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Después de aver encontrado al chico en aquellas condiciones, Jimin no perdió mucho tiempo para llegar lo más rápido posible a su departamento para ayudarlo, algo le indicaba que había tenido una pelea estando ebrio pues los golpes eran bastante obvios al igual que el olor que este transpiraba. La sangre en su camisa era de una herida en el pecho, algo así como una profunda cortada, sea lo que sea que haya pasado, se sentía aliviado de que no pasó a mayores.
Cuando estaban a punto de entrar al departamento, el chico le vomitó encima ensuciandole todas las prendas, sin embargo no le importó y entró a recostar al chico sobre el sillón de su pequeña sala. Se quitó su sudadera y camisa, se dirigió al baño y tomó el botiquín de primeros auxilios sacando alcohol, algodón, desinfectante, gasas y una venda, después llenó un recipiente con agua y tomó una pequeña toalla para limpiarle el rostro. Se sentía tan triste, verlo de esa manera le hacía creer que había sido dejado a su suerte y su pecho dolía por alguna razón, no lo entendía.

Le tomó con cuidado alzando la parte del torso para quitarle la chaqueta que llevaba puesta y su camisa, la cual tiró a la basura. De inmediato, tomó la toalla, la humedesió, limpió a toquesitos el añiñado rostro del pelinegro y al terminar comenzó a limpiar y desinfectar las heridas al igual que la que tenía en su trabajado abdomen, vendó la herida y le vestió con una de sus camisas.

El chico parecía otro, para ser sinceros el joven era tierno y atractivo eso pensaba Jimin, sobre todo que tenía el rostro de un conejito. Jimin le cubrió con una manta, se desvistió y se dirigió a su regadera a darse un baño antes de ir a dormir, ya que quería levantarse temprano para hacerle al pelinegro su desayuno, hace mucho que no lo hacía y la idea de volver a hacerlo lo emocionaba.

(...)

El celular de Yoongi comenzó a sonar, paró el auto para responder, llevaba casi una hora esperando la llamada la cual le diría la ubicación del ahora pelinegro.

-Señor, tenemos la ubicación y el número de su departamento.

-Bien, mándame la ubicación y el número de su departamento el día de mañana.–ordenó.

Le tengo otra información.– infirmó.—El joven Jimin llevó a un chico a su departamento, no tenemos información de él.

YoonGi frunció el seño, ¿Un chico? Jimin nunca le platicó de algún chico o algo parecido y no tenía porqué hacerlo, el no podía tener amigos.

—En cuanto sepan algo de él, informenmelo.– tiró las cosas de su estante al piso, se sentía molesto.—Si es necesario, siganlo, pero no olviden que el objetivo es Jimin.

Yoongi pensaba ir el día de mañana después de ir a trabajar a la empresa, su padre se había ido de viaje junto a su madre y no tenía a quien dejar al mando en lo que resolvía los asuntos con Jimin, sobre todo porque el único capacitado para ello era él.

-Entendido. –dijo para luego colgar la llamada, solo quedaba esperar ya que si iba a esas altas horas de la noche seguro Jimin no lo abriría y lo que menos quiere es molestarlo. Pero si ese chico hacia algo con Jimin, estaba seguro no le importaría llegar en la madrugada a hacer un escandalo.

(...)

-¿Te gusta?

S

e escuchó decir a Hyeon en la grabacion, las manos de Jimin temblaban, su corazón latía desenfrenadamente, sus ojos ardian como los mil demonios y su garganta tenía un nudo enorme que en cualquier momento le haría caer destrozado.

«Mayordomo» [Y•M] 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora