«Mayordomo» [Y•M] 🌸

11.

Jimin limpiaba con tal delicadeza la pálida piel del relajado y adormilado YoonGi, admirando la espalda desnuda de este, metiendo la esponja de seda a la tina de agua lechada y exprimirla de poco a poco al dar masajes circulares en la línea de los hombros y cuello. YoonGi solo se limitaba a emitir un gutural sonido de gusto e inclinar su cabeza de lado derecho o izquierdo, dependiendo del delicado toque de su mayordomo y cerrar sus ojos disfrutando de el servicio del castaño.

Jimin le miraba, le miraba con admiracion cada parte visible y desnuda de su cuerpo; sus manos, sus rodillas, pecho y espalda eran las únicas partes visibles por el momento, porque no faltaba cuando su rubio amo sacaba por completo sus delgadas piernas y colgarlas en las esquinas de la tina, dejando al desnudo y a la vista, gran parte de sus muslos.

Jimin se hacercó al oído del rubio, intentando no hacerlo moverse de su posición y hacerlo abrir sus ojos, susurrandole en el oído después de lamer sus rosados labios.

-¿Le gusta como se siente? -hizo una pausa y siguió.-Puedo masajear su espalda sin la esponja y usar mis manos ¿Que dice?-YoonGi abrió lentamente sus ojos sintiendo como su piel se enchinaba ante las suaves palabras del castaño.

-Adelante...-permitió apretando sus puños con curiosidad, esperando el toque de las manos agenas. Vaya que se sentía ansioso de ello...

Sin embargo Jimin temblaba nervioso después de alejar su rostro del oído del rubio, sentía su cuerpo ansioso de tocar la piel desnuda con la punta de sus dedos, esperando dibujar pequeños circulos en ella para transmitirle un poco de la inquietud que tenía desde la mañana al verlo.
Para el castaño los labios de su amo eran tan prohibidos, cuando este no se dignaba a cortar la distancia entre sus rostros para tocar sus labios y probar el sabor del otro al besarse, pero eso, hacia que más le hiciera decearle y hacerle esperar un tacto dulce del rubio.

Jimin tomó de la mesita de alado una loción relajante de un olor bastante suave y parecido al de la vanilla, colocando un poco del líquido en la palma de su mano para dejar de nuevo la loción en su lugar, frotó sus manos para lubricarlas casi por completo y con sus yá frías manos, comenzar a dar el masaje, comenzando por el cuello y barbilla.

-Ahhh...-dijo en un suspiro YoonGi al sentir los suaves masajes, lamiendo y mordiendo su labio inferior con brusquedad al sentir pequeños cosquilleos en algunas partes de su cuello.-Se siente tan...bien...

Rió nervioso el castaño.-De eso se trata, mi señor...

-Ahhh...-suspiró de nuevo el rubio.
-Amo tus manos ahora...-susurró -Son pequeñas...pero taaan buenas...

Jimin no supo si sentirse avergonzado o enojarse por escuchar que sus manos eran pequeñas, porque sabía a la perfección de que lo eran y de eso no había sermones que dar en respuesta, por ello solo se limitó a sonreir y de sus labios atreverse a moverlos y decir un "Gracias" tímido. Comenzó a después de 10 minutos a masajear la parte media de la espalda agena hasta las costillas, tratando de mirar los gestos del rubio, quien fruncía el ceño y apretaba los labios al igual que la mandibula; Jimin rió al imaginar que YoonGi intentaba no reirse, las costillas eran la debilidad del pálido y lo estaba haciendo a proposito.

—Ji-Jimin...–dijo apenas con milagros, aguantando el aire en el pecho.
—No...–suspiró.—No hagas e-eso...

Jimin estaba en algún tipo de lucha en la cual se contenía bastante ante YoonGi. Tan agitado y relajado que no pudo darse cuenta cuando el castaño comenzaba a depositar pequeños besos en su cuello desnudo y el vapor irregular le hacía sentir escalosfríos en todo el cuerpo. Pero el jugueteo del castaño ni duró mucho al oir la puerta principal abrirse y unas voces muy familiares se hicieron presentes.