CAPÍTULO 25

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#CapítuloLargo.


 
El cazador torció una sonrisa en cuanto la rubia prácticamente había brincado ante su presencia, adentrándose en el cuarto en dirección a ella.

Por un momento, sus ojos estuvieron blancos de la sorpresa, pero eso no tardó mucho en cambiar cuando frunció el ceño y le otorgó una drástica mirada al cazador.

 ―¿Qué haces aquí? ―imputó enojada, pues no le gustaba repetir las cosas, especialmente cuando sabía que él la había escuchado.

―Tranquila, gatita ―rió―, sólo soy quien cuidará de ti esta noche.

―No me jodas, Adam. Sal de acá ―le botó de su habitación.

Un "Te lo dije" emergió desde su consciencia cuando Nina recordó que el error suyo de la otra noche sobre invitarlo a pasarla juntos, terminaría escupiéndole en la cara. Le había faltado a su regla de oro sobre jamás ligar con cazadores o amigos, y pues, ahora que Adam estaba en su habitación en plena luna llena, se transformó en un escupo.

Ella sabía que Chris enviaría un cazador para vigilarla por si las cosas se ponían feas, pero ¿en serio tenía que mandarlo a él?

No se dejó intimidar, y avanzó hacia el chico para empujarlo fuera de su habitación, sólo que él era más fuerte y resistió.

―Ya te dije que estoy aquí para cuidar de ti esta noche, si quieres puedes ir y preguntarle a tu tío. De hecho, estás a tiempo dado que en un rato más estaremos solos ―Batió las cejas de arriba a abajo.

¿Acaso sugería algo?

«Cuidar de mí, ¡Já, mis riñones! ¿Quién cree que soy, una niña de cinco que puede engañar con facilidad? Vengo de vuelta tres veces en este jueguito suyo como para que diga idioteces como "cuidaré de ti esta noche" esperando que me lo crea».

―Me das asco ―masculló, aprovechando su minuto de distracción para alejarse lo más que pudo. Lo que menos quería era compartir metros cuadrados con él.

Adam, colocando una mano sobre su pecho, fingió sentirse ofendido.

―¿Acaso no me crees que te cuidaré?

La chica se mostró renuente y soltó una exclamación.

―Creo que lo haces sonar bonito, y no me gusta. Te asegurarás que me abra la cabeza de un disparo si me convierto, dilo así ―Caminó hacia su ventana y observó el porche de la casa Argent, donde varios cazadores se reunían en la espera de su tío.

Al hombre no pudo verlo, ni a Victoria o Kate tampoco. Graciosamente, en minutos como ese deseó tener algo de familia cerca suyo, aunque se tratase de sus tías a quienes odiaba.

―Intenté hacerte la vida más sencilla, gatita.

Nina se estremeció al oír ese apodo de nuevo.

Gatita.

Lo odiaba a muerte, pues la forma en que lo decía la hacía sonar igual que una stripper, y no estaba muy a gusto con esa descripción.

Rápidamente, la tensión entre ambos se volvió categórica, asfixiando hasta el más minúsculo ser, microbio o átomo de esa habitación, empezando por la cazadora.

Se sintió sucia, objeto de su burla, y bajo ninguna circunstancia se permitió pasar la ―posiblemente― última noche de su vida así.

―Hazme un favor, Adam. Ve abajo y dile a mi tío que consiga otro cazador para cuidarme, de preferencia uno que me caiga bien y no amargue mis últimos momentos de existencia antes de volarme la cabeza, ¿de acuerdo? ―ordenó, abriendo la ventana sólo por si debía encontrar una salida.

➀𝐂𝐨𝐥𝐝 𝐚𝐬 𝐦𝐞╊𝐃𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐇𝐚𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora