Un Secreto sin Guardar 3

¡Quieta!

Aquella velada va transcurriendo de una forma tan especial que apenas si me doy cuenta que el reloj sigue avanzando, parece que el tiempo no transcurre al estar en esta fiesta, pero es todo lo contrario; también me he percatado que mi viejo amigo, Fede, esta decidido a conquistar a Amber, y lo mejor es que parece que lentamente lo esta logrando. Mientras yo me encuentro disfrutando de la reunión al lado de Sebas, y mis mejores amigos (Lluvia y Dilan), también hay algunos otros que se unieron a nuestra charla, como Edward y Vicky. A los únicos que no he visto son a Sunny y Chris, solo espero que estén desaparecidos juntos y reconciliándose.

Al dar las 9:27pm Cosette se acerco a la bioquímica y a Lluvia para avisarles que ya es hora de cumplir la apuesta, las tres se escabulleron, con sus respectivas parejas hacia el laberinto, a unos pasos de ellas también las acompañan tres amigos mas, Krystal, Jack y Victoria, que por suerte pudieron abandonar la fiesta sin levantar sospechas.

- Antes de entrar deben saber algunas reglas para que esto sea mas justo- hace una pausa la violinista- la primera, será sin celulares...

Interrumpe- ¿¡Que!?- se queja la de los rizos.

- ¿Algún problema con la regla, Lluvia?- su acento sale a flote.

Niega con nervios- para nada, Cosette- mira al pelirrojo compartiendo una mirada de angustia- solo que no podre guiarme por el mapa satelital- finge indignación.

- ¡Entonces la otra vez hiciste trampa!- boquiabierta la bioquímica.

- ¡Si, la hice!- miente- ¡Y la volvería a hacer!- sonríe.

- Por eso ahora me darás tu celular- se lo pide el pelirrojo.

Voltea los ojos- esta bien- resignada le entrega el celular a su esposo.

- Toma, amor- le entrega el aparato la bioquímica- ¡Yo si soy honesta!- mira de reojo a la de los caireles.

Suelta una risita- lo cuidare- recibe el celular el medico.

- ¡Muy bien!- retoma la palabra la violinista- la segunda regla es que la hora limite para llegar al centro es media noche...

- Hasta limite de tiempo- cruza los brazos la periodista.

Raspa su garganta- como decía... tienen hasta la media noche, pero si no lo logran o tienen algún problema en el camino lancen una bengala con esto- les da unas pistolas de bengala- y para alumbrarse en su camino aquí tienen la linterna- se las entrega en sus manos.

- ¿Son todas las regalas?- fastidiada la periodista.

- Si, Lluvia, son todas- su acento sale a flote.

- ¿Y habrá algún castigo para la que pierda?- curioso el pelirrojo.

Asiente- quien llegue al ultimo cantara en la fiesta una canción impuesta por todos- traviesa la violinista- suerte a ambas, pueden comenzar.

- Adiós, Sebas- le laza un beso entran al laberinto.

- ¡Tu puedes, mi amor!- sonríe ocultando su preocupación el medico.

- Adiós, Dilan- respira profundo entrando- que Zoik no nos encuentre- ruega murmurando para ella.

- ¡Adiós rizos!- alza la voz- ¡Tienes que ganar!- el medico lo mira feo- ¡Y también Jade!- incomodo.

Ríe- así se habla, Dilan, así se habla- divertido.

- Son unos cursis- se burla en un susurro el abogado.

Interviene- cállate por que también te haz unido a nuestro club- lo dice en el mismo tono con una sonrisa el maestro- no por nada eres novio de Cosette- se aleja tomando la mano de la publicista.