15.

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—No, no podía ser verdad...

YoonGi caminaba hacia la bañera del cuarto de Jimin, las prendas puestas en su cuerpo iban siento desprendidas una por una mientras su mirada solo miraba un punto fijo. Había pasado un año desde que Jimin se había ido a New York y 7 meses desde que había ido a el departamento de Hyeon a tomar unas cuantas copas de vino, solamente para complacer a su madre, pero solo le trajo más problemas...

—¿Como pudiste hacer eso?

—Lo siento, madre...

Entró a la habitación del castaño mirando la cama perfectamente ordenada de este, la ventana se encontraba abierta y las cortinas blancas se movían por el aire. Decidió caminar hacia el lugar sonriendo ladino al imaginarse a Jimin mirando a travéz de ella, aunque muchas veces llegó a mirarlo hacerlo y quedarse unos minutos mirando sin razón sabía que había algo que lo hacía hacerlo y ahora tenía curiosidad por saber que era lo que tanto miraba Jimin. Pero solo estaba la enorme área verde y la casita abandonada del pequeño Holly,  bastante tiempo había pasado desde que él ya no estaba.

Dió media vuelta y caminó hasta llegar al baño, tomó una toalla del perchero para luego girar las perilla de la regadera y comenzar a darse un corto baño, disfrutando del aroma del shampoo del castaño.

—Huele muy bien....–susurró para si mismo.

Al terminar puso a llenar la bañera. En lo que ésta se llenaba sacó de un pequeño mueble, uno de los jabones de baño y una loción con olor a vainilla, vaciando un poco de ambas en la bañera. Entró undiendose en el agua lechosa hasta que el agua tocara sus labios. Cerró sus ojos sacando sus brazos colocandolos a cada lado de la enorme tina, deseaba con ansias descansar de todo, sobre todo de la insoportable Hyeon que aún de a ver aceptado sus esfuerzos y reconciliacion, no dejaba de ser un dolor en el culo y más ahora que había cometido una gran falta . Sin embargo no estar en contacto con Jimin, era realmente una pesadilla. No sabía nada de él...Nada.

Había descubierto que su madre le había dado un celular con un número nuevo y solamente ella lo tenía, pero, ¿Porqué no le deja hablarle? Tan siquiera para saber donde está y ...buscarlo. No. No podía hacer eso, ya era suficiente un estar lejos de él un amo.

“Pero quieres hacerlo.”
Le dijo una voz dentro de su cabeza. Suspiró derrotado comenzando a recordar algunos recuerdos de infancia, adolescencia y ahora que es adulto, más sin en cambio, lo que sea que pensara, Jimin aparecia.

Recordó la vez que Jimin se vistió delante de él, no pudo evitar sonreir por haberlo echo enojar aquella vez con su comentario.

—¿Acaso eres una chica?

Tambien aquella vez que sin motivos le espió en la regadera cuando se estaba duchando, el humo del agua le hacía ver con más detalle su cuerpo desnudo. Nunca entendió porque tal acto tan descabellado, pero le había aliviado que Jimin no se molestara con él, después de todo, desde adolescente le miraba a escondidas mientras este se vestía con su uniforme antes de partir a la escuela media. Pero aún así, no tenía que negarse ya que los castigos en aquellos días eran bastante estrictos de su parte, pero nunca vió a Jimin disgustado con sus castigos o como tal lo decía la palabra, de echo, parecían gustarle.

¿Cuando vas a entender que no debes negarte a lo que te pida Jimin?–metió su mano bajo la camisa de su uniforme, delineando el abdomen con su dedo índice.

M-Me disculpo mi se-señor...–jadeó sintiendo las manos frías del pálido tocar su piel.

Disculpandote ahora no hará que deje de castigarte...¿Sabes que pasará si de nuevo te niegas?

«Mayordomo» [Y•M] 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora