➀𝐂𝐨𝐥𝐝 𝐚𝐬 𝐦𝐞╊𝐃𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐇𝐚𝐥𝐞

CAPÍTULO 22

Stiles apagó el motor de su Jeep y descendió de éste sin dar ninguna respuesta a sus ansiosos amigos que lo seguían, los cuales lo seguían expectantes.

―¿A dónde vamos? ―preguntó Scott, pisando el mismo charco de agua por el que Stiles pasó. 

Ese último hecho provocó una mueca en Nina, quien bajando la mirada hacia sus zapatillas, las cuales amaba mucho pese a no usarlas tan seguido, se negó a arruinarlas justo como sus amigos.

―Ya verás ―contestó Stiles con una sonrisa traviesa.

―Ah, ¿se olvidan que yo soy nueva aquí? ¿Qué es este lugar? ―Pasó su mirada por el boscoso lugar.

―Es un lugar peligroso. Muy peligroso ―respondió Scott, angustiado―. No deberíamos estar aquí. Mi mamá está en pánico constante por lo que ocurrió en la escuela.

―Tú mamá no es el alguacil. No hay comparación, créeme ―compitió Stiles.

―Puedo prestarles mi celular para que llamen a sus padres y le digan que están a salvo porque su amiga cazadora trajo un arma para cuidarlos ―propuso Nina con una normalidad creíble en su voz. 

Ambos chicos se detuvieron en seco y la observaron incrédulos. Luego de unos segundos, el moreno decidió tomar la palabra.

―¿Lo dices en serio?

La adolescente frunció su ceño ante la rídicula pregunta de Scott y blanqueó los ojos con fastidio.

―Claro que no. ¿Cómo es posible que después de años de amistad con Stiles aún no aprendas nada de sarcasmo? ―resopló, haciéndolo rodar los ojos―. Debiese ser una vergüenza eso para ti.

―Lo mismo pienso yo ―opinó Stiles.

Por fin, alguien entendía su humor. Mantener por años su usual ritmo de sarcasmo era difícil cuando Scott no lo captaba, lo cual provocaba que fuese más sarcástico con él, pero para eso tenía a Nina ahora.

―No me molesten, ¿quieren? ―reclamó el aludido―. ¿Por qué no mejor nos dices qué hacemos aquí?

―Sí, yo también quiero saber ―le apoyó Nina, cruzándose de brazos―. Mínimo para ver en qué ocuparé mi única salida con autorización, porque hasta donde yo veo, me trajeron a entrenar al bosque o sepultar un cuerpo. 

Stiles soltó una risa sarcástica, pero a la chica no le causó ninguna gracia. Entonces, se detuvo en medio de un claro y tras un vistazo al lugar, se sintió conforme. Allí se volteó hacia sus amigos.

―Está bien. Cuando una chica deja a tu mejor amigo y tu mejor amiga te llama con la nariz llena de mocos por haber llorado... ―comentó, siendo rápidamente interrumpido.

―No me dejaron ―espetó Scott―. Nos estamos dando un descanso.

―Sí, y yo no tenía mi nariz llena de mocos. Me soné antes de llamarte. Simplemente estaba congestionada y ya.

―Bueno ―suspiró Stiles, prefiriendo ignorar las mentiras de sus amigos y sólo seguirles el juego―. Cuando la novia de tu mejor amigo le dice que "se den un tiempo" y tu mejor amiga te llama constipada ―Armó un segundo de suspenso antes de sacar una botella de alcohol de su sudadera―, embriagas a tus amigos.

En sus manos tenía la felicidad comprada de Nina, una botella a tope de whisky que le había robado a su padre. Una sonrisa creció inmediatamente en la rubia, muy contrariado a su otro amigo.

―Eso no está bien ―murmuró con pesar, recibiendo un resoplido de la cazadora.

«¡Oh, vamos, Scott! A este chico le urge relajar su pelvis, aunque sea por unos minutos... ni que mi tío Chris estuviese vigilándolo desde un árbol con sus binoculares para saber si es que el chico no bebe en verdad... ¿o sí?».