Prisionera [Shawn Mendes]

Capítulo 5 -Espera

-¿Quieres venir a ver las estrellas conmigo?

Shawn soltó una carcajada cruzado de brazos.

-Es estúpido preguntarte si quie.. –Fuí interrumpida.

-Las veré.

Me quedé completamente extrañada y sólo abrí los ojos cómo plato.

Él se acercó a la ventana en la que yo estaba y colocó sus brazos en la madera que se encontraba cerca de ella.

-¿Te gustan? –Pregunté.

-Si. –Contestó frío.

Shawn tamborileaba sus dedos en su brazo mientras contemplaba las estrellas.

-¿Quieres ver cuál es mi favorita? –Dije mirando su rostro que era iluminado por la luz de la luna.

Asintió con la cabeza aún tamborileando sus dedos.
Me quedé mirando sus grandes manos y me quedé ida por unos segundos.

Arrastré lentamente mi mano por la madera carcomida y la fui acercando a la de él.

Shawn miró el movimiento de mi mano acercarse a la suya y posó su mirada me miró a mi.

Mi mano temblaba al acercarme más a la de él. Mis movimientos eran lentos.

Sentí el tacto de su mano tibia junto con la mía y un escalofrio recorrió todo mi cuerpo.

Mi mano se encontraba encima de la de él, así que la tomé y la arrastré por el vidrio frío de la ventana.

La movía lentamente sobre el vidrio mientras él solo veía mi mano unida junto con la de él. Puse su mano encima de la estrella más grande y brillante de todas las que se encontraban ahí.

-Es esta. –Solté mi mano.

No dijo ni una palabra y una sonrisa se formó en su rostro, pero esta inmediatamente fue borrada.

-Creo que tengo que irme. –Respondió alejándose de la ventana mientras rascaba su nuca.

-Está bien.

Finalmente, salió de la habitación, pero está vez sin cerrar la puerta.

Narra Shawn.

-¿Qué paso allá adentro?, ¿Por qué acepté ir a ver las estrellas con ella?, ¿Cómo fue posible que tomara mi mano?, ¿Por qué sentí una sensación que jamás había sentido? –Dije en mis adentros mientras mordía mis uñas.

Me dirigí al baño y abrí el grifo dejando caer el agua fría sobre el lava manos.

Agarré agua con mis dos manos para luego arrojarla en mi rostro.

Quité mi camisa y la tiré al suelo. Me quedé viendo mi rostro en el espejo mientras continuaba arrojando agua en mi rostro una y otra vez.

Comencé a recordar la sensación de mi mano unida a la de ella, perdiéndome en mis pensamientos.

Un chasquido me hizo volver a la realidad y coloqué mis dos manos en mi rostro, pasándolas en el consecutivas veces.

<<Vamos Shawn, ya déjate de tonterías>>

(...)

Salí del baño aún sin camisa. Saqué galletas grandes que habían en la alacena de la pequeña cocina y me dirigí a la chimenea.

Me senté en frente de esta, contemplando las llamas mientras llevaba galletas a mi boca.

Mi cuerpo se estaba empezando a calentar a medida que el fuego se hacía cada vez mas intenso, así que decidí alejarme un poco de la chimenea.

-¿Hola? –Dijo una voz femenina por detrás de mi.

¿Amber?, ¿Por qué ella está aquí?

-¿Qué haces aquí? –Pregunté girando mi cabeza hacía ella.

-Tenía ganas de hacer pipí, y cómo dejaste la puerta abierta decidí salir a buscar el baño, pero no sabía donde se encontraba, así que al buscar por toda la cabaña esto me dirigió hasta aquí. –Hizo una mueca.

-Okay, como sea. –Manoteé restándole importancia.

-¿No me vas a decir nada? –Reaccionó con asombro.

-No.

Un silencio incómodo inundó la cabaña.

Solo se escuchaban nuestras respiraciones resoplar una y otra vez.

Narra Amber.

Encogí los hombros.

-Vale, en ese entonces iré yo sola. –Dí vuelta sobre mis talones.

-Espera.

-¿Qué sucede? –Pregunté girandome hacía la dirección donde se encontraba Shawn.

-Si gustas, p-puedes quedarte aquí.

-¿Por qué quieres que me quede aquí? –Solté una carcajada.

-Necesitó compañía.