«Mayordomo» [Y•M] 🌸

20

(Ya tiene los detalles)

No supieron cuando fué que ambos se fundieron en un desesperado beso; Jimin solo recuerda haber comenzado a besar al pálido cuando este le dijo lo que tanto había deseado escuchar, solo había sido un beso que hubiera pasado como un roce, pero de pequeños toques que Yoongi se atrevió a darle, terminó en el beso que se daban ahora.

—Te amo...Te amo tanto.–le dijo jadeante el pálido en medio del beso, tomando las caderas del pelinegro con fuerza, haciendo que este soltara pequeños gemidos por sentir los dedos de este enterrarse y apresarle con posesion.

Jimin se sentó sobre los delgados muslos del pálido, undiendo sus rodillas en el colchon para tomarlo de sus firmes hombros, acariando con una de sus manos el cuello ageno con un toque de rudeza. Yoongi separó un poco el rostro de Jimin para tomarlo de la barbilla colocando su pulgar en su labio inferior, delineandolo de lado a lado, para después acercarse, hacer a un lado su dedo y lamer de manera lenta el labio inchado del pelinegro, humedeciendo cada rincon de sus labios.

Jimin por las cosquillas y el placer que se instaló en su cuerpo, curvó su espalda soltando un jadeo largo al echar la cabeza para atrás, pues Yoongi bajó sus manos por toda su espalda hasta llegar a su trasero, que fué apretado fuertemente y nalgueado tres veces, por lo que se le escaparon cortos gemidos de sus labios. Yoongi acercó su rostro a su cuello, dandole besos en todo el camino de sus claviculas hasta su mandibula; al llegar a esta la mordió de manera juguetona, jalando un poco su piel en el acto para ver el gesto de dolor-placer que este hacia.

—¿Quieres...continuar? ¿ah? –le preguntó aún brindandole aquellas juguetonas mordidas, sonriendo de manera ladina y burlona. —Porque yo si...
Jiminnie.

Jimin sin dudarlo atacó la boca de YoonGi la cual fué invadida con su lengua para comenzar a jugar con ella, mordiendola y succionandola cada vez que se adentraba en su cavidad vucal y se le presentaba la oportunidad. Tan extasiado, tan cegado por su lujuria y el amor que tiene por Yoongi que su deceo de tener más, cada vez iba creciendo como una bomba de tiempo a punto de explotar.

Entonces Yoongi comenzó a desabrochar la camisa del pelinegro; botón por botón hasta que no hubo otro más la deslizó hacia atrás por sus hombros, dejando su torso completamente desnudo, pero Jimin avergonzado se cubrió, pues los hematomas y circulos rojisos, le quitaban parte de su confianza y le hicieron sentir inseguro.

—¿Te duelen?–le preguntó el pálido con tono de preocupación, mientras respiraba con dificultad. —Podemos parar si te duelen...No quiero que te sobresfuerzes.

Jimin negó levemente con la cabeza, dandole un corto beso al pálido.—Q-Quiero seguir...
Yo quiero ser tuyo...Me quiero unir a ti. Me quiero fundir en ti.

El corazón de Yoongi pareció explotar como una bomba de pintura roja, su rostro se coloró hasta las orejas y todo gracias al chico sentado frente a sus muslos, que mantenía una mirada seria pero nerviosa; unos labios rojos e inchados por el tiempo que llevaban besandose. Sus ojos almendrados brillaban más que las estrellas en estos momentos, los ojos de Jimin brillan, todo de él brilla.

—¿Me amas?–le preguntó, no para afirmar que lo hacía porque Jimin siempre le trató de manera especial y había sido tan idiota por no darse cuenta mucho antes. Pero solo quiere escucharlo de nuevo, quiere escucharlo decir que lo ama.—¿Me amas, Jiminnie?

Jimin sonrió con incredulidad, sin embargo, se levantó un poco y se acercó más al pálido, sentandose sobre su pelvis, dandole un lento y húmedo beso mientras mecia un poco sus caderas. Si algo sabían ambos, es que Jimin era un pervertido con un rostro inocente y aunque cosas con doble sentido nunca las entendía, esa perversion discreta en el pelinegro le encantaba.