CAPÍTULO 21

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#CapítuloLargo.


El semblante decaído de Nina contrastaba fácilmente con un nuevo día soleado en la casa de los Argent.    

Sus ojos se movían entre el tazón de cereal con leche y el extraño muro que Allison había estado construyendo los últimos tres días. Sí, ahora la morena parecía transformarse en la próxima Donald Trump, dividiendo las fronteras de la mesa entre ambas.

La cazadora intentaba ahuyentar de su cabeza cualquier pensamiento que comenzase con "D" y terminase con "erek". ¿Pero le estaba funcionando? Honestamente, no del todo.

Los últimos días luego de su visita a la casa Hale, puesto que las clases estaban suspendidas por un asesino suelto, se mantenía ocupada con una rutina muy estricta. Por las mañanas se levantaba a paso arrastrado, se aseaba y desayunaba, luego partía la oficina de Chris a estudiar los mapas con los perímetros del bosque, y finalmente, casi acabando la tarde, partía a su habitación a hundirse en su miseria.

Ya saben, la adolescencia común.

Sentía su mente saturada, y lo único que la rescataba de su encierro era aprenderse de memoria las promociones de las cajas de cereales en sus portadas. Nuevamente observó el muro bajo la solidez del cereal, la avena, cartones de leches, y su regalón, el pote de café.

«Cereal integral, un superalimento para todos los días. Con avena cuida de tu salud cardíaca, reduce tu colesterol, energía saludable y ¿Controla el apetito?, ¿Controlarlo? ¡¿Quién se cree esta mierda?! Necesitaría unas ocho hamburguesas de Burger King para controlar el apetito que tengo ahora. ¿Qué familia es esta que me obliga a comer avena? Me obligan a correr por todo el bosque y ¿Quieren que cuide mi línea? ¡Mi línea está bien!».

Tan pronto acabó de desayunar, partió rumbo a su cuarto esperando poder dormir un poco más, hasta que Chris la llamó para que fuese a su oficina y, una vez más, inició el labor de cazadora. Estuvo cerca de cinco horas encerrada allí, estudiando por milésima vez el mapa del bosque en el que ella tanto había estado para dar con la casa de Derek.

«Una vez más, Derek. ¿Tanto te gusta sufrir que necesitas recordarte su nombre todos los días?».

Se reprochó mentalmente, una vez más.

Había que ser sinceros, Nina no la había estado pasando bien.

Desde que había abandonado la casa de "El innombrable", su bochornosa vergüenza se sentía como un costal de piedras cargado sobre su espalda, haciéndola sentir agotada, hastiada. Triste.

No había tenido contacto con él desde esa noche, y aquello lo agradecía. Es decir, no es como si fuese tan fácil ir y verle la cara luego de prácticamente haberse desnudado ante sus ojos. Y claro, ¿Cómo olvidar que la rechazó?

En cuanto la noche cayó, y la oscuridad de su cuarto la cobijó, se acostó en su cama con su laptop encendida en Netflix, y la película Diez cosas que odio de ti la acompañó como su fiel amiga.

―"Odio como me hablas, y tú forma de conducir. Odio tu corte de cabello, y lo que llegué a sentir. Odio tus espantosas botas, y que me conozcas tan bien. Te odio hasta vomitar, que va bien rimar. Odio que sepas pensar, y que me hagas reír. Odio que me hagas sufrir, y odio que me hagas llorar. Odio tanto estar sola, que no hayas llamado aún...".

«Sí, ¡Díselo Kat! Dile que odias haber confiado en él, y que se haya permitido ilusionarte. Dile que odias haber corrido en su ayuda, y que no tuvo remordimiento en herir tus sentimientos con su indiferencia. Dile que odias haberte mostrado tal como eres, y que hayas pensado que él podía hacer lo mismo contigo. Dile que odias quererlo. Que odias haberle conocido... y haberte llamado su aliada cuando no era lo que en verdad querías ser».

➀𝐂𝐨𝐥𝐝 𝐚𝐬 𝐦𝐞╊𝐃𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐇𝐚𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora