➀𝐂𝐨𝐥𝐝 𝐚𝐬 𝐦𝐞╊𝐃𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐇𝐚𝐥𝐞

CAPÍTULO 33

#CapítuloLargo.

―¿Allison? ―murmuró escéptica Nina.

Tras abrir la puerta del lugar, abrió los ojos con estupor y congeló su mirada sobre la nombrada que se encontraba presente ahí. Entonces, creyó que todo se trataba de una mala pesadilla.

Todo inició cuando había recibido un extraño mensaje de su prima pidiéndole verla en la casa de Derek ―lo cual ya era bastante extraño―, el cual obedeció más por curiosidad que credulidad.

¿Y por qué esa desconfianza? Pues, todo en el cerebro de Nina gritaba que ese mensaje era una trampa del Alfa. Una trampa muy audaz auspiciada por Derek y su conocimiento sobre la propensión hacia su prima.

Pero no, se había equivocado.

Una vez que estuvo en medio del bosque, marcó al celular de Allison para averiguar si estaba allí, y fue la voz de Taylor Swift quien la guió hacia la casa de Derek, o para ser más precisos, a un sótano bajo esta.

Su atención no tardó mucho en desviarse cuando descubrió que, en medio de aquel extraño escenario, no eran las únicas invitadas.

«¿D-Derek?».

Su corazón se aceleró junto con todos sus otros sistemas al ver la imagen que tenía en frente, tan inverosímil y tenebrosa a la vez.

Y entonces, desde lo profundo de su mente un pensamiento emergió como condena:

Estoy jodida.

―Nina ―Kate avanzó hacia ella con una sonrisa que ignoró por completo al estar más concentrada en el moreno.

Su mirada recaía en él, el hombre lobo con quien había compartido alegrías y penas lo sostenían contra su voluntad.

Se encontraba atado a una cerca metálica que los cazadores solían usar para pasar corriente por sus cuerpos, y su torso empapado en sudor le indicó que había llegado algo tarde para evitar la tortura a la que lo habían sometido.

Lo vio extenuado e inconsciente, y una parte suya se paralizó al verle así.

Su propio cuerpo se contrajo, alerta y deseó correr hacia él para liberarlo de aquella trampa, pero ¿cómo hacerlo? Kate estaba allí.

«Y a juzgar porque estamos en la misma habitación, capaz que yo sea la siguiente en esa cerca».

Por su lado, Derek había estado inconsciente los últimos minutos, sin fuerza alguna para poder defenderse, pero fue cuando un aroma particular entró por sus fosas nasales que obligó a sus parpados a abrirse para ver si sus sentidos no lo engañaban.

Nina estaba ahí.

Un ligero sentimiento se esperanza lo reanimó cuando pensó que estaba allí para rescatarlo, tal vez después de haber sido avisada por Scott de su desaparición.

Pero se equivocó.

Los ojos abiertos de par en par de la adolescente, junto a su postura tensa y latidos desaforados le indicaron que ella había caído en lo que parecía una trampa también.

―Bien, supongo que no me dirás "Hola, tía Kate" ―exclamó la mujer, captando la atención de Nina. A través de sus ojos brillosos y asustados, consiguió la última confirmación que necesitaba para enrredar al lobo y a su sobrina.