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Había pasado casi una semana desde que Jimin había conocido a la novia de su joven señor. Esa noche YoonGi regresó solo a su mansión porque no queria molestar a Jimin a las dos de la madrugada solo para ir a recorgelo de su cena nada especial. No porque la cena no fué deliciosa o su novia fuera desagradable, si no que, Jimin no estaba ahí con el y su acompañante de cena no era nada especial y mucho menos le gustaba.

-J-Jimin...?- YoonGi habló en tono ebrio, quien se tambaleaba dentro de una discoteca en la que su novia le había invitado.

-Mi señor? -preguntó desde el otro lado de la bocina-Sucede algo?

-V-Ven a recogerme, estoy en una discoteca...-paró suspirando y siguió-Quiero verte, te extraño -dijo sonriendo con algo de lujuria en su sonrisa.

-Voy para allá mi señor-dijo para luego cortar la llamada.

(...)

Pasaron casi 20 minutos desde la llamada, Jimin había tomado un taxi para llegar lo más rápido posible, aunque había llamado al chofer de la familia Min para llegar más seguros en esta fría noche de madrugada. YoonGi ultimamente había comenzado a tomar sin razón, pero esta era la única noche en la que Jimin lo había visto tan ebrio; queria saber que pasaba pero el siempre se negaba a decirle.

Jimin se encontraba fuera del antro esperando ver a YoonGi de la mejor manera, o por lo menos algo consiente. Pero no era así, venía tarareando y queriendo correr a donde yo estaba, pero la mujer le tomaba con fuerza y me miraba con el seño fruncído.

-Ah!~ mi Jimin...-dijo alegre señalandome para soltarse del agarre de su acompañante y colgarse en mi mientras hacercaba mi rostro al suyo -Eres una h-hermosa chica ,Jimin.
-dijo mientras reía.

-Señorita, llevaré al joven amo a la mansión. No se preocupe, el estará bien-hice reverencia como forma de despedida.

Adentré al auto a YoonGi en el asiento trasero y yo en el piloto, el chofer se había ido en el taxi que había tomado anteriormente, dejandome a cargo por completo de YoonGi y el auto. Cuando estaba a punto de girar la llave y avanzar la novia del joven amo entró a este sin aviso alguno.

-La llevaré a su casa primero, creo ya es algo tarde para irse sola, sierto señorita Hyeon ?-pregunté sonriente mirando a la parte trasera del auto, pues se encontraba a un lado del joven amo.

-Podría ir sola, pero creo dejarte a YoonGi en este estado no es tan buena idea, no lo crees? -decía mirandome algo indiferente, como si se tratara de alguna competencia sentimental.

-He estado con el desde niños, no es como si yo fuera un extraño para el ,señorita- dije mientras miraba por el retrovisor del auto.

-Pero lo eres para mi, así que solo conduce. Por que no te dejaré con YoonGi a solas-dijo desafiante para después comenzar a besar a YoonGi aun cuando seguía mirando por el retrovisor. -Que miras? Quieres mirar como nos metemos la lengua o que? -preguntó furiosa

-Lo siento-me disculpé arrancando el auto de una vez algo molesto.

Podía escuchar los estruendos y jadeos por los besos de la señorita, durante todo el camino no dejaban de escucharse y comenzaban a molestarme. No quería ni siquiera imaginarme como es que estaban juntando sus labios porque mi pecho comenzaría a doler y mi cara se vería totalmente arrugada y roja del enojo.
-Como me encantaría ser yo quien probase esos labios pintados en tono rosa y suaves como la seda-pensé.

«Mayordomo» [Y•M] 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora