oído para susurrarme.—Porque no me miras? Acaso...Te puse nervioso? –susurró y mordió levemente mi oreja.

—Y-Yo...–P-Porfavor no haga eso–
susurré agitado.

—Porque? –me abrazó por la cintura alzando mi camisa para meter sus manos y acariciar mi abdomen.—No te gusta lo que hago? –besó mi cuello dandome escalosfríos y dar un pequeño jadeo.

YoonGi era así, siempre hacía eso cuando dormiamos juntos. Pero no llegaba más lejos de eso porque el solo jugaba conmigo, para el , desde niños decía que yo era una chica con algo extra en mi parte baja.—Maldito YoonGi.

—P-Porfavor –supliqué —Deje de jugar con esto, ya no somos unos niños m-mi señor...–jadée, algo dentro de mi pantalón comenzaba a molestarme y su seguía asi YoonGi podía terminal mal. Tomé sus manos tratando de detenerlo.

—Ahggg! Que aburrido eres!–dijo bufando con fuerza. Se levantó de la cama para entrar al baño del cuarto y no salir de el por un rato.

Suspiré para tranquilizarme, me levanté de la cama y bajé a la cocina para preparar el desayuno. Solo serví jugo de naranja con fruta picada y algunos sandwich, me dirigí a la mesa del centro y comenzé a comer. YoonGi no me dijo con seriedad que quería de desayuno, así que esperé a que terminara de hacer sus berrinches y me dijera que quiere de desayunar. — "Te quiero a ti y algo rico es lo que te voy a dar"...Mi cara al recordar esas palabras se sonrojó pareciendo un tomate.—Ya desearía que me diera algo rico –dije en voz baja.

Metí un bocado del sandwich a mi boca degustandolo, escuché bajar a YoonGi del cuarto, podía imaginarme su rostro arrugado por su enojo. Me levanté tranquilo de la mesa para dirigirme de nuevo a la cocina a preparar algo pero unas manos en mi cintura me detuvieron, era YoonGi.

—No piensas hablarme?–susurró recargando su cabeza en mi hombro.

—Si no siente nada por mi, porfavor no me toquetee–dije mientras me lababa las manos.

—Pero eres mio, puedo hacerte lo que yo quiera, Jimin–susurró.—O que? Lo vas a negar?

—No exactamente, mi señor–recalqué "mi señor" retandolo.

Me volteó hacía el para mirarme de frente, tal y como me lo imaginaba tenía la cara arrugada, estaba furioso por desobedecerle. Lo hice a un lado para subir a mi cuarto para darme una ducha, tomé una toalla y entré al baño y abrí la regadera un poco en lo que el agua fría salía de esta. Me desvestí quedando completamente desnudo, entré al agua y comenzé a ducharme.

Al terminar ,coloqué una toalla alrededor de mi cintura y al entrar al cuarto YoonGi estaba hablando con alguien, al parecer era una amiga ó más bien, su novia.

—Si Hyeon, te veo esta noche en el restaurante. Tengo a alguien muy importante a quien presentarte.–decia mientras caminaba por el cuarto.

—Bien cariño, nos vemos en la noche. Te quiero.

—Yo tambien, nos vemos.–sonrió y cortó la llamada.

"Lo ves Jimin? El solo juega contigo" –decia una voz dentro de mi.

—Podrías salir del cuarto? Me voy a vestir–dije señalando mi ropa en la cama.

—Eres una chica ?–dijo sarcastico.

Chasquee la lengua, quité la toalla de mi cintura y comenzé a vestirme. YoonGi con cada uno de mis movimientos no despegaba la vista, por lo que me avergonzé un poco. Me miraba de arriba a abajo aún estando vestido,mordía sus uñas y labio inferior. Arreglé mi cabello y bajé de nuevo a la cocina dejando a YoonGi solo en el cuarto.

Preparé pechuga frita con ensalada y jugo de naranja, YoonGi bajó después de un rato y le serví de desayunar, aunque ya no lo era porque eran ya la una y media de la tarde. Miró la comida y sonrió glorioso, pues ya moria de hambre -eso parecia- comía a grandes bocados metiendoselos de una vez a la boca.

—Jimin, esta noche quiero que vengas conmigo a una cena nada especial. Pero tienes que venir conmigo.–dijo con la boca llena de comida. —Por cierto, amo tu comida! –sonrió.
—Parece una ardilla –pensé.

—Asentí – por alguna razón me sentí desanimado.
     

                                  (...)

Al llegar las 9 de la noche, YoonGi y yo fuimos en el auto a un restaurante a una hora de mi casa. Estacioné el auto en el estacionamiento del restaurante y salí primero de este para abrir la puerta a YoonGi, saludamos a los trabajadores para entregarles las llaves del auto y dirigirnos a la entrada del restaurante encontrandonos con una mujer hermosa.

—YoonGi, amor!–gritó saludando al nombrado, se dirigió a este corriendo para abrazarlo por el cuello y besar sus labios.

—Te vez hermosa–alagó YoonGi tomando de la cintura a la mujer.—Me extrañaste? –preguntó y la mujer asintió .—Jimin! Ven!

El nombrado se dirigió a los dos presentes quedando a dos pasos frente de ellos, firme y presentable.

—Jimin, ella es Hyeon, mi novia–dijo señalando a su lado a la recien nombrada.—Hyeon, Jimin, mi mayordomo.

—Mucho gusto— saludó inclinandose un poco con respeto Jimin, mostrandole una agradable -y talvez triste- sonrisa. 

—Mayordomo? –lo miró confundida
— Muy lindo para ser un mayordomo –dijo la mujer mirando de arriba a bajo a Jimin.

—Hyeon, detente –susurró YoonGi.

—Mi señor, disfruten la cena con la señorita Hyeon. No les molestaré. Llameme cuando me necesite o le recoja.–habló tratando de no parecer muy obvio.

—Está bien Jimin, gracias por traerme. Te llamaré cuando termine la cena– mostró una sonrisa algo indiferente para luego entrar junto a su novia al restaurante.

Jimin no sabía porque su corazón dolía, porque se sentía mal al verlo felíz con esa mujer. Su gesto felíz había cambiado completamente al verlo besar unos labios que no eran los de el. —Pero porque los mios? - se preguntaba, pues porque se imaginaría algo así.
Jimin con un rostro decaído llegó a su casa, abrió la puerta de esta para adentrarse y dirigirse a su cuarto que ahora se veía solo. El castaño se acostumbraba rápidamente a la compañía de YoonGi,estuvo muchos años con el, era de esperarse que le extrañase tan rápido. Este se recostó en su cama, puso el volumen al máximo por si su amo le marcase y descansar un poco de sus cambios de animo. Se sentía agotado, no fisícamente, si no, sentimentalmente, pues algo dentro de su corazón se movía al estar con YoonGi y Jimin pronto lo descubriría.

                    O...Descubrirán?










«Mayordomo» [Y•M] 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora