14.

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Flashback

—Yonnie, ¿porqué tenemos que escondernos en la casita de Holly?...mamá Min nos va a regañar.– el castañito susurró abultando su labio, viendo con curiosidad como el pelinegro se aseguraba de que no ubiera nadie en la enorme área verde.

—¡Shhh! Jimin, no me llames así...¿bien? He dicho que quiero que hagas algo...–entró por completo a la casita, cerrando la puerta de esta después de asegurarse de que no había nadie.

—Lo siento~...¿qué es?–dijo ansioso jugando con sus manitas.

—Mamá y papá juntan sus labios porque se quieren...¿tú me quieres?– se le hacercó al castaño, mirandolo fijamente, notando el leve sonrojo en sus mejillas.—Anda, dimelo...

—S-Si...–dijo nervioso agachando su mirada.

—Entonces cierra las ojos...

—P-Pero...–lo interrumpió.

—¡Es una orden!–gritó haciendo soltar un chillido del susto al castaño, quien solo infló sus mofletes disgustado.

Suspiró nervioso, mirando tímidamente al pelinegro, que solo se limitaba a mirarlo sin expresión alguna. Jimin cerró sus ojos suavemente, para luego desinflar sus mofletes rosados y esperó  sea lo que sea que su joven amo fuera hacer. Y pudo sentir un húmedo y suave tacto en sus labios, sintiendo como YoonGi movía su labio inferior uniendolo perfectamente con el, sin miedo o pena alguna. Sin embargo al poco rato, le empujó de él haciendolo estrellarse contra la pared y en tono molesto gruñó:

—¡Que asco!

Y salir corriendo hacia su habitación y enserrarse en el, escondiendose bajó sus sabanas.Pero la verdad, es que le había encantado.

«El primer beso de ambos» algo que Jimin había olvidado y YoonGi había conservado desde el primer momento.

Fin...

YoonGi estacionó el auto derrapando las llantas en el pavimento, llamado la atención de varios peones que se encontraban en el lugar. Se escucharon murmuros y susurros por algunas partes, todas las miradas estaban fijadas en él, quien buscaba  desorientado por todos lados la cabellera castaña del mayordomo. Sin embargo no estaba por ningun lugar fuera del aeropuerto, no lo encontraba y todo para el cada vez de iba volviendo una frustación por no encontrarlo a tiempo.

Corrió por todos lados, buscandolo por cada pequeño lugar, sobre todo en el baño, pero no había rastro de él y las lágrimas que el castaño derramó en silencio fueron abrazadas por las del pálido que no pudo resistirse. Sin alguien que le oyera, que le mirara de esa forma en la que expresaba más que solo palabras.

«Estaba llorando, realmente estaba llorando»

Sacó su celular de su bolsillo, todo parecía una despedida pero no lo era, solamente eran pocos meses en los que el castaño no iba a estar presente y solo eso. Pero...¿porque se siente desesperado? ¿porqué no quiere que se vaya? Simplemente no lo entendía aquella necesidad de tenerlo serca de él para poder observarlo, para poder escucharlo, sentirlo, porque eso es lo que le hace necesitarle, cada parte de él le hace necesitarle. Pero no aún no se dá cuenta...

Buscó entre sus contactos el número del castaño, encontrandolo casi al instante. Su corazón latía con fuerza, se sentía nervioso y sus manos temblaban ritmicamente, no sabía como empezar, como decirle que regrese a el, por que le necesita a su lado, pero no quería hacerle saber eso. No podía.

«Mayordomo» [Y•M] 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora