Un Secreto sin Guardar 3

Fatídica Realidad

El sonido de los tucanes cantando despertó a la bioquímica, ella abrió lentamente los ojos encontrando la imagen de un pecho masculino, esto provoca que sus neuronas despierten trayéndole recuerdos de la noche anterior.

En cuanto recordé que he perdido mi virginidad busque con desesperación los ojos de mi esposo, encontré su rostro dándome cuenta que sigue durmiendo, me gire lentamente recostándome en mi espalda y a la vez mire mi cuerpo que esta cubierto por una sabana de seda. Un fuerte resoplido me hizo voltear hacia Sebas, ahora tiene los ojos entre abiertos junto con una sonrisa en sus labios, se estiro llevando sus brazos hacia mi y abrazándome a la vez con ellos.

- Buenos días pequeña- la mira a los ojos con una gran sonrisa.

- Buenos días- suelta un gran suspiro sin dejar de mirarlo.

- Te vez hermosa- sincero.

Se mofa- no mientas, todas las mañanas soy un desastre- admite.

- No miento Jade- se sienta recostado en las almohadas.

- No te creo, pero te amo de todas formas- se recuesta en su pecho con la sabana cubriendo su anatomía.

Acaricia su cabello- ¿Y como estuve?- pícaro el medico.

- Bueno- se sonroja- yo-yo-yo- respira profundo- bien, digo, no lo se, o sea- nerviosa- ¿Cómo preguntas eso?

Ríe- solo quiero saber sino te lastime, o fui muy agresivo- frota los hombros desnudos de ella- nunca me perdonaría si te hiciera algo así- sus miradas conectan.

Sonríe acercándose a su rostro- no lo hiciste- le da un beso fugaz.

Se mofa- ahora tu mientes- entrelazan sus dedos- anoche vi unas gotas de sangre en la cama- angustiado.

- Eso…- se ruboriza- bueno Lluvia y Atzura me contaron que es algo normal, ¡Tu que eres doctor lo debes saber!- mira a todos lados- rompiste el himen- susurra.

- ¡Era eso!- aliviado.

- ¡Sebastian!- se queja- ¿¡Como no recordabas eso!?- frunce el ceño.

- No es que no lo recordara Jade, pero…

Lo interrumpe- conozco esa mirada- sonríe- te preocuparse demasiado por mi ¿En verdad lo hiciste?- boquiabierta la bioquímica.

- Eres lo que mas amo en este mundo, no quería que nada malo te pasara- sonríe mirando sus ojos miel.

- Te amo doctor Smith- se acerca mas a el.

- También te amo ingeniera Wayne- unen sus labios en un tierno beso.

La pareja se levanto vistiéndose con su mismo vestuario del día anterior, arreglaron un poco la habitación al igual que tiraron un condón usado por el W.C. Al dejar todo en orden bajaron a seguir con su cena de anoche que se volvió desayuno, Sebastian termino cocinando los peces con ayuda de Jade, o mas bien, la bioquímica le indico como cocinarlo y sazonarlo.

- ¿Segura que esta hoja le dará buen sabor?- dudoso el medico.

- Si- sonríe- sólo métela en el corte que hiciste en el pescado- suelta una risita.

- De acuerdo- sube los hombros haciendo lo que le indico la bioquímica- oye que bueno que encontramos las especies en esta alacena.

- Lo se- sonríe- fue un golpe de suerte.

Nunca antes había cocinado al lado de Jade, pero ahora que tengo la oportunidad de darme cuenta de los dones que tiene mi esposa me siento maravillado, aun no tiene sentido como es que esta mujer tan increíble me ama,  por eso me esforzaré para ser mejor cada día, y nunca perderla.