Los Cuatro Elementos [Editando]

Capítulo 13

-Beso-

Steven

Abro mis ojos de golpe.

Trato de ver lo más que puedo pero todo se encontraba en plena oscuridad. Trato de forzar lo más que oído mi vista hasta que de pronto se escucha cómo tiran de lo que creo es una cadena y un pequeño bombillo ilumina el lugar.

Entrecierro mis ojos por la repentina luz y cuando mi vista se adapta empiezo a mirar alrededor, había alguien de espaldas que no podía apreciar muy bien.

La persona se voltea y yo le miro confundido.

—¿Melannie? — articulo y ella sujeto más fuerte un tubo de metal en sus manos.

— ¿Quiénes son ustedes? — preguntó y automáticamente dirijo mi vista hacia Diego al escuchar un quejido por su parte, él recién despertaba y no entendía nada de lo que pasaba.

— ¿Dónde demonios estamos? — se queja Diego al despertar y levanta de a poco la cabeza —Me duele todo.

Le intento dar un puntapié pero solo me lastimo en el intento ya que al parecer mis pies estaban atados.

—¿Qué demonios? —me quejo y me empiezo a sacudir en la silla, mis manos también están atadas y una cuerda no tan tallada pasa por mi abdomen.

—No lo diré dos veces, respondan mi pregunta — Melannie arquea una ceja y sujeta más fuerte el objeto y se acerca unos pasos.

Miro de reojo a Diego y veo que intenta soltar sus cuerdas, no era tan difícil, después de todo no utilizó cuerdas muy gruesas y no estaban bien ajustadas.

—¿Nosotros? —trato de ganar tiempo y ella asiente para que continúe hablando —somos amigos de tu... ¿hermanastra? Apenas nos enteramos de lo ocurrido y vinimos a ver a su madre.

Ella parece tragarse el cuento ya que ya no sujeta el tubo en sus manos con tanta presión.

Rápidamente tiro de un extremo de la cuerda y esta se suelta, cayendo en el suelo detrás de mi.

— ¿Qué fue ese ruido? — preguntó la rubia y vuelve a sujetar con fuerza el tubo y yo trato de verme sereno.

— ¿Sonido? Yo no he escuchado nada — habló inmediatamente y ella me mira dudosa, dubitativa en si creer mis palabras o no.

Diego no comentaba nada al respecto, solo se queda callado y ve cada esquina de la habitación, quién sabe qué estará pensando.

Acerco mi mano a la cuerda de Diego y comienzo a desatar los nudos.

Él al darse cuenta me mira directamente y sonríe de medio lado sin que Melannie lo vea.

La cuerda cae y crea el mismo ruido que hizo mi cuerda antes.

—¡Ese sonido! —dijo rápidamente ella al escucharlo —¿habéis sido vosotros? Contestad con la verdad —nos apuntó con el tubo y nos fulminó con la mirada. Claramente aunque nos amenazara no le diríamos "si".

— No —dijo simplemente Diego y yo le di la razón.

Nos sumergimos en un silencio y aprovechábamos cuando se volteaba para desatar las cuerdas de los pies. Las cuerdas del abdomen ya las habíamos soltado, estas las sujetamos antes de que impactaran contra el suelo por lo tanto no generó ningún sonido.

Cuando ya me solté un pie hice el mismo procedimiento con el otro, ya estaba totalmente libre y Melannie nos mira a ambos de reojo justo después.

Miro a Diego y verifico que él también esté libre.

Ambos hicimos un asentimiento de cabeza y saltamos de nuestros lugares, Melannie se asusta por el repentino movimiento y deja caer su "arma" al suelo.