«Mayordomo» [Y•M] 🌸

09.

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Y lo que menos pensaba hacer, era regresar a la mansión con YoonGi. Por que lo más probable era que regresarían aquellas cosas que me hacían sentir intranquilo y sediento.

Su tacto, sus gestos...

Talvez pensaba demasiado y que aquello podría volvería a repetirse y hacerse presente, por que ahora me asustaba aún esa lujuriosa idea de que YoonGi conservaba muy adentro esos pequeños secretos de nosotros. Porque desde que el tenía 17 años lo hacía mientras sus padres se iban de viaje y a mi me dejaban a cargo de el, cuando quien era un peligro era YoonGi y no otro.

Un peligro para mi...

Esos días en los que desconocia a YoonGi por completo, en el que solo podía ver su desesperación y su sonrisa burlona al desabotonarse el sueter de la escuela y aventarlo a cualquier parte.
El YoonGi serio y sin expresión desaparecía al estar solos en la mansión y sin en cambio a mi me encantaba, porque...

Lo disfrutaba...

Talvez el tiempo alejados hacía regresar todas aquellas vieja costumbres. Pero tengo miedo de ello ahora, por que en esos días yo no sentía nada comprometedor por el y ahora es totalmente diferente, me dí cuenta de muchas cosas sin su presencia. Le quería, le necesitaba y talvez, solo talvez, yo le ...

-Entra y sube a la habitación, Jimin. Yo llevaré todo adentro en unos minutos ¿Está bien?-sentí mis mejillas ruborizarse y asentí torpemente. Tomé mi maleta viendo a YoonGi sonreirme cortamente y girar la mirada a la cajuela del auto para seguir bajando las maletas.

Abrí la puerta de la mansión deslizandola suavemente, percatandome de que todo estaba oscuro. Prendí las luces de la sala, viendo como todo parecía estar perfectamente ordenado y limpio, tal y como siempre lo estuvo desde que eramos niños y cuando decidí irme a vivir a otro lugar.

YoonGi entró con el rostro un tanto fastiado por estar cargando las maletas, arrastrandolas un poco por lo pesadas que estaban y lo lejos que estaba para el tener que llevarlas. Reí burlón haciendolo soltar un gruñido de enojo, voteandome a mirar con el entrecejo fruncído y la naríz levemente arrugada.

Dejó las maletas serca del silló largo del centro de la sala para dirigirse a mi sin quitar su expresión, pero no duró mucho por que al quedar a unos pocos pasos sonrió en línea. Alzó una de sus manos colocandola en mi mejilla, sonreí dulcemente haciendo lo mismo para acariciar su mejilla con mi plugar. Se acercó más para brazarme por la cintura apegandome más a su cuerpo y colocar su rostro en mi cuello, aspirando y oliendo toda la corvatura de mi cuello.
Me sentí estremeser al sentir la fuerza colocada en mi cintura y sus labios tocar mi piel, jadeé acelerado sacando un suspiro de dolor al sentir a YoonGi morder el lobúlo de mi oreja. Pasé mi mano por su nuca jalando levemente el cabello de YoonGi quien al sentir los pequeños jaloneos gruñó apretandome y apegandome más a su cuerpo, sintiendo mi rostro arder y mi pecho latir a toda prisa.

-Eres mio, solo mio...-susurró jadeando acelerado. Besó mi cuello para después comenzar a lamerlo y dejar un pequeño camino de saliva en mi piel erizada.

Comenzaba de nuevo a undirme en sus juegos, estaba perdiendo la cabeza a sus caricias y gruñidos roncos que tanto me hacían perder la cabeza. Sus caricias, su tacto, su olor, su rostro, eran toda una obra de arte lujuriosa y un arte escondido.
Pero no podía dejar llegar más de ello, InNa aún estaba a mi lado como mi novia y no podía defraudarla, después de todo ella no me vé como un mayordomo y una mascota a la cual puedes tenerla a tus pies. La cual si puedo decir un no como respuesta, sin temor a ser castigado de forma anormal y a no hacer todo lo que te pide.

Pero, ¿Por qué no me siento mal ahora que YoonGi comienza a desabotonar mi camisa y a tocar mi pecho desnudo? ¿Por qué simplemente no puedo detenerlo?...Simplemente quiero más y por fin tocar sus labios para devorarlos como tanto deseaba, como tanto quería cuando en su habitación me pedía desnudarme y con sus manos frías acariciar mi piel.