Esa misma tarde-noche Sebastian, Jade, Lluvia, Dilan, Taylor, Victoria y Edward se fueron a la casa de la señora Plassmeyer, dejando a los padres de la pelirroja a su cuidado, mientras la aeromoza regreso con su querida hermana y Jonathan la acompaña al lado de los detectives que le explicaran todo lo sucedido en estos días. Al llegar a esta gran casa, donde la bioquímica tuvo un refugio en su adolescencia, ellos se dan cuenta que la casa tiene todas las luces apagadas, como si no hubiera nadie, aunque Lluvia ya sabe el motivo; el abogado termino abriendo la puerta con mucha normalidad, todo esta oscuro, al entrar de inmediato se escucha un grito diciendo el típico <<¡Bienvenidos!>>, las luces son encendidas iluminando a la vez todo el lugar, con esto los recién llegados se dan cuenta que han organizado una pequeña fiesta para celebrar el regreso de Natasha, Jade y Sebastian.
Al ver lo que han organizado mis amigos y familia para celebrar nuestro regreso un par de lagrimas recorren mis mejillas, con algo de desesperación comienzo a buscar a mi hermano entre tantas personas, pero no lo encuentro; varios de mis amigos (tanto de la preparatoria como la universidad) se acercan a mi y a Sebas para abrazarnos, después de esta necesaria bienvenida me abro paso lentamente entre algunas personas, ya que no puedo caminar con normalidad, aun duele al apoyar el pie. De alguna forma llego a la cocina donde veo el cabello negro de mi hermano, sin dudar entro y por inercia lo rodeo con mis brazos a la vez que algunas lágrimas brotan sin control de mis ojos.
- ¡Hermano!- se le corta la voz.
- ¡Jade!- corresponde su abrazo con un nudo en la garganta- creí que nunca te volvería ver- la mira para confirmar que es real- ¡Me alegra poder tener de nuevo tan cerca!- el llanto hace acto de presencia.
- Te extrañe mucho- admite separándose un poco para limpiar algunas lagrimas- y Lluvia ya me conto que todos movieron sus influencias, casi mueven el cielo y el mar para poder encontrarnos, ¡Gracias Nicolas!- lo abraza.
- Eres mi hermanita, haría lo que fuera por ti- sincero- le prometí a nuestros padres que nunca te dejaría sola...
Interrumpe- y lo haz cumplido, siempre haz echo hasta lo imposible para que estemos en contacto- se separan- eres el mejor hermano del mundo- sonríe.
Después de platicar un rato con Nicolas, y contarle la traumatizante experiencia, termine subiendo por las escaleras, en lo que voy subiendo miro de reojo hacia abajo notando que hay nuevas parejas, o algo así. Al único que no veo es a Sebas, tal vez esta durmiendo o algo similar, la verdad ignoro que pueda estar haciendo; llegue a la habitación que Nicolas escogió para que pueda ducharme, cambiarme de ropa, en resumen regresar a ser decente.
Necesito con urgencia deshacerme de esta ropa, el olor a naufrago, ir a terapia un tiempo, incluso estoy considerando quemar toda esta ropa para no tener malos recuerdos de estas ultimas semanas, no quiero recodar nada de Zoik. Entro a la habitación cerrando la puerta con el cerrojo, no quiero tener visitas inesperadas; al instante escucho el típico sonido de la regadera siendo usada, en ese momento recuerdo que Zoik esta prófuga y vine tras de mi, varias escenas de películas de terror invaden mi mente sin compasión alguna.
Me acerco al baño con mucho cuidado y con un florero vacio en la mano, al estar a unos pasos de la puerta (la cual esta abierta), mis piernas están temblando, como gelatina, me detengo pasando un poco de saliva por mi garganta, también trato de calmar mi mente pensado con lógica, pero la razón y la lógica me han abandonado.
- Q-Qui ¿¡Quien esta ahí!?- le tiembla la voz.
Espero unos segundos para recibir una respuesta, pero nadie me contesta; sin mas remedio tendré que entrar al baño, solo espero que no me pase lo mismo que en una película de terror. Entro encontrando las puertas de la regadera cubiertas con el vapor, pero entre el vidrio opaco y el vapor apenas si alcanzo a diferenciar una silueta... humana, la verdad no puedo reconocer si es hombre o mujer.
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Un Secreto sin Guardar 3
RomanceLas decoraciones de la boda se ven por todos lados del jardín, y en la cabeza de Sebastian y Jade la canción típica de las nupcias retumba, junto con un sinfín de emociones. Todo parece el final de un cuento perfecto, todo apunta a un >, o eso piens...