Los Cuatro Elementos [Editando]

Capítulo 19

-Sandra Floobs-

Laura

Ahora sí le doy toda la razón a Linda acerca de que es la mejor diseñadora en todo Præston, no sé cómo logró que todos estos harapos se vieran bien pero tampoco pienso cuestionarla.

Como nos dijo antes, mi cabello era oscuro, Linda me dijo que tenía que aprender a controlar mi estado de animo o espontáneamente quemaría la falsa cabellera.

Diego y Steven utilizaban cabelleras rubias, Steven llevaba una camisa café holgada y un pantalón negro del mismo modo. Además como calzado llevaba unas botas.

Diego llevaba lo mismo solo que todo el atuendo de él era negro como la noche.

Mi ropa consistía en mi cabello negro por la cintura, para ser una peluca se veía muy real. Llevaba una especie de vestido algo gastado y unos botines, un calzado muy común entre todas las campesinas, nadie que no fuera de la nobleza utiliza ropa de muy alta clase si no quiere tener problemas con las divisiones de los reinos. Descubrimos que mi vestido no está pegado a mi cuerpo de la cintura para abajo (el vestido rojo que apareció con los poderes) entonces Linda lo logró subir  y el vestido que me puso por encima lo cubría, no se notaba que lo llevaba por debajo y eso era un milagro. No había rastro de mi vestido rojo, los tacones los guardamos en mi bolso. No es algo muy circunstancial, no creo que me digan algo por llevar unos tacones.

Lin ahora era castaña por debajo de los hombros, llevaba una especie de vestido que le sentaba bien arriba pero caía totalmente libre más abajo de las rodillas. Tenía puestos unos botines negros que se ocultaban por el vestido.

Además de que los cuatro guardamos nuestros collares dentro de la ropa, solo por precaución de que alguien sospeche.

Los cuatro ya estábamos totalmente listos y nos miramos entre nosotros.

—Hay que ser muy meticulosos y perfeccionistas, un paso en falso puede dejarnos al borde de la vereda —nos indica Diego y asentimos —conseguiremos una casa modesta en el pueblo, socializaremos con la gente como personas subordinadas y no levantaremos muchas sospechas. Tenemos que ser precavidos ya que los soldados están por todos lados.

Asentimos y en cuestión de segundos miro a Steven y Diego enojada.

—¿Se puede saber por qué había un retrato de ustedes en el mural de los más buscados? —les recrimino —mi excusa es que el príncipe quiere mi cabeza ¿pero ustedes? ¿Qué hicieron?

—Bueno veras... —empieza Steven —...tal vez, solo tal vez, inicié una pelea en un lugar y los soldados nos persiguieron a Diego y a mi. Y eso es todo, nuestros hermosos rostros les gustaron tanto que los quisieron poner ahí — nos narra mientras trata de hacer que la historia no suene tan mal.

— Zopencos —ruedo los ojos y empiezo a caminar en dirección al puente que une los lugares.

Linda dentro de las cosas de la ropa trajo una especie de equipaje para disimular más nuestra llegada y no llegar así de la nada con las manos tan vacías.

El sol me empieza a dar en la cara mientras caminábamos y Diego arquea una ceja.

—¿Linda tienes lentes? —Diego la mira en busca de un "si".

—Eso creo, ¿para qué?

—El sol hace que los ojos  de Laura se vean rojos, nadie normal tiene ojos de ese color y ocupo cubrirlos.

—Toma —le extiende unas gafas con lente negro y Diego me las coloca procurando no pincharme un ojo.

—Mucho mejor —Diego sonríe de medio lado y continuamos caminando.