Prisionera [Shawn Mendes]

Capítulo 4 -Estrellas

Narra Amber:

Sentí que no estaba sola en la habitación, así que decidí levantarme de golpe.

-¿Qué quieres? -Tartamudeé.

-Nada, es mi maldita cabaña, ¿Acaso ya no puedo entrar aquí porque estás tú? -Dijo dando fuertes palmadas en la pared de madera.

-Ya deja de tratarme así, ¿Acaso te estoy hablando mal para que me respondas de esa manera? -Refunfuñé.

-Yo te trato como se me da la gana, y si quiero puedo gritarte todos los días, hasta que te sangren los putos oídos -Contestó alzando la voz.

Lo fulminé con la mirada y no dije ni una sola palabra.

Salió de la habitación tumbando la puerta haciéndo que quedara aturdida.

(...)

Me traté de envolver lo más que podía en la manta, pero aún así no se me quitaba el frío por más gruesa que fuera.

Me comencé a sentir débil, me costaba moverme ya que estaba completamente deshidratada, comencé a toser y a tener dolores de cabeza. Estaba con gripe.

¿Quién no lo estaría en éstas situaciones?

Empecé a sentir punzadas en el estómago, sentía que todo ahí estába siendo revuelto, pero sabía perfectamente que no podía hacer nada.

Me comencé a rebolcar por la cama, mientras envolvía con una mano mi estómago. Empecé a sollozar mientras me quejaba constantemente del dolor.

Escuché unos pasos que se dirigían a la habitación en la que me encontraba.

Shawn abrió la puerta obstinado y posó su mirada en mi.

-A ver, a ver, ¿Qué carajo te pasa? -Preguntó rodando los ojos.

-Me siento mal.

-¿Y qué quieres que haga? -Dijo acercándose a mi y sacudiéndome mientras me sostenía de los hombros.

No respondí nada y solo sentía como me sacudía fuertemente mientras mi cabello se esparcía por todo mi rostro.

Estaba pálida, mis labios se encontraban morados, mis ojos estaban rojos y mi cuerpo estaba a punto de descomponerse.

-Habla, aún no te he cosido la boca -Me tomó de mi brazo delgado y me lo apretó con fuerza.

-Creo que.. Voy a.. Me.. -Tartamudeé tocando mi estómago.

-¡Habla por una maldita vez! -Gritó empujándome contra la pared con furia.

Me agaché un poco y vomité sobre el suelo consecutivas veces.

-Oh demonios, que puto asco -Masculló mirándome con desagrado.

-Ayudame, p-por favor -Contesté con mis ojos llorosos, y mi voz quebrada.

-¿Me viste cara de doctor? -Rió descaradamente y se retiró de la habitación cerrando la puerta.

Me senté en la cama y cerré mis ojos dejando caer lágrimas.

Aún recuerdo cuando estaba pequeña y mi madre me traía leche caliente y galletas antes de dormir, me contaba un dulce cuento y luego me arropaba en las sábanas tibias depositando un beso en mi frente.

Antes de que ella falleciera todo era mejor.

Empecé a recordar cosas del pasado mientras dejaba caer lágrimas de mis ojos. Me sentía destrozada, necesitaba alguien que me diera amor como lo hacía ella, necesitaba aunque sea un abrazo, no me importa de quién fuera.

Desearía devolver todo el tiempo al pasado y quedarme ahí, por siempre.

(...)

Oscureció por complo, el día se me pasó volando.

Quedé perdida en mis pensamientos.

Me levanté y me dirigí a la pequeña ventana que estaba a unos dos metros de distancia.

Me quedé mirando las estrellas, pero una me llamó más la atención, era la más brillante de todas las que la rodeaban, mis ojos brillaban al verla, solté una pequeña sonrisa pero esta se desvaneció al instante.

Flashback.

5 años.

-Mamá, no puedo dormir -Mascullé un tanto triste.

-Ven hija -Sonrío.

Tomé su mano y me dirigí a la ventana con ella.

Mamá me alzó para que pudiera ver el cielo ya que mi estatura me lo impedía.

-Las estrellas son mis ojos vigilando que tus sueños sean hermosos, recuerda que cuando todo se vuelve oscuro aparecen las estrellas -Dijo señalando la estrella mas brillante del cielo.

Fin del flashback.

Escuché los pasos de Shawn acercándose de nuevo a la habitación.

Finalmente entró y me observó llorando mientras me encontraba parada enfrente de la ventana contemplando las estrellas.

Lo volví a mirar y sequé rápidamente mis lágrimas alejándome del lugar.

-¿Y ahora por qué lloras?, ¿Acaso no te cansas de llorar? -Preguntó tirando de sus cabellos.

-¿Qué pretendes?, ¿Qué esté feliz estando en este maldito lugar con un hombre que se la pasa haciéndome daño? -Solté un fuerte suspiro.

-Estarás aquí te guste o no, ahora cierra la maldita boca -Gruñó.

-Lo sé, ya basta. -Respondí decaída.

-Wow, hasta que por fin entendiste -Dijo haciéndo un gesto falso de asombro.

-¿Shawn?.

-¿Y ahora qu.. -Lo interrumpí.

-¿Quieres venir a ver las estrellas conmigo?

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