Cerró la puerta detrás de su cuerpo y al encontrarse solo no dudó en tomar su cabello entre sus dedos y jalarlo con poca suavidad, en realidad había tanta frustración en su mente que no sentía el dolor leve que el mismo se causaba ante sus jalones, y es que en ese momento no era lo más importante que había de pensar.
El suspiro que tenía en la garganta logró escapar de su cuerpo perdiéndose en el aire, era tan pesado que un rato más dentro de él quizás lo iba ahogar, sabía que estaba exagerando ante sus propios pensamientos pero es que ahora pensaba en todo y ante ese caos no pensaba en nada, o en nada con sentido.
Se pasó las manos por la cara y luego las alejó de la misma para llevarlas a su cintura en un acto de inquietud, dando vueltas frente a su cama como una mascota encerrada se ponía a pensar: ¿Cómo pudo ser capaz de pensar que podía besar a Ryeowook?.
Bufó, ni siquiera con patear la pata de la cama -que por cierto, le había causado un ardor en los dedos de sus pies a pesar de llevar tenis- lograba sacar esa idea tan patética de su mente. Porqué simplemente no podía ser.
En los últimos dias, para no decir semanas, Ryeowook no había hecho otra cosa más que estar a su lado y apoyarlo en lo que necesitaba, la ayuda que recibía de él -y que seguía recibiendo- le hacían sentir más seguro de quien realmente era, aunque también habían momentos en los que él también ayudaba al pequeño pero creía que a diferencia de sus ayudas no había comparación. Desde aquel día en que ambos decidieron empezar de nuevo todo había cambiado para volverse más unidos.
En cierta forma quizás al tener a Ryeowook cerca la mayoría del tiempo, porque realmente era bastante el tiempo que compartía con él, lo había hecho explorar con más detalle al chico, éste tenía una carácter sumamente tranquilo, pero también intenso cuando se trataba de algo que a él no le pareciera, a diferencia de él, quién era un chico con resentimientos -que ahora intentaba sacar de su corazón- y sobretodo muy inseguro en cuestiones personales.
Claro, todo esto eran opiniones de todos los chicos, incluso de Taemin que era el que menos hablaba por cuestiones de tiempo.
Sin embargo, aquellos meses que había pasado en el circo le había visto la forma de vivir que tenían ellos, y le sorprendía que siendo tan jóvenes supieran más de la vida que él mismo, sobretodo se lo debía a Ryeowook, al final, había sido él quien volvió a abrirle las alas para volar.
Y a eso se refería a las telas, claro que sí.
También había descubrido algo más que todo lo anterior; Ryeowook, a pesar de tener ese tipo de carácter, también había demostrado ser un chico indefenso y débil en cuestiones de sentimientos, se mostraba fuerte para defender a su familia, pero con palabras dirigidas directamente a él moría por dentro, y eso hacía querer protegerlo a capa y espada.
La razón, no la sabía. Pero era tanto el afecto que comenzaba a agarrarle que le asustaba, le asustaba acostumbrarse a su compañía y que luego no supiera controlarlo. Era como una lluvia que se convertía en una tormenta en plena primavera.
¿Una explicación? Ese era el problema, ni siquiera él quien era el autor en carne y hueso de ese sentimiento podía saber qué era, ni siquiera tenía la definición exacta de qué era lo que en su corazón había realmente. Porqué también ese era otro problema, sí, muchos problemas.
Su corazón estaba en una guerra enorme contra su mente, mientras uno le decía que lo hiciera ya, el otro lo frenaba diciendo que lo lastimaría, y eso era lo último que el quería hacer. Lastimarlo.
Pero bueno, aún no encontrando lo que realmente buscaba saber, la única conclusión era que sí, llevaba el enorme deseo de besar esos finos labios rosas pertenecientes a su pequeño.
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El Circo Del Amor [YeWook]
RandomHistoria Original. Kim Jong Woon, hijo del empresario más importante de todo Corea del Sur, sufre un radical cambio de vida al ser enviado al circo de los Kim, teniendo que vivir una vida distinta a lo que acostumbraba y aprendiendo que no todo es c...