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Después de aver acabado nuestras bebidas en silencio dentro de su auto, YoonGi parecía distraído y pensativo. Parecía estar en una lucha mental consigo mismo, que en unos minutos de estar el conduciendo «que por sierto se negó a que yo conduciera» casi choca contra otro auto que venía en sentido contrario a nosotros.
No soy nadie para regañarle. No dije nada, pero si me llevé mi susto y el muy idiota se burló de mi!

Al llegar a la masión le dió las llaves del auto a Manson, quien como yo, tambien es el mayordomo de la familia Min. No trabaja mucho en la mansión ya que es una persona de 72 años, que porcierto, está muy bien conservada.
YoonGi le dió las llaves y entramos a la enorme vivienda que estaba a oscuras  y en completo silencio. Me quité mi saco, lo colgué en el perchero. YoonGi prendió las luces en silencio para después, flojamente, acostarse en el sillón de enmedio de la sala.

—Que desea cenar, mi señor? –aflojé un poco mi corbata desabrochando tres botones de mi camisa. YoonGi mordió su labio.

Se contuvo y soltó cansado. —Sorprendeme !– dijo haciendo un movimiento de grandeza con su mano.

—Bien. Enseguida le traigo su comida mi señor. –hice reverencia, dí media vuelta y me dirigí a la cocina.

Me coloqué el delantal, peiné mi cabello hacia atrás con mis dedos y ví en el refrigerador langosta, huevos lechuga, naranjas y otras tantas cosas. No era lo suficiente, pero podía arreglarmelas. Puse en una olla ,agua para hervir mientras limpiaba la langosta y cortaba la lechuga junto con unas cuantas naranjas. Después de que ví a el agua hervir le eché a esta, unas cuantas hiervas de olor, metí la langosta para dejarla ahí serca de 40 minutos.

Después aver sacado a la langosta y averla colocado en un platón ovalado con rodajas de naranja ensima junto con lechuga a su alrededor, escuché un gruñido desde la sala, era ,YoonGi. Se dirigió a mi, me voltee dandole la espalda.

—Ya va estar la cena? Muero de hambre! –dijo en un berrinche, acorralandome por detrás. Sentía su respiración serca de mi cuello.

—Si, si. Ya casi está lista. Por favor espere en la mesa. –mi respiración me fallaba, YoonGi estaba demasiado serca.

—Si no tengo la comida en diez segundos ...–susurra en mi oido.–Te voy a comer a ti.–advirtió.

—Si, si.Ya! –dije desesperado. Y el empezó a contar.

Oh! Mierda!...

Diez..

Nueve...

Ocho...

Siete...

Colocó sus manos en mi cintura apretandome con fuerza. Su respiración la sentía más serca y aquella colonia de perfume inundaba mis fosas nasales.

—Y-YoonGi...–jadee.

Seis...

Cinco...

—Ya!! Ya casi! –grité.

Cu-a-tro...

Tre-es-s...

—YoonGi!!!

Dos...

Uno....

YoonGi mordió mi lobúlo de la oreja haciendome dar un pequeño chillido y jadeo de dolor. Tomé el platón con la langosta, dandosela en las manos con desesperación. YoonGi rió victorioso y satisfecho por la pinta que llevaba la deliciosa langosta. Se alejó dirigiendose a la mesa, se sentó rapidamente y comenzó a devorar y degustar gustoso el platillo. Suspiré aliviado y durante el camino a la mesa para subir las escaleras y entrar a el cuarto para tomar mis  cosas e irme a mi departamento, desabrochaba mi camisa dejando a la luz mi pecho y abdomen. YoonGi gruño.

«Mayordomo» [Y•M] 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora