CAPÍTULO 04

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Nina estaba hablando con Jonathan, un jugador que Lydia le presentó durante el receso, sentados en las bancas cerca del estacionamiento.

Él era el perfecto prototipo de chico con el que la rubia solía salir; Alto, sobre el 1,80m., cabello negro, ojos marrones, mirada coqueta y una ligera perversión oculta tras sus pestañas.

Jonathan estaba invitándola a verlo en el juego del sábado y después a salir para seguir conociéndose, y aunque ella quería contestarle que sí de inmediato, algo no le permitió concentrarse.

Scott, quien estaba muy molesto, intentaba sacarle el seguro a su bicicleta a unos metros de ellos dos. La chica podía jurar que estaba perdiendo el control, y que en unos segundos más acabaría rompiendo todo el soporte metálico para las bicicletas con tal de conseguir la suya.

―Lo siento. Ah, vengo enseguida ―se excusó Nina con falsa pena, y para darle más credibilidad señaló el estacionamiento―. Es que tengo que...

Y sin saber cómo seguir, salió corriendo de ahí.

―¡Maldición! ―se quejó el moreno.

Entonces, Nina atrajo su atención desde lejos.

―¡Hey! Scott 

Al llegar a su lado, lo descubrió forcejeando con el soporte, empeñado en sacarla de allí a como diese lugar.

―Scott, ¿qué te ocurre?, ¿Estás enojado porque Lydia te fastidió con lo de Alli?

―¡No! ―gritó, causando que Nina brincara de la sorpresa.

―Muy bien, ¿entonces qué?

―¡Derek! Ese es mi problema.

«¡Alto! ¿Derek?, ¿Ese Derek?, ¿"Nuestro Derek", el lobo gruñón a quien prometí matar si le hacía algo a Scott?».

Nina apretó su mandíbula, fastidiada.

―¿Ahora qué hizo el imbécil gruñón?

―¡Allison! 

Rápidamente, Nina transformó su expresión de molestia a una de total desconcierto.

«¿Cómo qué Allison?».

Scott continuó quejándose:

 ―Estuvo en la escuela. Dejó la chaqueta de ella que usaba en la noche de la luna llena como una amenaza dentro de su locker. ¡Maldición!

Súbitamente, el moreno consiguió romper el candado que aseguraba su bicicleta gracias a toda la rabia que sentía. No dio señales de despedida. No dijo "Adiós, Nina, iré a cometer alguna estupidez". Simplemente se montó y comenzó a pedalear a toda prisa rumbo al bosque.

Por su parte, la cazadora soltó un grito de frustración que seguramente había espantado a Jonathan, el chico que seguía sentado en las bancas. Se hincó cerca de una bicicleta y, retirando con cuidado su daga del bolso para que nadie la viese, rompió el seguro de plástico y se la llevó.

No era que fuese delincuente, no. Pretendía regresarla una vez que terminase de esconder el cadáver de Derek Hale.

Sus piernas ardían, y estaba segura que era por el extenuante esfuerzo que andar en bicicleta por un bosque requería. Sin embargo, eso sólo la ayudó a que recordase su enojo al llegar.

―¡Derek! Maldito hijo de puta. Ni se te ocurra llevar tu trasero lejos de mi vista ―espetó a gritos en cuanto lo vio.

Bajó casi de un salto, y observó como Derek apenas y le tomó importancia.

➀𝐂𝐨𝐥𝐝 𝐚𝐬 𝐦𝐞╊𝐃𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐇𝐚𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora