Capítulo 7 -Asesino

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Narra Amber:

Después de lo que pasó me he sentido incómoda con Shawn, pero si piensa que voy a hacer lo que él diga está muy equivocado.

Me dirigí a la habitación donde dormía anteriormente y me tumbe en la sucia cama, quería dormir un poco y despejarme de mis pensamientos.

Shawn se encontraba en su cuarto así que no tenía absolutamente nada que hacer allá en la sala.

Finalmente, quedé profundamente dormida.

Narra Shawn:

Me quedé acostado en mi cama mirando hacía la nada mientras la luz de la tarde se reflejaba en mi rostro por la gran ventana que se encuentra al lado de mi.

-Hey, chicos estoy cerca de una cabaña, posiblemente sea donde se encuentra el asesino y secuestrador más buscado del país, ¿Saben la recompensa que me darán por descubrir su escondite?, seré millonaria. -Dijo una voz femenina hablando por teléfono.

Me levanté de la cama y coloqué de nuevo la sábana que cubría la ventana, no podía dejar que esa maldita descubriera dónde me encuentro.

Salí de mi habitación y fuí al baño donde tenía guardado un tarro de cloroformo, agarré un pañuelo blanco y derramé gran cantidad de ese líquido en el éste.

Me dirigí a la puerta de salida; finalmente me encontraba fuera de la cabaña.

Al salir pisé una rama haciéndo que esta se quebrara e hiciera un sonido estruendoso, ya que el silencio invadía el lugar.

-¿Hola? -Dijo la rubia con su irritante voz aguda.

-Veo que venías a encontrar mi escondite. -Sonreí macabramente dando unos pasos hacía donde estaba ella.

-Eres tú, tú eres el asesino más buscado del país. -Dijo señalándome mientras retrocedía a medida que me iba acercando.

-Exacto niña, soy yo. -Me señalé.

Me acerqué a ella rápidamente y la tomé de su cabellera haciendo que sus cabellos quedaran en mis manos.

-Ahora te arrepentirás por haber venido aquí, pequeña zorra. -Dije llevando el pañuelo hacía su nariz.

Al cabo de unos minutos quedó completamente dormida, así que la llevé arrastrada hacía cabaña.

(...)

Entré y cerré la puerta con seguro, para luego dirigirme a una habitación que no le había mostrado a Amber, ella no conocía nada de esto, y tampoco quiero que lo sepa aún.

Esa habitación es vacia, ahí guardo mis armas homicidas; sólo se puede ver sangre seca esparcida en las paredes, y armas con sangre de las víctimas que he asesinado ahí anteriormente.

Tiré a la rubia en el suelo aún dormida y la amarré de manos y pies, luego la empujé contra la pared con brusquedad haciéndo que ésta cayera el suelo.

Pasaron unos cuantos minutos y la rubia ya estaba comenzando a despertar.

-Pensaba en asesinarte dormida, pero ahora que despertaste sentirás cómo se siente el verdadero dolor. -Saqué un hacha que tenía en mi clóset de armas.

-P-por f-favor no me h-hagas nada, sueltame. -Tartamudeó soltando sollozos.

-¿Querías ser millonaria no?, lastima que no vivirás para serlo. -Reí maliciosamente mientras pasaba el metal frío de la hacha por su abdómen.

-¡Dije que me sueltes!, t-te lo ruego -Suplicó dejando caer lágrimas sobre sus mejillas.

-Me gusta ver cómo me ruegan por no me deshacerme de sus miserables vidas. -Contesté haciéndo una incisión en su brazo.

Prisionera [Shawn Mendes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora