Cap.15

231 42 8
                                    

¿Acaso la vida no se cansaba de castigarlo cada vez peor?, Si estar en el circo ya era una total tortura para él, que lo encontrara uno de sus compañeros de escuela allá, y aún peor, vendiendo dulces, eso era todo para querer suicidarse.

No tenía nada en contra de las personas que iban y "disfrutaban" de la función, ¿Pero por qué precisamente él?, ¿Que no podía llegar otro compañero x?, Cualquier persona, millones habían en el mundo, pero no, tenía que ser él. El "chico perfecto", el creído de la clase, el lengua larga, el boca suelta.

Lee HyukJae. Incluso el nombre le irritaba. Le irritaba tanto como cada vez que sonreía.

- ¡Jong Woon. Amigo!.- alzó la voz con entusiasmo, ¿Sabían que su sonrisa lo irritaba?, ¿Sí?, Pues le irritaba mucho. Además le molestaba que fuera tan confiado, tan confiado como para abrazarlo.- Qué gusto verte de nuevo. Ya creíamos que estabas muerto, hermano, pero por lo que veo..- lo inspeccionó de arriba a bajo con la mirada - disfrutas de las cosas bellas de la vida.

- ¡Ahg!, Cierra la boca, HyukJae. - calló la risa del otro.

- Oye, pero qué lindo recibes a tu amigo del alma, no esperaba más de ti, eh. - contestó indignado el otro.

- Tú no eres mi amigo, y menos del alma.

- Ah, sí, se me olvidaba. Ese puesto lo tiene Leeteuk, el tonto ese. - solamente porque estaba en el circo frente a cientos de niños y adultos no se lanzaba sobre él para partirle su cara en miles de pedacitos por haber hablado de esa manera sobre el mayor, aunque era cierto, Teuk no era tan brillante, pero tampoco iba a permitir que lo insultaran, y menos el idiota que tenía frente a él - Pero bueno, mejor dime qué me vas a vender.

- Creo que lo más razonable es que tú me pidas lo que vas a querer, ¿No te parece?.

- Cómo se nota que eres nuevo en esto, eh. - se burló - Eres el hijo de unos de los más famosos de todo corea y no sabes cómo vender, es obvio que tú tienes que convencer al cliente, en este caso yo, para que compre uno de tus maravillosos artefactos. A ver, dime ¿Cómo me convencerías?.

Jong Woon se esforzó a sonreír al escuchar las risas de sus familiares, era obvio que para sus padres y hermana el comentario de Hyukjae había sido de un total agrado, aunque él no le había encontrado nada de esa parte. Soltó una risa fingida, pero bien actuada, tomando el brazo del menor, porqué además de todo era mayor que él, y lo acercó lo suficiente para hablarle al oído.

- O compras algo ahora o lo que pagarás será tu reconstrucción de rostro en el hospital. - lo soltó.

- Oye, esa no es una buena manera de convencer, deberías mejorar eso. - rodó los ojos, incluso en los momentos tensos el chico no dejaba de bromear. - Mejor dime qué es lo que me recomiendas.

Soltó un bufido fastidiado por la insistencia del ajeno, solamente estaba perdiendo su tiempo con él cuando seguramente habían niños esperando a que pasara para poder comprarle un dulce o juguete. Pero bueno, quizás después de todo no sería tan malo hacer lo que quería, ¿No?.

- Ya que tanto insistes. - le entregó la caja para acercarse a sus padres. Tomó dos bolsas de palomitas y le entregó una a cada uno.- Para ustedes, creo que se la pasan mucho tiempo trabajando para mantener al holgazán de su hijo y a la princesa de su hija, ¿No es así?. Lo menos que merecen es disfrutar de la función con unas ricas palomitas, les aseguro que están deliciosas. - Hyukjae quedó impresionado de la forma tan amable en la que el pelinegro se dirigió a sus padres.

- Casi no comemos de este tipo de alimentos, nuestro tiempo está muy pegado a nuestros compromisos.

- Por esa misma razón creo que ustedes deben de relajarse, disfrutar y comer de esas palomitas. - respondió Jong Woon al comentario del hombre - Y por el refresco no se preocupen, yo me encargo. ¡Hey, Minho!.

El Circo Del Amor [YeWook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora