➀𝐂𝐨𝐥𝐝 𝐚𝐬 𝐦𝐞╊𝐃𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐇𝐚𝐥𝐞

CAPÍTULO 06

«Disculpa, ¡¿Qué?!»

Súbitamente, las palabras de Stiles habían desconcertado a la rubia tanto así que parecía estar completamente perdida en sus pensamientos.

«¿Cómo que la chica que enterró era su hermana?».

Nina se sentía como una estúpida por haber pensado que Derek había asesinado a esa chica que encontraron en el bosque. Y no es que necesitara ser un extraño para poder asesinarla, no. Ella sabía en carne propia lo que era desear asesinar a un pariente, pero él no parecía ser de ese tipo de persona.

Por ende, un sentimiento de culpa la estremeció, uno que hábilmente Derek ―escondido a metros de los adolescentes― percató.

La verdadera pregunta era: ¿Por qué esa cazadora comenzaba a sentir cosas positivas por él? Parecía como si debajo de aquel antifaz gélido de cazadora, existía algo humano, algo con sentimientos.

―Nina, ¿estás bien? ―preguntó Stiles una vez que notó la ida actitud de la chica. La nombrada regresó su mirada hacia él como si nada hubiese pasado y asintió―. Bien, porque tenemos que ir por Scott.

―No puedo ―murmuró de inmediato―. Ya estoy en suficientes problemas por lo que pasó anoche. Tengo que irme a casa.

―¿Lo dices en serio? ―cuestionó sorprendido.

―Sí ―contestó e hizo un ademán de despedida.

Al llegar con su tío, Nina notó lo enojado que estaba. Frunció su ceño confundida, puesto que no recordaba si había hecho algo malo o no, y finalmente se acercó sigilosamente hacia él.

―¿En dónde está Allison? ―interrogó apenas la vio.

«Oh, con que se trata de Alli. Jajá, me salvé».

―Necesitaba ir al baño ―mintió con total naturalidad, casi como una experta. Encubrir a la morena era su tarea como prima y confidente, y cuando su tío accedió a esa excusa, sonrió triunfante.

Minutos después, Allison llegó a donde estaban con una sonrisa de oreja a oreja que Nina no pudo ignorar. 

Alzándole ambas cejas, la rubia le cuestionó implícitamente qué lo ocurría, y un leve sonrojo le contestó.

Allison y Scott habían tenido un "momento" juntos.

Abrió sus ojos de par en par, sorprendida, pero Allison sólo rogó porque Nina guardara silencio hasta estar solas para conversar.

Quizás por eso, cuando llegaron a casa, ambas adolescentes descendieron en silencio de la camioneta y corrieron rumbo a las escaleras. Era como una carrera por el último calzado en promoción, y antes de que Nina pudiese conseguir llegar a la segunda planta, Chris la detuvo.

―Nina, necesito conversar algo contigo ―indicó.

Ella lo observó por escasos segundos, y supo que era su hora. 

«Adiós, escuela. Adiós, familia. Adiós, Beacon Hills. Te extrañaré, vida social. ¡Es hora de morir! Recuérdenme como una chica atractiva y con un gran sentido de la moda, que siempre fastidió».

Nina cruzó las puertas de la oficina de Chris y al instante las cerró tras de sí.

―Te dije que no te enviaría con tu padre si me decías la verdad ―expresó el cazador, apoyando ambas manos sobre su escritorio. Por su parte, Nina se sentó frente a él―. Comienza contándome qué sabes sobre Derek Hale.

Continuamente, la adolescente inhaló con cierto suspenso y comenzó.

―Cuando estaba con mi papá en Georgia, me hizo estudiar las familias de hombres lobos localizadas en distintos pueblos y ciudades. Sé que la familia Hale se asentaba aquí antes del incendio, y también que Derek fue uno de los Hale que sobrevivió esa noche ―realizando una mueca, agregó―: Eso es todo lo que sé sobre él.