➀𝐂𝐨𝐥𝐝 𝐚𝐬 𝐦𝐞╊𝐃𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐇𝐚𝐥𝐞

CAPÍTULO 15

La enfermera cerró la puerta tras de sí, dejando en la habitación de Peter Hale a los dos supuestos sobrinos del hombre.

Y tan pronto se hallaron solos, Derek esbozó una descarada sonrisa burlona hacia su compañera, quien blanqueó sus ojos al verle.

Internamente, una película sobre las mil maneras de asesinar a Derek por haberle dicho que vestía ridícula frente a esa enfermera se proyectaba en su cabeza.

Observó la que ahora sería su sudadera negra ―dado que no pretendía devolvérsela al lobo―, pensando que no se veía mal como el moreno aludía.

―¿Estás celosa? ―Inmediatamente, las cejas de Nina tocaron la copa de su frente.

―¿Celosa yo? Por favor, Derek, no pienses que soy esa clase de hermana porque...

―No eres mi hermana ―interrumpió él, acortando la distancia a un ritmo lento para generar tensión. Iba acechándola paso tras pasos, clavando su mirada en los ojos celestes de la chica.

―Bueno, eso dices ahora...

«Porque claro, como la enfermera esa ya no está para hacerte ojitos, necesitas de otra chica. No, gracias. Yo no mezclo las alianzas con sentimientos ridículos como los celos. Además, ¿me haz visto bien, Hale? Tengo de todo para ser perfecta, corazón, así que esa enfermera de clase baja no me llega ni a los tacones».

―Puedo asegurarte que no te veo como una hermana ―Descendiendo su mirada por los labios de la cazadora, añadió―: ¿Quieres una demostración?

Inmediatamente, una resequedad se formó en los labios de la chica y tuvo que abstenerse de rozar su lengua contra estos para humedecerlos. La fijeza de su mirada conseguía ponerla nerviosa, ¿o ansiosa quizás?

―¿Demostración? ―repitió―. ¿Y ser incestuosos frente al tío... como se llame?

―Creí que no eras la clase de chica que sigue las normas.

―Y yo que no soy una hermanita odiosa y ridículamente vestida ―Se encogió de hombros, suspirando en largo―. Puedes sólo decirme a qué vinimos. Me gustaría saber por qué arriesgaré mi cuello cuando mi familia me vea en las grabaciones de vigilancia.

Y Derek, percibiendo ese aroma a fastidio y ansiedad, finalizó con su provocación para colocar atención al real objetivo que tenía.

―Necesito hablar con mi tío.

―Hale ―murmuró al recordar el nombre que Derek había usado para referirse al hombre, y moviéndose un poco hacia la izquierda, vio a un sujeto sentado en una silla de ruedas puesta hacia la pared―. ¿Él es quien sobrevivió al incendio?

La cazadora recordó haber leído en uno de los tantos reportes del incendio que hubo dos sobrevivientes esa noche: Derek y otro hombre.

Ahora que estaba en la misma habitación que él, sus curiosos ojos no paraban de ver a quien no prestaba atención a la conversación que ellos llevaban ahí. Y un pensamiento cruzó por su cabeza:

«¿Se quedó dormido o intenta hacernos la ley del hielo a ambos?».

Rápidamente, Derek acaparó la atención a la rubia con su particular manera de contestarle a su pregunta.

―Depende ―Volteando a Peter en su silla para que Nina lo viese, continuó―, si a esto lo llamas sobrevivir.

Nina se enterneció por un segundo ante el aspecto del hombre, sintiéndose apenada de su estado y bajando la cabeza con vergüenza.