CAPÍTULO 16

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―Es una mala idea ―advirtió Nina por décima vez, apartando su mirada del hombre lobo para concentrarse en el camino.

Él, quien se encontraba en el asiento del piloto rumbo hacia la escuela, planteó:

―¿Tienes una mejor idea?

Y sí, la tenía.

―Deshacernos del veterinario ―propuso como si fuese lo más obvio del mundo, causando que Derek bufase.

―Scott quiere que le demos una hora ―Le recordó, aludiendo a la conversación que habían tenido con el adolescente cuando estaban en la veterinaria―. Según él, tiene un plan.

―Y eso era suficiente para decir que no. ¿Scott tiene un plan? ―carcajeó con una nota sarcástica―. No paso mucho tiempo con él, pero sé muy bien que McCall jamás tiene planes, no buenos al menos.

―Me interesa saber qué es lo que piensa hacer ―zanjó abruptamente Derek, y virando el auto, entró en el estacionamiento de la escuela. Una vez instalado en un lugar, apagó el motor y vio a su compañera.

―¿Y tienes que arriesgar nuestra única ventaja con el Alfa para probar la capacidad de supervivencia de Scott? ―Las cejas de Nina se alzaron inquisitiva, casi cuestionándolo por tomar una acción tan arriesgada.

―¿Supervivencia? ―repitió la lectura que la rubia le había dado a su plan.

Inmediatamente, ella rodó sus ojos.

―Lo será si seguimos los planes de Scott ―masculló, quitándose el cinturón de seguridad.

―No estamos arriesgando ninguna ventaja, aún tenemos al veterinario ―la corrigió Derek,  bajando del auto y dejándola a la cazadora atrás.

Por su parte, Nina guió su mirada hacia el asiento trasero del camaro y se encontró una vez más, en lo que llevaban del camino, al Dr. Deaton atado e inconsciente.

«Bueno, si él resulta no ser el Alfa, tal vez podría trabajar como contorsionista en un circo».

Y reprimiendo una sonrisa por lo divertida que le parecía la situación, la adolescente permitió que su curiosidad vagase por lugares más interesantes como qué tan bien había atado Derek al hombre ―sin ninguna dificultad, cabe mencionar―, haciéndolo parecer un experto.

«Eso lleva mi cabecita a pensar, ¿Qué tan seguido haces esto, Hale? Y de ser mucho, ¿Con quién?».

Bastó cortos segundos para que entendiese que no quería entrar en ese terreno con él, al menos no ahora que estaban ocupados, así que abriendo la puerta del auto, salió y siguió a su aliado.

―¿Y ahora qué?, ¿Esperamos? ―preguntó, acomodándose a un lado de Derek en el capó de su auto.

La mirada de ambos recorrió el estacionamiento al descubrir que Scott aún no llegaba como había prometido, lo que hizo que Nina no supiese si bufar del cansancio o saltar de la emoción.

Por el rabillo del ojo observó a Derek encogerse de hombros y se apoyarse levemente en el auto, todo en silencio, causando que sus ganas de saltar de la emoción se volviesen ganas de saltar, pero para clavarle una daga en el ojo.

«¿En serio tanto le cuesta decir un "sí" o "no" para eliminar el silencio incómodo?».

Ella soltó un suspiro y se subió al capó del auto, sentándose sobre éste para hacer su espera más cómoda, cuando recibió una mala mirada del hombre.

―¿Qué?

―Bájate del auto ―ordenó Derek.

―No ―negó, frunciendo sus labios en una mueca―. He estado casi todo el día de pie sobre estos tacones, y ya me duelen los pies.

➀𝐂𝐨𝐥𝐝 𝐚𝐬 𝐦𝐞╊𝐃𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐇𝐚𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora