Mar Luminoso

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York, Inglaterra…

Ya casi va a caer el crepúsculo aquí en York, por suerte Nicolas me dio posada junto a mi esposo Dilan, los demás se quedaron a dormir en la mansión de los Smith; en estos momentos mi amiga debe estar divirtiéndose al lado de Sebas, con la arena blanca, las olas, el mar, y sobre todo, el romanticismo que esto aporta.

Estoy en la sala esperando que Dilan regrese con un par de vasos con agua, al instante el teléfono sonó, y antes que pudiera hacer un movimiento hacia el aparato, se escucha que Nicolas contesta desde el estudio. Después de unos minutos llego Dilan con los vasos llenos de agua.

A los pocos minutos Nicolas empezó a hablar muy fuerte y furioso desde el estudio, colgó el teléfono con gran fuerza y salió del estudio con los ojos cristalizados, al mismo tiempo entro Zura del jardín trasero.

- Cariño- toma la palabra Atzura- ¿Por qué gritas? ¿Qué esta pasando?- lo mira con el ceño fruncido.

- Zura- se acerca a ella tomando su mano- en si, todos- jala a su esposa a un sillón.

- Nicolas me estas preocupando ¿Sucede algo?- se sienta algo preocupada.

- Vamos Nicolas, ¡Dilo!- insistente la de los caireles.

Toma su mano el pelirrojo- Lluvia no es momento para presionar- consiente- el lo dirá, tarde o temprano- sonríe de lado.

Respira profundo el presidente- me disculpo de una vez por preocuparlos- pasa saliva- pero… me acaban de llamar por teléfono y le dijeron que…- se le corta la voz- tienen secuestrados a Natasha, Sebas y Jade- unas lágrimas indiscretas recorren sus mejillas.

- ¿¡Que!? No, mi Jade ¡No!- se une a su llanto su esposa.

Niega- un momento ¿Quién te llamo?- indaga la periodista.

- Los secuestradores- su voz casi lo abandona.

Respira profundo- ¿Qué te dijeron, Nicolas? ¡Dime!- explota por la impotencia el pelirrojo.

- Quieren dos millones de libras esterlinas por cada uno, me dijeron que los seis millones los dejara en el Hotel Lord Time, en la habitación 10 a las 11:30pm en tres días- el llanto lo invade.

Se sienta de golpe en la mesa de centro- en tres días no los podrás juntar- consciente la de los caireles.

- Estarás en peligro de bancarrota- asiente el pelirrojo- aun que mis padres podrían ayudar, o los Smith- recuerda.

Niega- los Smith están igual que yo, acaban de invertir en un nuevo proyecto, o en mi caso varios- confiesa el presidente.

- Cariño- controla sus lagrimas- mi mamá nos podrá ayudar- asegura Atzura.

- No se- su pensamiento se nubla- también me dijeron que no llame a la policía y por cada minuto tarde es un millón mas por cada uno- se rasca la cabeza.

- ¡Es mucho lo que piden!- admite la periodista.

- Ahora ni mamá podría ayudarnos tanto- se suelta en llanto.

- ¡No llores Zura!- la abraza la periodista compartiendo su llanto.

- No se que vamos a hacer, los Smith tampoco están con su codiciada fortuna- cierra los puños- tendré que romper una de las enseñanzas de mi padre, “nunca pedir un préstamo al banco”, tendré que hacerlo- resignado.

- No Nicolas- alza un poco la voz el pelirrojo- mis padres también me han dicho que no pida al banco, y no lo vamos a hacer.

- ¿¡Y que hago!?- molesto- ¡No voy dejar a mi hermana y a los Smith con esos secuestradores, ¡Son mi única familia!- grita derrumbándose en un llanto doloroso.

Con la vista borrosa alcance a ver a Nicolas derrumbarse, pierde completamente la madures, seguí llorando abrazada de Zura. La única forma en que pueda ayudar a mi, ahora, familia, seria ver a mi padres que viven en Suiza, pero eso significaría abandonar mi actual vida y a mi familia.

Un Secreto sin Guardar 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora