¿Chocolate?

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Después de un largo tiempo, pero no tan largo, el matrimonio Smith-Wayne hizo acto de presencia en la pequeña fiesta de bienvenida organizada para ellos, y Natasha; en cuanto se presentaron en la sala Sunny y Kristal los abrazaron con algunas lagrimas en sus ojos, mas de parte de Kristal, se nota que ambas chicas los extrañaron demasiado, a la vez que estaban demasiado preocupadas. Sunny tiene pocas lagrimas bajando por sus mejillas, a comparación de la publicista, pero para los que la conocen es normal que no muestre en gran cantidad sus sentimientos, aun que cuando se requiere los deja salir en gran cantidad sin importarle nada, o en otras palabras, deja su armadura a un lado. Después de que estas dos chicas soltaran a la bioquímica y al medico, Atzura tomo a Jade entre sus brazos; su cuñada derramo algunas lagrimas de felicidad por volver a poder tocar a esta pequeña (o ya no tanto) bioquímica.

- ¡Pequeña Jade! ¡No puedo creer que estés aquí!- la mira a los ojos detenidamente- perdóname- sonríe limpiándose las lagrimas- pero ya me conoces, te considero mi hermana.

- No te preocupes, yo también los extrañe- sus ojos se cristalizan- creí que nunca los volvería a ver, ¡Ustedes son mi única familia!- abraza a su cuñada.

Sonríe- no es necesario que lo digas, tus gestos te delatan Jade- susurra en su oído- te quiero tanto- la estruja un poco mas.

- Yo igual los quiero mucho- se separa con un sonrisa la bioquímica.

Respira profundo- bueno lo importante es que estas aquí, tu hermano no se volvió loco por todo lo que paso y... nuestra pequeña familia esta creciendo- asegura sonriendo.

Después de nuestra pequeña charla entre Atzura y yo, me dirijo a la cocina por un vaso con agua cristalina, cuanto extrañaba poder tomar agua sin tener que ir a un rio, al llegar al lugar me encuentro a mis dos mejores amigas (Lluvia y Cosette), justo detrás de mi llegan Dilan, Taylor y Sebas, riendo como los grandes amigos que son.

- Hola chicas- saluda el abogado- ¿Qué hacen aquí tan solas?- se acerca a la violinista.

Alza una ceja- platicaba con Lluvia- seria.

- ¿Y no quieres platicar conmigo? Tengo temas de conversación mas interesantes- coqueto- incluso podemos ir a un cuarto los dos, solos- le guiña un ojo.

Voltea los ojos- cuando regreses a ser el Taylor que conocí en New York, me buscas- sale molesta del lugar.

- No, espera ¡Cosette!- la sigue presuroso el abogado.

Mira a la de los rizos la bioquímica- ¿Qué pasa aquí?- confundida.

Suelta un suspiro pesado- en resumen, ellos se conocieron en New York hace un mes, pero... digamos que conoció al Taylor real- hace comillas en la ultima palabra la periodista- y Cosette se enamoro de el- lo dice con duda.

- Pero ahora Taylor le esta mostrando sus mascaras- interviene el pelirrojo- y eso a Cosette no le gusta nada.

- Pero ahora a Taylor si le importa, por que también se enamoro de ella- asegura sonriendo la periodista.

- ¡¿De verdad?!- sorprendida la bioquímica.

- Pues eso se ve- sonríe el pelirrojo.

- Ni se angustien, Taylor se las arreglara si en verdad la quiere- asegura el medico- por algo lo conozco bien.

Recuerda su espionaje de hace un rato- hablando de amores- sonríe con picardía el pelirrojo- ya los oí hace rato ¡He!- alza ambas cejas sucesivamente.

- ¿De que hablas, Dilan?- extrañada la bioquímica.

- Hablo de que los dos ya ocupan la cama para algo mas que descansar- travieso- que aventureros me salieron, ni nosotros lo hemos hecho en la selva.

Un Secreto sin Guardar 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora