Mi estrella || Jerrie || Editando.

¡Hey, Te amo!

Jade estaba en casa de Perrie haciendo una presentación para el colegio. Llevaban una hora sentadas resumiendo escritos y buscando en Internet. Llego un punto en el que había que decorar la presentación, de eso se encargo Jade.

-¿Que te parece si este lo ponemos aquí?, y luego pasamos el cuadro y lo ponemos a la izquierda, y la imagen a la derecha. ¿como se ve?- le pregunto la morena volteando la computadora hacia Perrie.

-‎se ve bien- respondió ella, pero ni siquiera volteo a ver la presentación, tenia la mirada fija en Jade.

-‎¡Oye!, ni siquiera la miraste.

-Lo haría si pudiera- Perrie lanzo un pequeño suspiro -pero no puedo dejar de mirarte- su comentario hizo que Jade se sonrojara, y la miro.

-Pezzi, debemos acabar el trabajo.

-si me dices Pezzi menos haremos el trabajo- se acerco a ella lentamente.

-Perrie no es el momento- hizo mención Jade dejando de mirar a la ojiazul.

-¿Por que?, tiene días que no me has dejado darte un beso. Además, la presentación esta mas que lista- la rubia se acercaba cada vez, lentamente un poco mas a la morena, hasta quedar pegada a su mejilla, se recorrió hasta el oído de Jade y susurro -¿Que dices?, solo uno y te dejo en paz.

La morena dio vuelta su cara hacia Perrie, cerro la computadora y miro a los ojos a la rubia, sonrío levemente.

-Solo uno y ya Edwards- sus frentes estaban juntas y ambas jugueteaban con sus narices, Jade se acerco y le dio un rápido, suave y tierno beso. Se separó y luego se paro enseguida de la silla, y fue a la cocina.

-¡Hey!- dijo Perrie viéndola irse, se levanto igual y fue tras ella -Eso no fue un beso.

-Para mi lo fue- dijo satisfecha sacando jugo del refrigerador. Lo sirvió en un vaso para guardar en cartón de nuevo en el refrigerador.

-Para mi no- La rubia estaba detrás de ella, la abrazos por atrás, había hecho a un lado su cabello teñido de azul para poder poner su barbilla sobre su hombro. Jade dejo el vaso en la barra para evitar que se le cayera.

-Tu no solo quieres un beso, y quedamos que eso no va a pasar, no ahora- aclaro la morena, Perrie hizo un leve puchero -Vamos a terminar la presentacion- dijo tratando de que Perrie soltara su cintura.

-Dame otro beso, pero un buen beso- Pidió la ojiazul. Jade la miro, y no pudo resistirse, se dio vuelta para quedar de frente a ella, se miraron unos segundos. Jade no pudo evitar sonreír levemente, tomo sus mejillas, se acerco a ella hasta que sus respiraciones eran una sola. Sus labios se tocaron, Perrie apretó la cintura de Jade, quedando completamente pegadas. La rubia fue quien empezó a darle movimiento al beso, la pequeña solo la seguía, se besaban lentamente, con ternura, sus besos siempre eran tiernos, dulces, y suaves, pero rápidos, era la primera vez que se besaban por largo rato.

Se tomaban su tiempo para respirar, y que el beso no acabara, Perrie recargo a Jade contra la barra, no bruscamente, su beso empezó a tornarse mas intenso, La morena dejaba que la rubia hiciera todo el trabajo, sus lenguas jugueteaban. Perrie comenzó a bajar sus manos poco a poco, y fue ahí donde Jade reacciono.

La alejo con un suave empujon, la ojiazul quito sus manos del cuerpo de Jade, sabiendo lo que había hecho.

-Lo siento, me deje llevar- se disculpo y aparto de la morena -¿Estas molesta?- Jade negó con la cabeza, pero no levanto la mirada.

Perrie se acerco de nuevo, la abrazo, entendía que era difícil para ella, bueno, tenia razón, aun no era tiempo para ninguna de dar el siguiente paso, no si alguna no estaba lista.

-Perdoname- dijo la rubia -Juro que no volverá a pasar.

-Ya no te disculpes, no pasa nada- Jade estaba escondida en el cuello de la rubia -Te pido que nos quedemos así, solo un momento.

-Todo el tiempo que quieras princesa- Perrie comenzó a acariciar el cabello de la pequeña, y se quedaron asi por unos minutos.

No hablaron, simplemente se "disfrutaban", a Jade le gustaba estar así, tranquilas y relajadas.

Después de ese momento, Jade dijo que tenia que irse, ambas recogieron las cosas y acomodaron el comedor. La morena se coloco su mochila, Perrie la acompaño hasta la puerta, antes de abrir, la rubia dejo un beso en la frente de Jade.

Abrió la puerta, cuando la pequeña la cruzo se detuvo, dio vuelta y miro a Perrie.

-Te amo Pezzi- la felicidad que esas palabras provocaron en la ojiazul fueron grandes. No se habían dicho te amo. Llevaban un año, y solo eran "te quiero". Ella no pudo evitar sonreír, antes de que pudiera decir algo, su reacción de felicidad, fue suficiente para Jade, cerro la puerta y camino hasta su bici, y dio rumbo a su casa.

En cuanto se cerro la puerta Perrie se recargo en ella y dejo caer, estaba sonrojada, feliz, emocionada, Jade era quien había dicho "te amo"