Los Cuatro Elementos [Editando]

Capítulo 21

-Mentirosos profesionales-

Laura

—¡Despierten nos quedamos dormidos! —se escucha la voz de Diego por el pasillo y varios pasos por todos lados.

Linda y yo nos levantamos como resortes. Ella sale del cuarto y entre tropezones sale corriendo al baño y yo por mientras nos busco la ropa a ambas. Busco lo más rápido y tomo las primeras prendas decentes que encuentro.

— ¡¿Dónde están mis lentes?! — grito lo más fuerte que puedo para que los chicos también me escuchen. Steven aparece alterado por la puerta y me lanza los lentes a la cara.

Suelto varios quejidos mientras me los coloco y corro a la cocina.

Tomo un fósforo y enciendo rápidamente la estufa. Continuo cocinando el desayuno mientras escucho como golpean la puerta del baño. Dejo la comida sola un momento y corro con los fósforos en mano hacia el jardín.

Diego

Tarde. Esa era la palabra que describía el momento perfectamente, ninguno se levantó temprano y ahora solo teníamos 30 minutos para llegar al castillo, algo imposible para cuatro jóvenes tan desorientados como nosotros. Linda sale del baño con una toalla en su cuerpo y yo entro en el baño rápidamente.

Me quito todas las prendas y me baño en el corto tiempo de 3 minutos, las circunstancias eran muy urgentes.

Apenas salgo Steven entra y se ducha en un tiempo idéntico al mío.

Los tres salimos corriendo a la cocina y Laura al vernos coloca los cuatro platos de golpe y nosotros nos sentamos en los bancos (cabe decir que casi choco mi cara contra la mesa). Laura se sienta y coloca la comida en frente de nosotros, son huevos revueltos y frutas.

— ¿Cómo te bañaste? — le pregunta Linda mientras intenta comer lo más rápido que puede.

— Mientras ustedes duraban medio siglo en el baño hice una improvisada fogata afuera —nos dice mientras se encoge de hombros. Pude notar que las puntas de su cabello tenían fuego. Si, nosotros con el cabello mojado y ella con el cabello envuelto en llamas.

— ¿Nadie te vio? —arqueo una ceja, Laura era demasiado distraída, ahorita vemos cómo nos enteramos de que alguien la estaba espiando.

—No me amargues el desayuno —me dijo, mientras tomaba el plato de todos y los lanzaba a la pileta. Posiblemente se rompieron...

—¡Hey, aún estaba comiendo! —protesta Linda.

Laura la ignora y sale corriendo hacia la puerta, los tres nos levantamos y mientras vamos saliendo ella nos lanza un abrigo en la cara.

Laura sale y cierra la puerta, los tres empezamos a correr y de camino nos encontramos un carruaje, el hombre nos lleva hasta el castillo nervioso. Linda le paga y este sale casi huyendo de ahí.

Los cuatro corremos por el puente, llamando la atención de los guardas que estaban arriba. Rápidamente nos apuntan con sus arcos. Los de abajo sujetan con fuerza unas lanzas y las preparan en caso de tener que atacar.

Dos soldados se nos aproximan y nosotros tratamos de calmar nuestras agitadas respiraciones, ¿por qué ese puente tenía que ser tan largo?

—¿Quienes son ustedes?

—Eh... tenemos una cita con el soldado a cargo —les habla Linda mientras yo hago que mi pie suene contra el suelo mientras observo la hora en mi reloj... teníamos 5 minutos o nuestra tortura estaría asegurada.