-Me vuelves a decir zorra y te reviento los putos dientes. -Levanté mi puño para darle un golpe pero Shawn me frenó de inmediato.
-¡Amber! -Forcejeé para que me soltara y pudiese darle su merecido a la castaña- No vale la pena discutir con ella, déjala que se retire.
-Sólo déjala, "héroe", si me llega a poner un dedo encima la demandaré -Hizo comillas con los dedos.
Miré cómo Shawn inhalo obstinado haciéndo que sus fosas nasales se abrieran.
-Será mejor que te retires, antes de que no me contenga y te grite cosas que no querrás escuchar. -Advirtió haciéndole una seña con su dedo- No me querrás ver enojado, así que mejor no me provoques -Dijo y está se retiró del lugar furiosa.
Las miradas de todas las personas estaban posadas en Shawn y yo.
-¿Que mierda ven? -Preguntó alzando la voz.
Todos pegaron un brinco de sus asientos y actuaron cómo si nunca nos hubiesen mirado.
-Nadie puede contra un Shawn furioso. -Guiñó su ojo derecho y se echó una pequeña risilla.
-Lo sé -Confirmé y escuche el carraspeo de la señora que se encarga en dar los helados- Oh, ya es nuestro turno de pedir.
-¿De que vas a querer tú helado? -Preguntó y sacó su billetera.
-Un helado de menta.
-Un helado de menta. -Reafirmó y la señora sirvió el helado en una copa mediana- Y para mi un helado de vainilla.
Sacó cuatro billetes y los colocó en el mostrador.
-Aquí tienen su orden. -Nos entregó nuestros respectivos helados y salimos del local.
-¿A dónde quieres comer tu helado? -Dijo guardando su billetera en el bolsillo trasero de su pantalón.
-En esas bancas de allá. -Señalé las bancas que quedaban cruzando la calle.
-Vale. -Miró el semáforo y tomó mi mano desocupada para poder cruzar.
Cuándo estábamos a la mitad de la calle un automóvil se saltó la señal de alto y pasó muy cerca de nosotros. Casí al borde de atropellarnos.
-¡Ten cuidado hijo de puta! -Gritó para que el conductor llegara a escuchar.
-No me digas lo que tengo que hacer, idiota -El grito del conductor se escuchó desde lejos.
-Chupala. -En defensa respondió, para después cruzar completamente la calle.
Llegamos a las bancas y nos sentamos en ella para poder comer nuestro helado.
-Disculpa, si cuándo salimos nada resulta bien. -Tomó la pequeña cucharilla y cogió helado con esta para después añadirlo a su boca.
-No te preocupes por eso Shawn. -Manoteé restándole importancia- Me encanta salir contigo.
-¿En serio? -Se sorprendió ante mi respuesta.
-En serio. -Afirmé y empecé a digerir mi helado de menta.
-Pensaba que te aburría salir conmigo por las mismas circunstancias.
-No me aburre, te lo juro. Prefiero salir contigo qué a salir con otro patán. -Reí.
-No soy el mejor novio.. -Negó divertido- Pero por ti, trato de serlo.
-Lo eres -Miré su rostro, y este tenía los ojos entrecerrados ya que el sol se reflejaba con intensidad sobre este- A pesar de tus errores, siempre seguiré a tu lado, ¿Oíste?
-Y yo siempre estaré al lado tuyo -Beso mis labios con suavidad y luego se separó para mirarme- Y te juro que nadie va a impedir eso.
(...)
-¿Qué más te gustaría hacer hoy? -Preguntó mirando hacía sus alrededores.
-¡Ya sé! -Abrí los ojos y le miré.
-¿Qué tienes en mente, bebé? -Dijo y me regaló una sonrisa burlona.
-Un parque de atracciones. -Moví las cejas de arriba hacía abajo divertida.
-Ehh... -Rascó su nuca con nervios- Si, un parque de atracciones. -Forzó una sonrisa.
-¿Te sucede algo? -Bajé las cejas confundida.
-Lo qué pasa es qué.. -Suspiró dispuesto a protestar alguna palabra- núnca he ido a un parque de atracciones.
-¿Es en serio? -Dije con mi rostro de asombro.
-Cuándo estába niño jamás tuve una buena infancia -Negó con la cabeza- Sólamente pasaba en mi casa, encerrado.
-Oh Shawn -Le miré triste- Quiero llevarte a ese lugar, para que puedas subirte a los juegos mecánicos conmigo.
-¿Crees qué me vaya a gustar? -Mordió su labio inferior nervioso.
-Verás que te gustará.
Caminamos hacía el auto y nos adentramos en este, para ir al parque de atracciones más cercano de la ciudad.
Al llegar parqueamos el auto algunos metros lejos del parque y le tomé de la para dirigirnos a la pequeña capilla en la que estába una señora repartiendo las fichas para poder subirnos a los juegos.
-Hola, venimos por unas fijas. -Hable esperando su respuesta.
-¿Cuántas fijas quieren? -Nos miró a Shawn y a mi.
-¿Cuántas crees que sean necesarias? -Susurré mirando a mi novio.
-No lo sé nena, escoge las que quieras.
-Muy bien, quiero que nos de diez fichas. -Añadí y la señora asintió dándome las éstas en la mano.
-Disfruten su día. -Dijo y le entregamos una sonrisa.
Nos alejamos de ahí y quedamos enfrente de una montaña rusa, bastante grande.
-Subamonos en esta. -Miré la montaña y tapé con mi mano la parte de arriba de mis ojos ya que el sol era algo molesto.
-¿En eso? -Retrocedió unos pasos pero lo tomé del brazo antes de que diera otro paso más.
-En eso. -Reafirmé y lo jalé hacía la fila.
-¿Por qué no nos subimos en otro juego? -Caminó hacía atrás pero yo lo seguía llevando hacía adelante.
-Lo haremos -Sonreí divertida- pero después de subirnos a este.
-No quiero subirme ahí. -Se cruzó de brazos.
-¿Tienes miedo? -Reí y empecé a molestar- Tú "el señor qué no le teme a nada" le da miedo un juego mecánico? -Hice comillas con los dejos y terminé por carcajearme.
-No es qué le tenga miedo.. -Bajo la mirada quedándose sin palabras- Es qué.. -Mordió sus uñas- Okay, me da un poco de miedo el juego.
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Prisionera [Shawn Mendes]
Fanfic❛ Amber Collins, es una chica Inglesa de 18 años de edad, sus padres murieron en un accidente automovilístico y optó por ir a vivir a Canadá con la esperanza de rehacer una "nueva vida", pero lo que no supo fue que iba a ser secuestrada por uno de l...