➀𝐂𝐨𝐥𝐝 𝐚𝐬 𝐦𝐞╊𝐃𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐇𝐚𝐥𝐞

CAPÍTULO 10

Nina esperó silenciosamente en su habitación hasta que Scott y Allison desaparecieron de su vista, de seguro dispuestos a besuquearse en la habitación contigua. 

Fue cuando la cazadora, con ágil rapidez, bajó las escaleras hasta llegar al sótano.

Conocido como la guardaría de armas que supuestamente vendían a las fuerzas armadas, Nina se burló al saber que no era más que la fachada del arsenal de armas que los cazadores usaban en cada luna llena.

Entonces, estudió en frente de sí la estantería con las balas.

Sin tener demasiada información sobre el tipo que Derek había recibido, Nina se dedicó a revisar cartucho por cartucho en busca de algún indicio. 

Pensó que sería una buena idea cuando, tomando un par de cajas, descubriría que faltaban algunas. Pero no.

Ahora, debido a que el idiota hombre lobo gruñón se había negado a que ella lo revisara, Nina tardaba más de lo necesario en encontrar la bala indicada para salvarlo.

Repentinamente, el sonido de su celular indicó una llamada entrante y la rubia ―esperando no haber alertado a su prima― atendió. 

Sinceramente, añoraba que el responsable de esa llamada fuese Stiles con buenas noticias o alguna información que la ayudase, pero no fue así.

―¿Hola? ―saludó mientras tenía sus manos ocupadas en los cartuchos.

La voz del otro lado la paralizó.

―Nina, ¿Saliste de la escuela ya? ―interrogó Chris con esa grave voz que poseía.

La adolescente deseó refunfuñar en voz alta, pero se abstuvo.

―Ah, sí. Estoy en casa ahora, pero...

―Tienes que venir al bosque. Te veo en veinte minutos en la entrada de la reserva.

―¿Qué? ―protestó, dejando lo que estaba haciendo―. Pero...

Entonces, Nina no alcanzó a excusarse con su tío sobre tener que ir a estudiar a casa de Stiles dado que el hombre le había cortado la llamada.

Ahora sí refunfuñó.

Existían momentos en que ser cazadora era su gran ventaja, como cuando ayudaba a Scott, y luego estaban esos momentos.

«¿Acaso no pueden dejarme en paz cuando estoy ocupada tratando de salvarle la vida a Derek Hale? Que irrespetuosos».

Seguidamente, la adolescente exhaló con evidente cansancio y regresó todos los cartuchos a su lugar.

Sin mucho ánimo, subió las escaleras de la casa hasta encontrarse con la puerta de la habitación de Allison cerrada. 

Unos golpes en la madera advirtieron a Allison la presencia de Nina del otro lado de la puerta, y separándose de Scott y su sesión de caricias, se colocó de pie.

Cuando abrió la puerta, Nina frunció sus labios en una recta línea. 

―Dime que no interrumpí algo importante ―susurró Nina a su prima, lo cual no tenía sentido pues Scott la escuchaba a la perfección. 

Entonces, Allison comenzó a balbucear entre sonrisas y le negó.

―¿Pasa algo? ―preguntó y la rubia asintió.

―Necesito hablar con Scott. Es sobre algo importante ―mencionó con ligera urgencia, y se asomó por la abertura para ver al moreno de expresión sofocada verle con terror―. En privado, Scott.