Capítulo 24

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-Escape-

Laura

Siento algo frío y rocoso bajo mi cuerpo así que por inercia abro los ojos.

Lo primero que capta mi atención son unos grandes barrotes de hierro, la fría y oscura habitación en la que me encontraba y la tenue iluminación de un camino de farolas por un largo pasillo.

Hago un intento de pararme pero todo a mi alrededor da vueltas y vueltas y me vuelvo a sentar. Decido hacer un intento por gatear y cuando ya estoy algo cerca de los barrotes caigo de cara contra el suelo y unas estruendosas cadenas hacen eco por el lugar.

— ¿Laura? — escucho la voz de Lin —¿Lau estás despierta?

— ¿Dónde estamos? ¿Cómo está tu herida?

— En las celdas del castillo y bien, los soldados me curaron e hicieron lo mismo contigo. Hay algo raro en todo esto... el arma con la que te lastimó te estaba dejando las venas azules.

Reviso mi cuello y veo una especie de puntadas en él. Se veía como un arcoíris y no precisamente de los lindos. En su mayoría se veía azul y estaba con varios moretones.

— ¿Y los chicos?

— Pregúntales tú misma — me dice con tono apagado.

— ¿Diego? ¿Steven? — hablo poco más fuerte.

Escucho unas cadenas moverse y después de eso unos leves quejidos.

— Veo que ya despertaste... ¿cómo está tu cuello? —era la voz de Steven.

—Está... bien —hago una pausa —¿como están ustedes? ¿Qué sucedió? ¿hay más gente aquí?

—Diego está... descansando —sus palabras hace que lo mal interprete todo y empiezo a tomar en cuenta la posibilidad de que este tres metros bajo tierra.

— Tienes que decirle —ahora habla Linda — a ti y a mí nos llevaron al principio a un lugar distinto. Diego se opuso y... —me imagino en mi cabeza la escena de Lin frotándose las manos nerviosa — pensó que nos harían daño, no digo que nos trataron como a unas reinas pero no llegaron a lastimarnos, la cuestión; cuando hizo a defendernos unos soldados lo tomaron y... — se queda callada y me deja de nuevo con los nervios en la punta de la lengua.

— Lo tomaron entre dos y lo golpearon sin cesar... cuando cayó inconsciente se detuvieron y decidieron ponernos a él y a mi en una misma celda —termina completando Steven la historia al ver la melancolía que se apodera de Linda al final.

—Necesito recuperar mi varita... —trato de no hablar muy fuerte por miedo de que algún soldado se encuentre cerca.

—¡Lo había olvidado! — dice Linda y su agitada respiración hace compás con el eco de las cadenas en el lugar —chicos es hora... no podemos esperar más para utilizar nuestros poderes. Además la actitud del Príncipe es bastante irritante, apenas pueda lo golpearé en la cara.

— Muy bien Señorita Masacre, concuerdo contigo. Aunque aún tenemos que esperar a que Diego despierte... — le digo. Esto es algo serio y en un futuro podía sentir como la tierra lloraba sangre.

Empiezo a escuchar murmullos inaudibles para mí pero asumo que son Linda y Steven hablando.

— ¿Qué sucede? ¿Qué tanto hablan?

—Laura... sabemos que tu cuerpo no sabe producir fuego por sí mismo, sin embargo cuando tienes ciertas emociones te calientas demasiado... ¿crees poder preocuparte o enojarte en estos momentos? — habla Steven con cautela.

Los Cuatro Elementos [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora